Don Max
La madrugada del martes falleció Justino Ponce, quien durante décadas estuvo detrás del mostrador de una de las loncherías más famosas de la capital de Aguascalientes. La lonchería Max debe su nombre a Maximino Ponce, quien inició el negocio familiar por primera vez en la Feria Nacional de San Marcos, de ahí pasó una breve temporada en la esquina de Palacio Municipal, adquirió notoriedad al mudarse a Madero, cuando era uno de los pocos lugares donde los noctámbulos podían comer, ya con Justino Ponce al frente del negocio, la lonchería se mudó a la esquina de López Mateos y 16 de septiembre, en donde estuvo hasta julio del 2020, ya que, como contó Justino Ponce la crisis provocada por la pandemia de Covid-19 le pegó con tubo al negocio y tuvo que mudarse de nueva cuenta a Circunvalación Poniente 1002, a un costado de lo que fue La Quemazón. Con el fallecimiento de Justino Ponce se cierra un capítulo de los prestadores de servicio protagonistas de la noche en la capital, descanse en paz.
Necrófagos
Así se les llama a los carroñeros, los animales que consumen cadáveres sin haber participado en la caza, como los buitres, cuando la oportunidad aparece, algunos carnívoros cazadores se vuelven carroñeros, como las hienas, o cuando la incapacidad los deja sin presa, como el locutor José Luis Morales, quien en su programa de radio utilizó la muerte de Justino Ponce para acusar a Lorena Martínez de haber perseguido al comerciante, en nombre de la gente buena de Aguascalientes, José Luis Morales se fue contra la titular del Instituto de Educación acusándola de “hacer negocios con los gasolineros de todo el país” y, al mismo tiempo, tratar de perjudicar a Don Max; con su característico estilo vomitivo, el locutor se inventó una campaña planificada desde la Ciudad de México por la Profeco con la que Lorena Martínez dañó el negocio de Justino Ponce.
Comunicación Social
El carroñero José Luis Morales y su grupo de lacayos que difunden este tipo de mensajes están desesperados porque los gobiernos les han cerrado la llave, desde la administración de Martín Orozco Sandoval, cuando se cancelaron los contratos millonarios que el locutor se embolsa para hablar bien de quien pueda pagarlo y, actualmente, con la entrada en vigor en diciembre de la Ley General de Comunicación Social, están detenidos los convenios publicitarios, ya que limita el gasto en publicidad al 0.1% del presupuesto de cada uno de los poderes de la Unión, así como de los estados, los municipios, los órganos autónomos y toda dependencia o entidad del Estado; para el gobierno de Andrés Manuel López Obrador esta ley lo ha afectado poco, porque ese porcentaje representa unos 8 mil millones de pesos que puede repartir entre los medios que lo alaban, en cambio, para estados y municipios los ató de manos y ahora los equipos jurídicos de esos niveles de gobierno están viendo cómo controvertir esa ley; mientras eso ocurre necrófagos y sirvientes buscan como extorsionar a los funcionarios para que suelten prenda de su propio bolsillo.
Memoria
Vale la pena recordar que lo que ocurrió en 2014 para no tragarse las mentiras de José Luis Morales, en ese entonces Lorena Martínez era titular de la Procuraduría Federal del Consumidor y en Aguascalientes, Patricia Valadez Bustamante era la delegada de Profeco, quien visitó Don Max para indicarle a Justino Ponce que, en respeto a los derechos del consumidor, debía de exhibir los precios de los productos que vendía, Justino Ponce justificó la falta indicando que llevaba toda la vida sin colocar una lista, argumentó que ya era una tradición que de acuerdo al sapo la pedrada a la hora de entregar la cuenta y que los comensales aceptaban con gusto esa práctica, pero la exhibición de los precios está en la ley y, finalmente, Justino Ponce se tuvo que alinear, como cientos de negocios en Aguascalientes y el país.
Extremos
Los extremos se tocan, los infundios del carroñero Morales siguen los mismos pasos basados en la mentira con que los fieles de la Cuarta Transformación acusan de chayoteros a los medios que no alaban a Andrés Manuel López Obrador, con base en suposiciones y llenos de prejuicios dejan a un lado los hechos para dar paso a lo que intuyen; en el caso de José Luis Morales es obvia la intención, ya lo dijimos, el chantaje, mientras que los tetratransformistas emplean los mismos métodos para defender lo indefendible, para hacerse de la vista gorda ante los actos de corrupción de los rateros que juran por la virgen Morena que ellos son distintos, pero tienen las mismas prácticas.
Vileza
Ayer, la senadora Rocío Abreu se apareció en el Senado, debe recordarla porque es una de los tres funcionarios que fueron exhibidos recibiendo fajos de billetes en instalaciones del gobierno de Campeche; la oposición ha solicitado que Armando Toledo, secretario de Gobierno de Layda Sansores; Raúl Pozos Lanz, secretario de Educación de Campeche, y la senadora Rocío Abreu, sean separados de sus cargos para explicar el videoescándalo, el senador Germán Martínez ha demandado que se les investigue y estos funcionarios den una explicación en sede judicial sobre estos hechos; pero nada ha ocurrido, la senadora Rocío Abreu había prometido a los reporteros dar una conferencia de prensa y luego se hizo ojo de hormiga, hasta ayer, que reapareció como si nada en el Senado y cuando los amigos de la prensa quisieron sacarle una entrevista o al menos una explicación del plantón que les había dado, la senadora puso cara de compungida para decir “Les pido una disculpa, me entenderán que ante la muerte de mi mamá no es un tema fácil, los atenderé si me permiten, la acabo de enterrar y no es fácil”… Qué vil, usar esa excusa; pero bueno, Rocío Abreu cuenta con el respaldo de López Obrador, quien en la mañanera de ayer redujo el asunto a que era un ataque de Televisa contra Layda Sansores, “El otro día veía yo que sacaron unos videos de unos funcionarios supuestamente vinculados a Layda, en Televisa, que luego se aclaró que estaban recibiendo ese dinero cuando trabajaban con el que es ahora presidente del PRI, pero se le aventaron en Televisa Layda, fuerte con esos videos”, dijo López Obrador, para enseguida justificar que mandó a hacer una encuesta para ver cuánto tiempo se dedicaba a los videos de los funcionarios embolsándose fajos de billetes y cuánto a informar sobre Genaro García Luna, y según López Obrador, fue más el tiempo dedicado a los videos de los relacionados con Layda Sansores que el tiempo dedicado al juicio de García Luna… Nomás que eso no estaba en la encuesta, no al menos en lo que mostró el presidente, lo que sí dice es que el 53% de los encuestados que militan en Morena sí estaban enterados y el 54% de los panistas también; pero López Obrador puede decir lo que quiera, ocultar lo que no le sirva, porque si se señala que miente, entonces la horda de tetratransformistas acusan de chayotero al medio donde se publique esa información.
La del estribo
Reiteramos lo que dijimos acerca de que los extremos se tocan, porque al repasar el papel que jugó Lorena Martínez en la llamada de atención al negocio de Justino Ponce y exhibir la mentira de José Luis Morales y sus lacayos no faltará quien nos acuse de defender a la titular del IEA, o que recibimos dinero de la exalcaldesa, quienes nos leen saben que no es así, sólo las hienas nos acusan porque creen que todos son de la misma condición y, no, que nos disculpen, pero hasta en los perros hay razas.
@PurisimaGrilla