Son alrededor de 30 cierres en el año de negocios dedicado a la venta de alimentos, comentó el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC), Everardo Martínez Marín.
A pesar de esto, insistió en que también han presentado ciertas aperturas, sobre todo los negocios que ocupan un mecanismo de reactivación después de un tiempo de no abrir sus puertas al público.
Comentó que el sector restaurantero cerrará definitivamente mal el
año actual, a pesar de contar en este tiempo decembrino una mejoría,
con la expectativa de que en este mes podrían presentarse aumentos de
hasta un 15 ó 20 por ciento, mientras que de forma global la pérdida
podría alcanzar desde un 15 a un 18 por ciento.
Sin tener una cifra exacta, concibió estas pérdidas en miles de
pesos, pero destacó que no hay un ánimo de optimismo para un repunte
tan amplio para lo que resta del año, debido a la propia situación que
se vive en materia económica dentro de todos los sectores sociales.
Los negocios que tengan mayor viabilidad y apertura podrán ofertar
paquetes con mayores facilidades para poder captar clientes y lograr
posicionar sus productos, agregando que los negocios que puedan
mantener sus precios serán los de mayor oportunidad para poder
sobrevivir por un tiempo más prolongado.
Para poder contrarrestar los efectos de la crisis económica y la
falta de liquidez, los propietarios de empresas están echando mano de
los créditos sobre todo de aquellos originados en la banca comercial,
destacó. No descartó que ahora en el mes de diciembre ocupen esta
modalidad para poder pagar los aguinaldos.
En cuanto la aprobación de la Ley de Ingresos del municipio de la
capital, asumió que aún no está completamente aprobada porque tiene que
avalarla el Congreso del estado, sin embargo, subrayó no contar en este
momento con las condiciones ideales para poder asumir un aumento en el
pago de las licencias especiales y reglamentadas.
Recordó que la anterior administración había presentado un proyecto
de pago de licencias, pero a petición del gremio restaurantero
realizaron algunos cambios para disminuir los costos que esto implica,
“había pagos desde 4 mil a 8 mil pesos dependiendo del giro”.
De esa forma, vio conveniente continuar con los mismos pagos o en su
caso un incremento máximo de la inflación anual que está calculándose
entre un 4 y 5 por ciento. Por lo que de aprobarse la Ley de Ingresos
con aumentos difíciles de pagar, estaría sumandos a los impuestos que
el paquete fiscal federal ya estipula.