En el gran, aunque intenso, recorrido que hemos realizando para pensar nuestro ser aquí y ahora, en materia de coexistencia humana y conviabilidad que, necesariamente, nos arroja de cara a la política, tal como la experimentamos y modelamos día con día en nuestras respectivas esferas de cobijo e intersubjetividad -familia, escuela, centros de trabajo, plazas públicas, iglesias, redes sociales, núcleos culturales, etc.-, nos hemos topado con una opción diferente, muy alejada de las soluciones monolíticas, cosmocéntricas, englobantes del todo y de lo uno. Se trata de una visión del mundo que aplica su saber a la estructuración plural y multimodal de la vida.
Hemos transitado ya por un pasaje, cuyo punto de llegada nos condujo a la concepción del conglomerado humano como una esfera de información, híbrida, global-tribal, que nos encerraría a todos nosotros, como miembros dichosos y obligados de la ‘familia humana’, en una única membrana universal, (Esferas II. Globos. Loc. 247), la imagen del planeta como aldea de Marshal McLuhan, quien nos deja precisamente en el nuevo punto de partida que ahora configura Esferas III, Espumas, de Peter Sloterdijk; pensador que nos ofrece una teoría de la época actual bajo el punto de vista de que la vida se desarrolla multifocal, multiperspectivista y heterárquicamente. Este explosivo punto de partida arranca a partir de una definición no-metafísica y no holística de la vida; su inmunización ya no puede pensarse con los medios de la simplificación ontológica, de la recapitulación en la esfera-todo lisa, dice el autor, (Op. Cit., Nota. Loc. 266).
Para hacer despegar este cohete desde la nueva plataforma, Sloterdijk afirma que aquel posibilitaba la integración de la humanidad en una comunidad psíquica supertribal. – En tanto que él se cuestiona: ¿Quién puede ignorar que aquí se enseñaba una vez más, y quién sabe si no por última vez, la unidad de aldea global e Iglesia? (Ut supra. Loc. 258). // Y comienza por avanzar una respuesta precautoria: – “La biosofía acaba de comenzar su trabajo, la teoría de las atmósferas se acaba de consolidar provisionalmente, la teoría general de los sistemas de inmunidad y de los sistemas de comunidad está en sus inicios… (Loc. 279).
Yo avancé mi aportación sobre lo que señalé como tres puntales de conocimiento que cimenten una nueva plataforma de lanzamiento de Políticas Públicas benéficas, viables y sustentables para el futuro de México, mismos pilares que Sloterdijk se ocupa personalmente de relativizar, no permite echar las campanas al vuelo, y como un director de cine avezado, no permite que resuenen las trompetas para anunciar la entrada del emperador que porta en sus manos el cetro real y una esfera coronada por una cruz de oro; de hecho, evita de inicio caer en aquello que critica: el monocentrismo y la superinflación de esferas colectivas que todas miren y atiendan un centro único, absoluto. Verdaderamente él da un salto cuántico a lo intuitivo de la vida en la multidiversidad de sus manifestaciones, así como en la pluralidad de figuras que es capaz de generar…. Incluyendo aquello de las espumas en un pleamar, que borbotearon desde aquel caldo primordial, donde inició.
Nosotros, dice el autor, con la ayuda de la metáfora de la espuma, pretendemos ocuparnos de una república de los espacios, (Id. Loc. 270). En donde los análisis del tercer volumen nos impulsan hacia otra deriva. Si esto es así, la relación entre saber y vida hay que repensarla mucho más ampliamente aún de lo que se les ocurrió hacerlo a los reformistas del siglo XX. Sólo algo está claro: donde se lamentaban pérdidas de forma, aparecen ganancias de movilidad (Loc. 287). La festiva imagen de la espuma nos sirve para recuperar posmetafísicamente el pluralismo premetafísico de las ficciones del mundo. Ayuda a internarse en el elemento de un pensar diverso… (Loc. 294). Para mi propósito es muy significativo cómo Sloterdijk también introduce un viraje en el papel de la Sociología: – La sustitución de la sociología por la teoría de las redes de actores es una hipótesis con poca recepción aún…”. (Ibidem. Loc. 283). Para su corroboración, me permito insertar un presagio, esta emergencia de nuevos actores sociales habrá de cobrar vigencia en la aparición de la sociedad civil en la escena política de México.
Esta última notación deja muy en claro los puntos co-terminales entre lo viejo y lo nuevo. Como concluyendo, la metafísica que englobó todo dentro de una membrana única superinflada, al infinito, ahora da pie a un saber pre-metafísico que ayuda a internarse en un pensar diverso. – De este pretende dar cuenta precisamente en la secuela conclusiva de Esferas III. En el Prólogo, se ocupa a profundidad de sondear el ser efímero de la “Espuma”, primer apartado, aire en lugar inesperado. En cuya exploración a partir de los datos que arroja la ciencia física, y mejor aún la Biología molecular, mediante un recurso analógico va perfilando los conceptos teóricos de esta nueva “bio-sofía”.
