En 14 años, Aguascalientes ha sido gobernado por dos partidos políticos; el país, por tres. En 14 años a una persona le empieza a salir vello en el pecho, la cara y en la intimidad. En 14 años un tequila se hace extra añejo y otro se echa a perder. Las bodas de marfil se celebran cuando se cumplen esos años de matrimonio y 14 años para un elefante no son nada, pero para un periódico en tiempos digitales lo son todo.
En 14 años pasamos de hi5 a Facebook, de Tumblr a Twitter, de Snapchat a Tik Tok, de Metroflog a Instagram, de MSN a Whatsapp y luego a Telegram. Pasamos de una verdad cierta a una verdad ambigua, de la democracia a la infocracia en términos de Byung-Chul Han. Pasamos de La Jornada Aguascalientes a LJA.MX, de 7 días impresos a 5 y un sólido medio digital, de tener aliado a La Jornada y ahora a Proceso, convencidos de que ese lado de la historia es el más cercano a la verdad. Si cada año pasa volando y de un año a otro cambian las cosas radicalmente. ¿Qué ha cambiado en Aguascalientes y en el país en 14 años? Mucho y nada.
Ha cambiado tanto el país que hemos visto dos pandemias, la de la violencia y la del coronavirus. Hemos visto políticos y políticas de altura y otros con enanismo, políticos que entregan su vida al oficio y otros que renuncian a la vocación. Traiciones y lealtades, inteligencias ignoradas e intolerancias permitidas. Hemos visto emerger al Aguascalientes liberal y progresista que siempre estuvo ahí. Hemos visto en nuestras portadas una Feria vacía, otra a reventar y mucha felicidad; también hemos visto la tragedia de una explosión o un helicóptero caer. Pasamos de tener campañas dominadas por candidatos hombres a otras con sólo candidaturas de mujeres. Todo ha cambiado tanto, pero también nada.
Durante estos 14 años no ha cambiado nada en LJA.MX, siempre hemos puesto la lucha por la verdad adelante, aún más hoy que es difícil encontrarle entre tanto populismo, fake news y ganas de likes. No hemos renunciado a nuestra vocación liberal y progresista, no hemos renunciado a la disonancia, esa disonancia que nos ha tenido al borde del abismo financiero pero en la bolsa de la comunidad crítica del estado. No hemos renunciado a la belleza, a la estética, a la fotografía, a la pintura, al arte, al deporte y no renunciaremos. Si la ciudad ofrece un momento de belleza, ahí estaremos y ahí estará nuestra portada.
No ha cambiado nada en nuestras páginas, la crítica sigue ahí y los análisis matizados también, la voz a todos los actores está en nuestra página y no la nota rosa y roja. Decidimos renunciar a la fuente de ingresos de la nota rosa por apostar a la fuente de pensamiento de la nota cultural. Decidimos renunciar al morbo de la nota roja por la riqueza de la nota crítica. Eso tampoco ha cambiado.
No ha cambiado nada en nuestros articulistas, hemos apostado en la pluralidad sin censura y en la diversidad de las opiniones, porque en LJA.MX caben todos, siempre y cuando la libertad y el respeto estén de en el centro. Nuestro periodismo es, ha sido y será el de las causas. Apostamos a la resiliencia, a llevar nuestro modelo al límite de la libertad de expresión y no al límite de la publicidad oficial. Apostamos siempre al balance y a abonar en hacer campañas electorales más equitativas en cuanto a la cobertura de medios de comunicación. Apostamos por lo que nadie en el periodismo de Aguascalientes apostaba y no siguen apostando, eso es de las cosas que no ha cambiado, nuestra convicción sigue siendo construir ciudadanía.
Gracias a ustedes que han apostado estos 14 años por nosotros, aunque a veces la apuesta parecía cuesta arriba, la casa siempre gana y nuestra casa está en las calles, en la ciudad, en Aguascalientes, México y sus causas.
@SomosLJA