Durante la semana pasada, la Organización internacional del Trabajo, en voz de su director general, Juan Somavia, declaró en Suiza que si no se toman las medidas necesarias, la crisis del empleo resultante de la contracción económica a nivel mundial podría durar un periodo de entre cinco y hasta ocho años después de la recuperación.
Al respecto, el diputado local panista, Jaime Gallo Camacho, presidente de la comisión de fomento cooperativo y economía social en el Congreso, comentó que uno de los principales problemas en nuestro país, fue que los esfuerzos se abocaron a prevenir la desaceleración económica en materia financiera, pero que no se intuyó que, al haber una caída de consumo en Estados Unidos, esto afectaría a los empleos en México, dado el alto nivel de dependencia de exportaciones hacia esa nación.
Gallo Camacho apuntó que aproximadamente entre el 70 y 80 por ciento de nuestras exportaciones –según el sector económico- dependen del vecino país del norte, por lo que en México, el problema del empleo se vincula directamente a la falta de consumo de los productos nacionales en otros países.
Indicó que entre las medidas que se deben implementar, se encuentra impulsar el desarrollo de la competitividad en las empresas, por medio de la creación de personal con multi habilidades, esto es, capacitar a los trabajadores para que puedan cumplir con varias funciones, “y que haya un proceso de conversión en las mismas empresas para que con el mismo personal puedan seguir sorteando el desarrollo de su actividad”.
Apuntó que hay programas por parte del gobierno federal que impulsan esta medida, los cuales son principalmente canalizados a través de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), y que que por ejemplo, incluyen “recursos de hasta 500 pesos por hora para la capacitación de los trabajadores y un tope de hasta 300 horas”, por lo que invitó al sector empresarial a acercarse a los mismos.
Agregó que se debe fortalecer el lazo de vinculación entre los sectores productivos y las instituciones educativas, “porque ha sido una ficción el tema de la vinculación por muchos años”, acusando que los comités dedicados a esta tarea, sólo han servido para tomarse la foto en firmas de convenio que en la práctica no se ve materializado en un esfuerzo real que permita la involucración directa de los estudiantes en los procesos de las empresas, que pueda promoverles la generación de empleo posterior.
Enfatizó en que los esfuerzos se deben de abocar al fortalecimiento de este vínculo, el cual debe estar orientado “al desarrollo de tecnología, a resolver problemas prácticos en las empresas, a generar mayor empleo en el ámbito empresarial”.
Agregó en que las instituciones educativas también deberán de voltear la mirada hacia las pequeñas y medianas empresas, apuntando que el modelo de cooperativas se ha dejado de lado de una manera importante.
Señaló que es importante que se desarrolle este tipo de modelos en el que las empresas tienen un carácter social, “en el que los propios trabajadores son dueños de la empresa y son los que se hacen cargo de la permanencia de ésta en el tiempo, y que las decisiones sean de carácter colectivo y no el dueño del capital sea el que decida por el futuro de todos los trabajadores”.
Por último, apuntó que de esta manera se podría dar un nuevo impulso a la economía, en la medida en que en las empresas se valore no sólo el capital, sino que el propio trabajador, por ser la unidad fundamental de las mismas, pueda formar parte del comité tomador de decisiones.