En toda experiencia de construcción resulta indispensable el concepto de “nexo”. Imposible imaginar la elaboración de un arco sin el punto crítico del nexo que lo une; el modesto sastre o el sofisticado modista requieren decidir en qué punto se fija el nexo que conjunta las partes convergentes de la tela; el fabricante de tubos debe establecer el diámetro y longitud de un cople; el orfebre decide en qué sitio de su vasija encaja el mango o un ornamento; el cirujano diagnostica el punto de unión/nexo de una prótesis o una sutura; y así en toda acción aplicable. Nosotros, aquí, necesitamos establecer el nexo conceptual y lingüístico capaz de vincular la teoría de las Esferas y Espumas de Peter Sloterdijk con el propósito de emitir Políticas Públicas para el Estado mexicano, en el futuro superviniente.
Este nexo, epistemológico y socio-lingüístico, es un binomio: Mimo (Alem. Verwöhnung, atención, cuidado, dedicación, regalo, halago, obsequiosidad, confort, bienestar, comodidad… En México empleamos, cariño); e, “Impulso hacia arriba”. – Elementos que el autor desarrolla principalmente en su obra Esferas III, Capítulo 3. Impulso hacia arriba y mimo. Opus cit. Ed. Siruela, Loc. 9599). “Hubo un tiempo en el que la pobreza fue el (…) factor determinante de todo, evidentemente hoy ya no lo es (…) Puede que hoy sean serios los problemas de una sociedad que vive en la superabundancia, que no se comprende a sí misma, puede que incluso pongan en peligro su riqueza. Pero seguramente no son tan serios como los de un mundo pobre, en el que los simples mandamientos de la necesidad excluyen, efectivamente, el lujo de malas interpretaciones, pero en el que lamentablemente tampoco puede encontrarse solución alguna”. John Kenneth Galbraith, La sociedad opulenta.
- Sloterdijk define su postura: “La antropología filosófica no ha dado un paso hacia delante desde Herder y, en esquema, es el mismo modo de ver las cosas que yo quiero desarrollar con los medios de la ciencia moderna, (Loc. 1005, Subtítulo 2. La ficción del ser-de-carencias). Por otro lado, surgido del sistema del autor Gehlen, aparece el concepto de “descarga”/Entlastung: descarga de peso, de la sobrecarga estructural del ser humano, alivio de tensiones por el lujo de vivencias, etc. // Correspondiente al “aligeramiento” (Erleichterung) general del que se viene hablando en estas páginas como señal característica del ser humano en la modernidad. (Loc. 12474). – Postula que la vida, tanto somática, psíquica como socialmente, sigue la inclinación a instalarse en condiciones de funcionamiento de una bien temperada banalidad; condiciones que se describen, psicológicamente como habitaciones y, antropológico-culturalmente, como instituciones. (Loc. 10130). // Y se concluye diciendo: “Evidentemente, no es, pues, un ser de carencias originado por la evolución el que preocupa al antropólogo; se trata del ser de lujo que es el ser humano, cuyo mimo constitutivo y protuberancia caprichosa le resultan inquietantes al máximo. (Loc. 16161).
Concepto clave para la Naturaleza del impulso hacia arriba. (Ver. Opus cit., Subtítulo 5. Loc. 10612). El concepto tiene como punto de partida el tiempo de gestación del embrión en el útero de la madre. Y se anota esta característica: “De acuerdo con su contenido monstruoso habría que decir, sin ambages, que en los seres humanos el nacimiento normal posee la cualidad de una interrupción del embarazo dictada por la naturaleza. // Se explica que el tiempo en la cuna requiere del cuidado y dedicación de la madre, para su término y feliz desarrollo. (Loc. 10628). Se trata de una estancia en el exo-útero. – Hay que acostumbrarse a la irritante verdad de que en la antroposfera, incluso en el caso de la paternidad natural, la adopción tiene primacía sobre el parentesco biológico. Incluso los padres naturales tienen que aceptar a su propio hijo como hijo para que en el ámbito psicosocial llegue a ser aquello que ya parece ser biológicamente. (Loc. 10659).
La civilización es sinónimo de capacidad de adopción. Para elevar el fenómeno a nivel categorial, la civilización sería, pues, el prototipo de las funcione de alomadre. (Loc. 10691). En ello se implica el Estado de beneficencia. Gracias al tránsito a la modernidad en la affluent society, se ha podido llegar a una liberación masiva de las mujeres de sus definiciones tradicionales de roles; con ella se llevó a cabo una revisión fundamental de los estereotipos inmemoriales del sentido y la función de la maternidad. (Loc. 10710).