Cuya nueva categorización intelectual que nos permite identificar: A) La tipología discursiva del lenguaje contemporáneo. – Las rabiosas demandas vacías de los muchos descontentos con la política o, mejor aún, con todo: burbujas de lenguaje, originadas por remoción en los receptáculos de ilusiones colectivas. (Prólogo. Aire en lugar inesperado. Loc. 440). – Los rastros incriminatorios. – Cuando aparecen oquedades en el poder dejan huella de frases reventadas. //Lexicon incontrastable del líder político y autoridad moral de la 4T.
Nota característica: – Lo espúmeo existe -se escucha decir a los informados- sólo en autorreferencia vacía, no produce más que episodios, nunca hace más que abombarse y desplomarse (…) es la anécdota que ha llegado al poder. // Fenómeno social que acompaña a la subida de la ola del movimiento bajo la égida de AMLO.
- B) Segundo apartado, Interpretación de la espuma. – Marca un cambio de época. – Por su posicionamiento en el lugar epistemológico, en el que había de tener lugar la afluencia común de las filosofías tardoidealistas-románticas del inconsciente con las concepciones-mecanismos científico naturales y técnicas, la vanguardia psicoanalítica consiguió formular un concepto simbólico que permitía una nueva mirada a lo inaparente. (…) En tanto que hizo legibles síntomas psíquicos como si se tratara de textos, Freud pudo convertirse en un “Galileo del mundo interior de hechos””. (Loc. 482). – En él afluyeron en contra del idealismo metafísico, junto con las irritaciones precedentes de las críticas a la superestructura tanto marxistas como positivistas. // Efecto histórico: – Ahora lo no-significativo podía saldar viejas cuentas con lo significativo. Desde entonces los sueños ya no son espumas (…) suscitan la formulación de hipótesis sobre las leyes a las que están sujetos el desarrollo de síntomas y la efervescencia de imágenes interiores. (Loc. 498). Conclusión: – Más allá del giro “micrológico” habría que hablar del descubrimiento de lo indeterminado, gracias al cual -quizá por primera vez en la historia del pensamiento- lo no-nada, lo casual y informe han conseguido conectar con el ámbito de las realidades teorizables. (Loc. 523). Cerramos una época de menosprecio de lo insustancial que conduce a una filosofía amaestrada, en la que actúan las viejas inercias.
- C) Primeras inferencias. – Habrá que esperar que las espumas no consigan también su emancipación. – Con Ernst Bloch en su -tras éxitos primeros, casi vuelta a olvidar- ontología política de la capacidad humana de anticipación disolvió la constricción de la interpretación freudiana de los sueños a estratos de significación nocturnos y regresivos para otorgar al sueño diurno dignidad como potencia utópica y fuerza proyectiva que establece realidad. (Loc. 550).
Una ontología política de los espacios interiores animados.
Y por tanto, – En el lenguaje de nuestro ensayo la interpretación de la espuma ha de negociarse bajo el nombre de poliesferología, o ciencia ampliada de los invernaderos. (Loc. 564). Por lo que no puede quedarse en mera hermenéutica, ni detenerse en el desciframiento de signos. Sólo entra en materia como teoría tecnológica de espacios humanamente habitados, simbólicamente climatizados. Por tanto, esta teoría heterodoxa de la cultura y la civilización puede encontrarse, por el momento, en la astronáutica tripulada, pues en ninguna otra parte se pregunta radicalmente por las condiciones técnicas de la posibilidad de existencia humana en cápsulas que mantengan la vida. (Loc. 566).
- D) El tercer apartado o Espumas fértiles– Interludio mitológico. Recuperación que se remonta a Hesíodo (700 a.C) quien logró hacer la liaison entre espuma y potencia generativa, por su relato del nacimiento de la espuma de la diosa Afrodita (“aphros”/ espuma) (Loc. 590). De lo que podemos comentar que: – Así como una posterior metafísica del espíritu atribuye de vez en cuando al logos generador del mundo el atributo de spermátikos, la poesía presocrática ya conoce en este punto un “aphros spermátikos, una espuma con potencia de engendrar y dar a luz, a la que son inherentes cualidades-matrix, (Loc. 653).
Lo que nos lleva a una inferencia clave, para nuestro propósito: – El concepto de “aphrogenia” que nos lleva a preguntar también por el surgimiento del ser humano a partir de lo aéreo, mezclado e inspirado. En lo que sigue queda por mostrar que la espuma -en un sentido de la palabra aún por consolidar- constituye la matrix de todos los hechos humanos en su totalidad. We are such stuff the foams are made on. (Loc. 740).
Esta notación última nos lleva, efectivamente, a una definición de la espuma -aunque sea aún en sentido precautorio- en tanto que matrix de gran alcance y con un amplísimo espectro comprensivo. (Loc. 748). Lo que nos lleva a un nivel interpretativo superior que viene a ser el registro antropológico. Asunto que nos llevará a un tema climático, para nuestra indagación, y que se constituye en Espumas Humanas. Tema que ocupará nuestra atención en la fase final de nuestra construcción noética, a ser llevada a una cierta epistemología desmitologizante del aislacionismo polarizador y maniqueo de las tendencias populistas actuales tanto en la praxis como en la ciencia política. Con pretensión de hegemonía excluyente y autoritaria.