Muchas veces se ha hablado del tema de la naturalización en el deporte mexicano, sobre todo en el fútbol. El caso más reciente es el de Funes Mori con la Selección Mexicana, que gracias a ello pudo asistir al Mundial de Qatar 2022; en muchas ocasiones se hacen estas cosas porque creemos que van aportar más, pero su caso no fue ese ya que apuntaba para ser el delantero titular y solo jugó doce minutos; caso muy parecido al de Guillermo Franco en Alemania 2006 y Sudáfrica 2010 o Antonio Naelson Sinha en Alemania 2006.
Casos muy diferentes pasan en otros deportes como en el béisbol, ahora que está el Clásico Mundial de Béisbol mucho se ha hablado de Randy Arozarena, pelotero cubano que es naturalizado mexicano y es la sensación actual en la plantilla mexicana, para que vean su impacto, se ha hablado más de él, que de Julio Urías, lanzador de los LA Dodgers.
Cuando México se jugaban el pase a los cuartos de final en contra de Canadá, apareció el naturalizado para conectar cinco carreras y llevarse la victoria por marcador de 9-2; en total, Arozarena lleva nueve carreras producidas, convirtiéndose en el máximo jugador en ese rubro, lo que lo convierte en la figura principal del cuadro mexicano.
Hay que recordar que en 2021, el beisbolista subió un video a redes sociales en el comentaba que le ayudarán a comunicarse con el presidente para que le diera su nacionalidad y poder asistir al Clásico Mundial para agradecer algo de lo mucho que hizo su país adoptivo por él, cosa que dos años después ocurrió porque recordando, es de nacionalidad cubana. Aunque usted no lo crea, Andrés Manuel López Obrador ha hecho algo bueno en su mandato, agilizar los trámites para darle la nacionalidad mexicana a Randy Arozarena. “Los aficionados me hacen sentir feliz cada vez que me aplauden, cada vez que corean mi nombre en todo lo que hago. Trato de dar el 100 por ciento en el campo y ellos se sienten bien representados por mí. Eso me hace jugar al 100 por ciento de mi capacidad”, fueron las palabras del jugador.
Otro deporte es el basquetbol, que va a jugar la Copa Mundial de Baloncesto FIBA 2023, es México por segunda ocasión desde 1978 y el gran caso aquí es si el naturalizado, Juan Toscano Anderson, es incluido en los “12 guerreros”. Lo que tenemos claro es que aportaría de una forma impresionante al equipo ya que siendo campeón de la NBA con los Golden State Warriors, de haber compartido cancha con Lebron James y ahora en Utah Jazz siendo compañero de Lauri Markkanen, el mexicoamericano ha elevado su juego a un alto nivel; además, por ser naturalizado y reglas FIBA, obligaría a prescindir de alguno de los dos pilares de la plantilla de Omar Quintero, Daniel Amigo o Josh Ibarra, que también son mexicoamericanos. “Las puertas están abiertas para todos los jugadores. En esa posición tenemos a tres mexico-americanos: Toscano, Amigo y Josh Ibarra. Decidiremos qué es lo mejor para México. Llevar al mejor equipo. En su momento vamos a decir quiénes son los que van a ir, qué posiciones necesitamos más. No se trata de que seas un jugador de NBA o Euroliga, sino de que sea lo mejor para el equipo”, fueron las palabras del entrenador de la Selección Mexicana de Básquetbol.
A final de cuentas naturalizar a extranjeros no es tan malo como se piensa porque de cierta manera aportan algo nuevo a los equipos, pero que mejor cuando sienten los colores verde, blanco y rojo y lo demuestran dentro de su respectiva cancha, la afición mexicana siempre los va a respaldar mostrándoles su cariño, aliento y aplausos, claramente no todos van a ser una buena opción.
Randy Arozarena wants to send Team Mexico to Miami! #WorldBaseballClassic pic.twitter.com/93T44wXaAt
— MLB (@MLB) March 15, 2023