Nada afecta tanto a Andrés Manuel López Obrador como no ser el centro de atención, acostumbrado a marcar los temas de la agenda pública, a establecer de lo que sí y lo que no se debe hablar, la concentración ciudadana en defensa del Instituto Nacional Electoral es un golpe al ego gigantesco de quien cree que encarna a la Patria misma.
La obcecación del presidente en la construcción de su imagen lo hace inventar otros datos para que la realidad coincida con sus deseos; su talante autoritario lo impulsa al juicio simplón y el insulto, ante el anuncio de esta segunda marcha, López Obrador se obstinó en generar un discurso para descalificar las intenciones de sus adversarios, para transformar la voluntad y derecho de miles de ciudadanos de defender al INE, en una práctica corrupta y complicidad con el crimen organizado, todas las mañanas, desde la conferencia matutina, se falsearon los motivos de la concentración y se calumnió a quienes participaran en ella. A López Obrador no le importó denigrar la investidura presidencial mintiendo abiertamente.
La concentración del domingo es una derrota de la influencia que López Obrador cree tener sobre toda la población, muestra con claridad que sus índices de popularidad no necesariamente reflejan estar de acuerdo con sus acciones de gobierno y cuestiona la efectividad del adoctrinamiento que el presidente llama revolución de las conciencias.
El martes 29 de septiembre del 2020, López Obrador aseguró que una de las razones que lo llevarían a abandonar la presidencia de inmediato, sin esperar la revocación de mandato, sería perder el apoyo popular y que se organizaran protestas en su contra, “a la primera manifestación de 100 mil personas y que yo vea que en las encuestas ya no tengo apoyo, a Palenque, Chiapas, ni siquiera espero la revocación de mandato. Ahí nos vemos porque tengo principios e ideales”. La guerra de cifras ya ha empezado, hay quien asegura que fueron medio millón de asistentes, una gran cantidad de medios indican que se rebasaron los 100 mil participantes y el oficialismo seguro colocará la cifra en los 99 mil, para no meter en problemas al presidente.
Más allá del Zócalo de la Ciudad de México, en donde se desafió a López Obrador al llenar la plancha frente a Palacio Nacional, fueron miles de ciudadanos los que se manifestaron este domingo en defensa del INE, en 120 ciudades de México y el mundo.
En Aguascalientes, otra vez se volvió a llenar la Plaza de la Patria, a pesar de las descalificaciones del presidente e incluso en contra de quienes descalifican la manifestación porque la mayoría no sabe en qué consiste el Plan B, así de influyente es la maledicencia de López Obrador, con su discurso diario ha logrado que no se tomen en cuenta los efectos del llamado Plan B, que ya están en riesgo los empleos de más de 6 mil funcionarios electorales, se desaparezcan las 300 juntas distritales, se eliminen el PREP y los conteos rápidos y se ponga en riesgo la información personal de quienes cuentan con una credencial para votar al entregarla al gobierno.
Evidentemente, no todos los que participaron en las concentraciones del domingo son expertos en materia electoral, pero basta entender los efectos negativos de modificar al INE a poco más de un año de la elección presidencial o la pérdida de miles de funcionarios capacitados para manifestarse en contra del Plan B; y esos fueron los más que salieron a la calle, en Aguascalientes, como en la ocasión anterior no se trató de un plantón en contra de López Obrador, si bien por ahí apareció un pequeño grupo del FRENA, el reducido grupo tuvo a bien esperar a que finalizara la concentración para hacer el ridículo de pedir la destitución del presidente; tampoco fue una manifestación de gente bien y bonita, como el resentimiento morenista quiso hacer creer, la diversidad y las diferencias entre los participantes fueron más que obvias y estuvieron concentrados en un sólo propósito: defender al INE.
Las teorías disparatadas acerca de los malévolos motivos de los organizadores se disiparon, al menos en Aguascalientes, ante la participación de militantes de varios partidos políticos que respetaron el propósito de la concentración, no sólo eso, predominó que las demandas estaban dirigidas a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que se declaren inconstitucionales los cambios a las leyes del Plan B y las consignas a favor del instituto electoral.
La mentira inventada por López Obrador acerca de que era una concentración a favor de los corruptos y criminales, apenas y alcanzó, en Aguascalientes, para que un morenista gritara “Viva García Luna”, en un evidente acto de provocación que sólo recibió algunas risas de quienes vimos pasar corriendo al gritón.
Sin que fuera el propósito principal de la concentración, su logro más evidente fue exhibir las mentiras del presidente, lo ridículo de sus denostaciones, López Obrador no ha logrado el establecimiento de un pensamiento único, y eso genera esperanza para seguir votando en libertad.
Coda. ¿Importa lo que diga López Obrador en la conferencia matutina acerca de la marcha? No, no debe importar, no se le debe hacer eco a la descalificación de un narcisista autoritario, lo que sigue es centrar la atención en la autonomía de los poderes, a que la Suprema Corte de Justicia de la Nación cumpla con su función y garantice la defensa de la Constitución.
@aldan