- Este puente es un “ente” extraño dentro de la zona que pudiera ser rechazado por ajeno
- Que el INAH no lo tenga considerado para protegerlo no significa que no tenga valor
Lo más grave en la obra del puente elevado construido sobre la avenida Convención de 1914 en su cruce con la avenida Alameda es que las autoridades no hicieron un consenso real para conocer la postura e iniciativas de los ciudadanos para quienes se supone que es la obra, pero como al parecer es sólo para los conductores se olvidaron de quienes viven en las zonas aledañas, argumentó en entrevista Marco Sifuentes, especialista en investigación histórica en arquitectura y urbanismo.
Respecto a la obra de este puente, Sifuentes expresó su punto de vista como ciudadano vecino por más de 30 años, lo cual consideró le da suficiente calidad moral para expresarse al respecto a y por otra parte con el sustento de su profesión de origen.
Independientemente de que La Alameda no esté considerada oficialmente por el INAH como patrimonio cultural, lo es ya de manera incuestionable incluyendo a toda la zona oriente, por la historia registrada a nivel social, industrial, tecnológico y cultural en esta zona. En esta área intervinieron personas importantes, no sólo propietarios de los terrenos, sino inversionistas, habitantes de esta zona y especialistas en urbanismo que diseñaron proyectos trascendentes.
Como parte del aspecto histórico y estructural, Sifuentes comentó que el “plano de las colonias” fue una propuesta presentada por Samuel Chávez, pariente sanguíneo de Carlos Contreras, gran urbanista de la época reconocido a nivel nacional. Este plano fue un proyecto urbanístico que constituyó un hito para lo que era la ciudad en ese momento, con esto se pretendía una ruptura y un desarrollo urbano gigante.
“No se puede hablar del paso elevado en La Alameda por si mismo sino que tiene que verse en todo un contexto general, global, tiene que ser en el contexto de la historia del lugar”
Incluso en el análisis de La Alameda deberían considerarse aspectos que datan desde finales del siglo XIX ya de manera más concreta, pero en realidad este es un vestigio que tiene una relación directa con el tiempo de fundación de la ciudad, la zona es antiquísima, rica en historia y prehistoria.
Desde la perspectiva de Sifuentes, una obra humana bastaría para darle sentido a un espacio público, en este espacio de La Alameda hay varias obras que podrían darle valor, el plano de las colonias, la instalación de los ferrocarriles, la conversión de la zona en el área industrial de Aguascalientes y la generación de una forma de vida y convivencia social alrededor de la cultura rielera, eso bastaría para declararla una zona patrimonial.
Que el INAH no lo tenga clasificado como parte del patrimonio no significa que no tenga riqueza en términos sociales, culturales, históricos. Sin embargo, aunque el origen de La Alameda data de finales del Siglo XIX, en realidad ya no existen vestigios de aquella primera época y puede ser esa la razón de la no intervención del INAH.
“La zona está cargada de historia, de símbolos, de elementos de infraestructura urbana, de desarrollos urbanísticos históricos que le dan valor adicional… a mi en lo particular me recuerda La Alameda de mi pueblo natal, San Marcos Loreto Zacatecas: hice una transposición simbólica. Me preocupa, me duele que se haga una obra sin considerar todos estos aspectos, sin el consenso completo de la población”.
Desde su perspectiva el interés constante por la construcción de puentes en los diferentes niveles de gobierno responde en primera instancia a una necesidad desde el punto de vista de quienes conducen un automóvil, aunque alrededor hay una serie de intereses comerciales, hay una inercia inversionista que va junto con la globalización, la búsqueda por ser una ciudad cosmopolita. Todo eso mezclado debe ser una atractiva inversión incluso política; si esto se hace es que no se está ponderando el valor histórico, social, cultural y las tradiciones de los espacios.
Estas iniciativas de construcción no abonan a la construcción de una sociedad sustentable, pero en mucho tiene que ver con que se adoptan modelos de vida sin mucho análisis y que no se adaptan al cien por ciento con la forma en que está estructura México, por sus propias particularidades.
Además que parecen no considerar que lo que sucede en este espacio del mundo repercute en las consecuencias de cualquier lugar del planeta. Éste puede parecer un argumento catastrófico que es real y al final no lo están considerando porque las soluciones se reducen al espacio que miran.
Finalmente respecto al puente, haciendo una analogía con el cuerpo humano y una prótesis, esta última pudiera funcionar como un elemento extraño que sea rechazado del espacio porque no forma parte de la constitución de esta área.