Es en el Subtítulo 8. Deseo inmanente, novela de Fausto y democratización del lujo, (Loc. 11168), donde el autor exhibe su crítica más contundente a las tendencias de apropiación de los recursos económico-financieros del Estado. De ahí el interés de la Era Moderna en figuras de carácter en las que se realice la belle Alliance de desear, poder, tener, hacer y disfrutar. (Loc. 11180). A este fenómeno le llamamos retroscendencia del mimo: con Fausto la subjetividad moderna activista del consumo y la vivencia entra en el escenario histórico-motivacional. (Loc. 11186). Mefistófeles (que Fausto adopta como cómplice del deseo), delata más que todo el resto del stand históricamente limitado de los poderes mimo y atención. Así, se acerca uno a la figura del diablo cuando se reconoce en ella un prospecto publicitario de un nuevo mimador poderoso. (Loc. 11193).
La voluntad de ser capaz es la que distinguirá al ser humano operativo y operable de la Era Moderna. Un punto crítico-central que nos lleva a ponderar nuestra (me refiero a la sociedad mexicana y su actual gobierno), a la adopción de esta ILUSIÓN FÁUSTICA… como promesa transformacional de Morena, hoy, y… para mañana. Afirma el autor: – Aunque las nuevas realizaciones del deseo se revelen abiertamente como acciones criminales cuentan con la simpatía del lector porque aseguran el principio de redistribución. (Loc. 11305).
// Esta notación, para mí, es de suma importancia; porque ahora no ponemos el foco de atención en el líder carismático y su movimiento, sino en ese colectivo que le acoge, lo adopta y le brinda el respaldo en la praxis política para que encabece precisamente su misión de “regenerar” el sistema político y el conjunto social del que se ha adueñado o impuesto. Digámoslo con claridad, aquí sí importa el conjunto social que avala todas y cada una de las acciones del gobierno al que brinda confianza y popularidad suficiente, como para que imponga su paradigma así sea totalitario, unipersonal, centralista, divisor radical de la Nación, y finalmente satánicamente maniqueo…. ¿Fausto? Sí, en toda la línea y figura.
In suma, todo era material robado o tomado en préstamo (…) El doctor Fausto vive, así, una vida epicúrea día y noche, no cree que haya un Dios, infierno o demonio. (Loc. 11217). // En este punto, conectamos el manifiesto desprecio del actual Titular del Poder Ejecutivo, para construir un auténtico Tesoro o fondo del Erario Público, sino una “bolsa”, a la que arbitrariamente lleva todo lo que decide, y de desde la cual gasta todo en lo que le place. Esta forma de explotar la “riqueza de la Nación”, es en esencia un procedimiento “fáustico”, de cruel despojo de los fondos dedicados de la sociedad, a través de su orden Constitucional, para dedicarlos -sin pena, ni esfuerzo, ni atención y cuidado, en los intereses de sobrevivencia de su hegemonía, por más que esté inspirada en el modo Mefistofélico de ser y actuar. ¿O, cómo interpretar el actual despilfarro del Erario y el desfonde de institutos consagrados por normas constitucionales? – Estos son los puntos en los que hay que rediseñar las Políticas Públicas que habrán de venir.
Lo fascinante es perceptible aún tras siglos: Fausto es el hombre que a mitad de la vida descubre el truco de todos los trucos: el camino corto a la riqueza, sin trabajo, y, con ello, al salto del deseo al disfrutar. (Loc. 112031). –(…) Gracias a métodos mágicos avanza a saltos hacia los resultados, sin tener que soportar la larga marcha a través de la producción y del trabajo honrado. (Loc. 11231). // Anoto, no sin avistar la gravedad que ello implica, que desafortunadamente es aquí que estamos instalados, ahora. // El colectivo social que ha escuchado y sigue ciegamente el canto de las sirenas, espera su futuro de mimo y bienestar, no por los medios rigurosos de la transformación, el intercambio y la circulación, sino por el aplauso al regalo FÁUSTICO de un bienestar mágico, sin tener que poner las condiciones de posibilidad histórico-económicas-prácticas que ello implica. Por ello la “popularidad”, por ello el aplauso acrítico, por el la pasión de que se “anulen” los anteriores ricos explotadores. Mmmm, un tema por demás genético de una riqueza que, así, jamás llegará. Seguiremos abordando este punto nodal.