El problema de la plaga de moscas no le concierne directamente a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Recursos Naturales, Pesca y Alimentación (SAGARPA), sin embargo ellos colaboraron con la fumigación en las zonas agrícolas y ganaderas, aseguró Manuel Reed Segovia, delegado de la secretaría.
El delegado agregó que en realidad hay una gran variedad de especies de moscas, que en cierta medida dependen mucho de los lugares en los que se reproducen: las domésticas, de ciudad, de establo; sin embargo, las características de las zonas desérticas como Aguascalientes, aunadas a las actuales condiciones de temperatura, favorecen la reproducción de estos insectos.
La SAGARPA realizó estas labores de fumigación con apoyo del Instituto Nacional del Agua (INAGUA), la Comisión para el Desarrollo Agropecuario del Estado de Aguascalientes (CODAGEA), y el Comité de Sanidad Vegetal de Aguascalientes (CESVA), aplicando alrededor de 300 litros de insecticida rebajados en agua.
En esta acción, dijo el delegado, ellos no invirtieron recursos, pues ya están destinados para sus propias operaciones. Fue más bien a través de gobierno del Estado como se obtuvieron los recursos para la compra de insecticidas, aceites y aplicadores, con los que se fumigaron 16 hectáreas con zipermetrina y 10 hectáreas con diazinon. Ninguna de estas dos sustancias es nociva para alguna de las especies animales encontradas en los establos.
La especie que hasta ahora han encontrado, al parecer, es mosca urbana, que vive entre 10 y 15 días pero, antes de morir, ovocita alrededor de 15 mil huevos, los cuales, no tienen contacto directo con los insecticidas aplicados, sobreviven. Los niveles de reproducción de esta especie, son muy altos.
Para la fumigación se organizaron cuatro equipos, cada uno integrado por un técnico y dos ayudantes; se transportaron en camionetas pick up, portando dos tanques con capacidad de 200 litros, equipos de protección para los aplicadores y un aparato de aplicación. Colocaron además costales impregnados con un cebo mosquicida que atrae a las moscas y funciona por ingestión.
En cuanto al manejo de los establos, Manuel Reed dijo que aunque los técnicos dieron algunas recomendaciones estrictas a los productores, es necesario que ellos tomen la parte de responsabilidad que les corresponde para, de esta forma, disminuir los riesgos que hay de que estos espacios sean propicios para el desarrollo de poblaciones de moscas.
El funcionario federal dijo también que, hace unos años, los establos se fueron a un lugar apartado de la ciudad, sin embargo los niveles de crecimiento han rebasado ya la expectativa y los límites de la ciudad están llegando ya muy cerca de las zonas donde están los establos; en este caso, habría que revisar además del código urbano otros aspectos como los arroyos que no se encuentran en las condiciones de sanidad deseables y las áreas donde se encuentran plantas de tratamiento de aguas, que pueden también ser focos de atracción para estos insectos.
En el caso de los productores, la aplicación de insecticidas ahora correrá por su cuenta, además de las acciones de sanidad. Estas últimas deberán aplicarse ya de manera periódica, independientemente de la plaga.