He escuchado con atención varias críticas en torno a la masificación de la feria, algunos cuestionando si deberíamos replantearnos el cómo se realiza, en especial preocupados u ocupados, por la gran cantidad de personas que se aglomeran en algunos de los puntos de la feria. Y justo, esto es lo que quiero destacar: algunos puntos. Y es que no es lo mismo hablar del área de tamboras, de la isla San Marcos, o del corredor cultural que integran la plaza de la patria (jardín de las Jacarandas) la Casa de la Cultura, el Sótano Stallworth, el foro que monta municipio de Aguascalientes en calle Carranza; y el remate: el foro del Lago.
Tal vez es que, esos críticos, solo van justamente a escuchar tamboras en el andador J. Pani, porque efectivamente el área está rebasada y desbordada, y tal vez ahí sí tendríamos que hacer ajustes, enfocados a ingresos o mayor seguridad; pero incluso el desborde es solo en ciertos días y a cierta hora, probablemente solo viernes y sábados en la noche. Yo hace muchos años que dejé esos trotes, para concentrarme en el resto de la feria, rehúyo de esos borrachos que, bolsa de hielo y botella en mano, se aglomeran para escuchar la música de banda en moda, o de aquellos fantoches que aglutinan estas agrupaciones de vientos y metales para cantar a todo pulmón esta onda belicona que debo confesar me gusta pero me disgusta, tengo un conflicto con cantar canciones que, aunque pegajosas, hablen de la muerte y el dolor que nos ha dejado la guerra contra las drogas.
En fin, prefiero ir a lo cultural o a la oferta culinaria-diversión-familiar que es la Isla San Marcos, este espacio donde disfruto comprar los productos hidrocálidos, ver la expo ganadera y subir a mis hijos a los juegos. Debo confesar que en mi reciente visita, vi una modalidad maravillosa: carriolas con una adaptación para una hielera o las cheves. Del corredor cultural hay mucho que hablar, y es que si bien hay una gran tradición por hacer bien las cosas desde esta área, la actual administración del ICA, encabezada por Alex Zuñiga y un gran equipo, se ha volado la barda y nos ha dado un caleidoscopio de actividades culturales que retoman los dos premios hidrocálidos culturales de corte nacional (arte joven y poesía) y transitan por el resto de las bellas artes, con gustos para todos aquellos que preferimos esto a la demás farándula de la feria.
Lo que más he disfrutado hasta ahora, es a la Bruja de Texcoco, una artista multifacética que le da un nuevo sentido a la música folclórica mexicana, precisamente ahora que el mal llamado “regional mexicano” inunda las listas internacionales y aparece en talk-shows norteamericanos. Con un gran sentido de la plástica y una ejecución multi-instrumental, nos llevó a los espectadores a ser parte de su enorme espectáculo. Un plus de esta clase de foros (cuartel del arte): no es necesario formarse veinte mil horas para acceder, prácticamente llega uno a la hora del espectáculo. La mayoría con una cheve o un trago, disfruta a horrores a los artistas que aquí se presentan. Esto mismo pasa, aunque un poco más extenso, con el maravilloso Foro del Lago, que nos trae artistas de primerísimo nivel, sin las aglomeraciones multitudinarias; en este enorme foro he visto a Real de Catorce, Goran Bregović, Bebe, Armando Vega Gil y un largo etcétera. Este año me he perdido a ese enorme grupo de rock, probablemente el mejor de la actualidad, que es The Warning.
En suma, si usted es de esos que está cansado de los precios altos del palenque, de las aglomeraciones del área de tambora, de las largas filas de espera del Foro de las Estrellas, de los precios altos de los antros y restaurantes, o del pésimo ganado de los toros (lo dicen los taurinos) olvídese de la escena pop, vengase a la cultura donde gozará gratis de espectáculos y artistas, manifestaciones culturales, de primer mundo. Esperemos que este ICA, mantenga este paso firme y decidido en pro de los derechos culturales de los hidrocálidos.