- Creo en una segunda vuelta en presidencia de la República, no en la Cámara
- Avizora para la izquierda del país un futuro promisorio de cara a las elecciones del 2012
Luego de dos conferencias en las que abordó temas de equidad de género, la excandidata a la presidencia de la República en el 2006, Patricia Mercado, todavía tuvo aliento para sentarse con La Jornada Aguascalientes a exponer sus reflexiones sobre el momento coyuntural de lo que queda de la izquierda nacional, sobre las alianzas, las elecciones en el Estado de México y la actitud “antidemocrática” del PRI al impedir ahí las alianzas.
Sin quitar de la vista el origen de las hoy cabezas de la izquierda en México, Mercado todavía les concede el beneficio de la duda y avizora un futuro promisorio para esta corriente de pensamiento en el 2012, argumentando que, más allá de lo que ha sido el PRD con sus vicios de origen, en el país hay millones de pobres que la pasan muy mal y una clase media que no tiene los satisfactores necesarios para vivir, por lo menos, con lo básico.
Es en esta clase media donde, Mercado, vislumbra que puede darse el gran salto cualitativo que necesita la democracia nacional, con un “cinco por ciento de la población que está decidiendo elecciones”.
¿Son válidas las alianzas de izquierda y derecha para no dejar llegar al PRI a como dé lugar?
Primero, mi lugar en este momento no es un lugar como para tomar una posición frente al tema de las alianzas, vamos, de las decisiones electorales de las izquierdas, por que en el lugar donde estoy en este momento es con el fortalecimiento de la presencia de las mujeres en la política, sin embargo creo que la ley electoral, las coaliciones son derecho, yo creo que la política en los últimos años ha sido una política de coaliciones y de alianzas. Ya nadie ha jugado solo, pero creo que, efectivamente, cualquier tipo de alianzas que se hace para ganar al otro solamente, corre muchos riesgos de ser una alianza muy pobre.
Creo que las alianzas tienen que hacerse con base en un programa, creo que en Oaxaca, Puebla y Sinaloa, no sé si antes, pero por lo menos después hubo un compromiso de doce puntos que son muy importantes, que son importantes en términos de avance en la democracia, en términos de una política de desarrollo social que impacte para terminar la desigualdad en los estados. Creo que no tienen que ser como defensa de intereses o manipulación de voluntades de la gente, si no que realmente son proyectos y que es un derecho democrático.
Yo creo que en la izquierda, desde Cuauhtémoc Cárdenas, tiene muchas posibilidades de ganar la presidencia de la República. Vivimos en uno de los países más desiguales de la región y en general, los proyectos de izquierda que son proyectos, que de alguna manera son más a favor de la institución social, en un país como México sería como un programa necesario, un programa indispensable, por eso las izquierdas en otros países de América Latina, que igualmente son como nosotros, han ganado estos proyectos.
Sin embargo, tiene que haber cierta disciplina, porque finalmente la política del PRD, que es una política donde constantemente tienden a llegar a consensos y acuerdos, muchas veces violan hasta su propia legislación y no respetan sus propias reglas, o sea lo más importante es que las izquierdas se presenten unificadas como proyecto y que aquella posición que pierda, que pierda por que las encuestas, por que las elecciones internas o lo que sea, se discipline. Finalmente así se puede construir un proyecto que beneficie al país en justicia, libertades; finalmente, si eso no sucede creo que es la tragedia, eso es lo que me parece lamentable, que son posiciones internas.
-El editorial de hoy (ayer) de Marco Rascón (en La Jornada) critica la posición de López Obrador. Por ejemplo en Oaxaca decidió no pararse para no avalar la alianza, pero tampoco la desacreditó, cayendo, entrando en un juego entre si son buenas cuando me conviene y no cuando no me conviene, ¿criticable esta postura de López Obrador?
Sí yo creo que sí. Eso demuestra que las alianzas sí son cuestiones coyunturales, no por que es la unificación del que es diferente a mí, siempre son coyunturales y siempre frente a las coyunturas, puesto que tienes que analizar en ese momento, quizás, en tu punto de vista, cuál es el menor de los males, yo creo que hacer una alianza simplemente para tirar a otro es muy riesgoso por que puedes generar muchas expectativas y después no poder cumplir, por que no se vale generar esas expectativas en los ciudadanos y después no cumplir.
Si no te pusiste de acuerdo después en cómo gobernarás, cuál es la agenda de tu gobierno, pues después pueden venir las diferencias con tus aliados y entonces no cumplirle a la gente. Creo que eso es muy importante, es lo más importante.
Yo creo en la segunda vuelta, yo realmente creo en la segunda vuelta. Yo no creo que en México por lo menos se haga un bipartidismo (con la segunda vuelta), por que finalmente pueden ser unos y a veces pueden ser otros de la primera y la segunda fuerza. En las elecciones del 2006 la tercera fuerza fue el PRI, si en realidad el PRI hubiera podido, tener que decidir a quién y con quién hacer alianza, si llamaba a votar o López Obrador o Calderón, lo más seguro es que el PRI o una parte del PRI, una mayoría priísta hubiera decidido llamar a votar en un acuerdo con López Obrador, por que finalmente vienen del mismo.
No necesariamente genera un bipartidismo, yo sí creo en la segunda vuelta a presidente de la República, yo no creo en la segunda vuelta en la Cámara, creo que en la Cámara debe representarse la diversidad, de las diferentes posiciones del país, y aunque nos cueste mucho trabajo llegar acuerdos, así está el país. En la Cámara no, en la Cámara debe ser una representación plural de la sociedad, pero sí una segunda vuelta en el Ejecutivo, eso sería mucho mejor por que entonces cada quien bajo sus opciones y ya pues las opciones más ganadoras, ya pues digamos la tercera en discordia o los otros en discordia establecen una plataforma común de gobierno.