- No son suficientes las medidas para mejorar la regulación farmacéutica en el país
- Se centra sólo en el objetivo de garantizar seguridad y eficacia de productos disponibles en el mercado
A pesar de las iniciativas y modificaciones que se han hecho en México en materia de salud, todavía hacen falta muchos elementos para mejorar la regulación farmacéutica en el país; una investigación llevada a cabo por la Embajada Británica en México, en conjunto con la Unidad de Análisis Económico de la Secretaría de Salud (SS), señala qué aspectos le falta regular a México en el tema de salud y hace una comparación en base a la experiencia del Reino Unido.
Los aspectos que debe ser regulados incluyen: la autorización sanitaria para comercializar los productos; los requisitos sanitarios para la producción, distribución, importación y exportación de productos farmacéuticos; las reglas para la prescripción y dispensación de medicamentos; el monitoreo a través del tiempo de la relación riesgo/beneficio asociada al consumo de medicamentos (fármaco vigilancia); los esquemas bajo los cuales se financia y presta la atención médica, y los medicamentos como parte de ésta, incluyendo los esquemas de control de precios, la evaluación económica de nuevas tecnologías; la utilización de guías para la prescripción de medicamentos como parte de la práctica clínica; y los esquemas de financiamiento y políticas asociados con la investigación y desarrollo de nuevos productos.
En México, la regulación del sector farmacéutico se ha abordado tradicionalmente bajo una perspectiva “sanitaria”, es decir, en términos del objetivo de garantizar la seguridad y eficacia de los productos disponibles en el mercado, y a la fecha se han dado avances importantes en este sentido; sin embargo, de manera más reciente se ha identificado la necesidad de adoptar un enfoque más amplio para el análisis de la regulación farmacéutica, específicamente en lo referente al objetivo de política relacionado con la disponibilidad, acceso y optimización del gasto en medicamentos, incluyendo el consumo racional de los mismos.
En este sentido, es cuando podemos comparar a México con otros países donde el tipo de regulación farmacéutica ha logrado avanzar considerablemente.
En términos demográficos y económicos el Reino Unido presenta algunas diferencias con respecto a la situación de México; en primer lugar, su población equivale a la mitad de la población de México, aunque presenta un proceso de envejecimiento más adelantado; mientras que en México ocho de cada cien habitantes son mayores de 60 años, en el Reino Unido hay 21 adultos mayores por cada cien habitantes; la tasa de crecimiento poblacional en México es cinco veces mayor y la distribución de la población también es diferente; en México la población rural representa 24% de la población total, en Reino Unido este porcentaje es 11%.
En materia de condiciones de salud, la mortalidad en menores de cinco años, tanto en hombres como en mujeres, es mayor en México en una proporción de cinco a uno; esta diferencia en mortalidad se refleja también en diferentes expectativas de vida al nacer; en cuanto al perfil epidemiológico, la población británica presenta un perfil de mortalidad y morbilidad vinculado en mayor medida con padecimientos crónico degenerativos y en contraste, México se caracteriza por un proceso de transición epidemiológica en donde todavía se enfrentan retos importantes en materia de enfermedades infecciosas y causas de mortalidad materno-infantil, aunque la morbilidad y mortalidad causada por padecimientos crónico-degenerativos y aquellos vinculados con la urbanización y estilos de vida van en aumento.
Sin embargo, la diferencia en el perfil epidemiológico de ambos países se observa cuando se analiza, por ejemplo en 2003, donde la incidencia de cáncer en Reino Unido ascendió a 274 casos reportados por cada 100,000 habitantes, mientras que en México esta tasa fue de 147 casos por 100,000.
Un dato que resalta es que mientras en el tema de años de vida saludables perdidos como consecuencia de enfermedades transmisibles, México presenta un porcentaje de 26.9, por arriba de Reino Unido que presenta el 9.5 por ciento; pero en años de vida saludables perdidos como consecuencia de enfermedades no transmisibles, Reino Unido presenta el 81.7 por ciento, por arriba de México que tiene el 54.1 por ciento.
Estas diferencias en los perfiles epidemiológicos de ambos países se observan en los indicadores de años de vida perdidos por enfermedades transmisibles y no transmisibles, respectivamente, donde la carga de la enfermedad vinculada con enfermedades del rezago es mayor en México, mientras que Reino Unido enfrenta una mayor carga de la enfermedad atribuida a padecimientos no transmisibles.
En cuestión del gasto destinado a la salud, la investigación señala que, en términos per cápita, el gasto en salud en Reino Unido es casi siete veces mayor que el observado en México; más del 80% de estos recursos provienen del sector público, mientras que en el caso de México prácticamente la mitad del gasto en salud proviene del gasto de bolsillo.