Como lo hemos estado comentando a lo largo de los cinco meses que lleva el año 2023, hace cincuenta años sucedieron muchas cosas en términos de rock, se publicaron entonces algunos de los mejores discos en la historia del género, de hecho, como lo apuntamos en las pasadas dos entregas del Banquete, algunos conocedores del tema consideran 1973 como el año que cambió el rumbo del rock. En realidad no sé qué tan cierto puede ser esto, lo que sí me queda perfectamente claro es que en ese año conocieron la luz pública algunos de los discos que hoy consideramos verdaderamente icónicos en la siempre inconclusa historia del rock, y por lo menos en cantidad, sí fue ese un año muy fértil y generoso en propuestas. En este recuento de obras musicales compuestas y publicadas hace cincuenta años nos encontramos con un joven músico del Reino Unido, apenas 19 años y estaba a punto de dar a luz una de las más importantes creaciones en el siglo XX, dentro y fuera del rock, hablo de la música en la vigésima centuria.
El caso de la ópera prima de Mike Oldfield, Tubular Bells o Campanas Tubulares, se trata de un trabajo conceptual en donde el compositor interpreta prácticamente todos los instrumentos, recordemos que Mike Oldfield, además de ser un gran compositor, es también un músico multiinstrumentista y después de un arduo trabajo de grabación y edición en el estudio, logra presentar un obra cumbre y emblemática, no sólo en el rock progresivo, sino en todas la diferentes formas y expresiones del género.
El disco se publicó el 25 de mayo de 1973, y desde su lanzamiento hace cincuenta años ha representado un referente en este lenguaje musical. En la versión original él se encargó de interpretar todos los instrumentos, entendemos evidentemente, que el trabajo de edición en el estudio de grabación debió ser, por sí mismo, otra obra de arte, y de esta manera entregar el resultado final. Una obra musical, como ya lo comenté, conceptual, es decir, el desarrollo de una misma idea a lo largo de toda la producción, recordemos que en el rock hay grandes producciones musicales que tienen este perfil, por ejemplo, Thick as a birck de Jethro Tull, Felona e Sorona de Le Orme, Snow Goose de Camel, Sgt. Peppers Lonely Hearts Club Band de The Beatles, Ys de Il Balletto di Bronzo entre algunos trabajos con esta misma ambición.
Por cierto, ya que hablo del disco Ys de los napolitanos de Il Balletto di Bronzo, este disco fue publicado, igual que Tubular Bells de Mike Oldfield, un 25 de mayo, pero en el caso de los italianos, fue un año antes, en 1972 y sin duda, ambos representan una sólida columna vertebral en el desarrollo del rock progresivo.
Tubular Bells es una obra musical dividida en dos partes con una duración total de aproximadamente 50 minutos. De esta monumental obra se han hecho algunas otras versiones a partir de la partitura original, esto, por supuesto, me hace recordar el tratamiento que han recibido grandes obras clásicas de la música, como es el caso del poema sinfónico Cuadros de una Exposición de Modest Mussorgsky, integrante del Grupo de los Cinco, que cuidaban con gran celo la pureza, decían ellos, de la música rusa. Mussorgsky compone en el año de 1876 un trabajo de música descriptiva llamado, como ya lo mencioné líneas arriba, Cuadros de una Exposición, a partir de una exposición de la obra del pintor y arquitecto Víctor Hartmann a la que el compositor había sido invitado. El maestro compuso su obra originalmente para piano, hasta que en 1922 el compositor Maurice Ravel hizo un soberbio trabajo de orquestación de esta obra convirtiéndola así en un majestuoso poema sinfónico.
De esta misma forma la obra originalmente compuesta por Mike Oldfield para grupo de rock, ha sido presentada en diferentes propuestas instrumentales. En lo personal me gusta mucho, de verdad me parece un trabajo impecable y digno de la idea original del compositor, la orquestación que hizo el compositor David Bedford, buen amigo de Mike Oldfield y compositor de aquella genialidad llamada Stara End, no sé si la recuerdes. Bedford hizo un excelente trabajo de orquestación en 1975. El estreno se realizó con la Real Orquesta Filarmónica de Inglaterra, que los ingleses identifican también con la Orquesta Nacional del Reino Unido, con la participación de Mike Oldfield en la guitarra, recordemos que si el maestro es un consagrado multiinstrumentista, su instrumento fuerte, sin duda, es la guitarra. La dirección corrió a cargo del mismo David Bedford.
Otras versiones muy buenas, al menos de las que yo tengo conocimiento, es una para dos pianos, otra para piano a cuatro manos y otra más para cuatro pianos. Sin versiones inmensas en donde se respeta, hasta las últimas consecuencias la idea original del compositor, y lo cierto es que Mike Oldfield siempre vio con agrado todas estas diferentes propuestas de Campanas Tubulares. Recordemos que nunca estuvo de acuerdo con que el inicio de su obra cumbre se utilizara con banda sonora de la película El Exorcista, lamentablemente muchas personas, seguramente sin mucho conocimiento de causa, identifican Campanas Tubulares de Mike Oldfield, como “la del exorcista”. Una verdadera pena, sobre todo porque no es toda la obra la que se usa en esa película, solo las líneas iniciales de una obra que en su conjunto dura casi una hora.
Pues que sirva como pretexto, con motivo de los cincuenta años de la obra maestra de Mike Oldfield, disfrutemos este fin de semana de Tubular Bells…como si necesitáramos de un pretexto. En fin.