- La diferencia está entre los tres y cinco años dependiendo de cada entidad
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Tiene que ver con las prácticas de hombres y mujeres y los espacios donde se desarrollan
Entre 1990 y 2010 la esperanza de vida en general aumentó 4.8 años tanto para hombres como para mujeres, pero finalmente las mujeres siguen estando por encima de los hombres, mientras ellas tienen como edad máxima los 77.8 años de edad, para ellos es de 73.1 años. La posibilidad de vivir más años depende en gran medida de los ámbitos donde se desarrollan, las actividades que realizan y el cuidado que cada uno de ellos tienen de su salud, según datos acotados por el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES).
El promedio de vida en el caso de Aguascalientes sigue siendo de los más altos, por encima del promedio nacional, según comentó el titular del Consejo Estatal de Población (COESPO) para las mujeres es de 78 años de edad y para los hombres es de 73 años. Con estas cifras se comprueba que las características en cada una de las entidades federativas varían dependiendo de las oportunidades que brinde para una mejor calidad de vida.
Tanto en los datos acotados por el INMUJERES como en el comentario del titular de la COESPO ha sido en poco tiempo que la esperanza de vida en general ha venido en aumento pues para 1930 la mayor cantidad de años a la que aspiraban era de 34.7 años de edad; para los años 90, la mayor edad llegaba hasta 67 años y poco a poco se ha ido aumentando todavía más.
“Se pierde la noción de esto porque van siendo cada vez más longevas las personas y sí seguimos siendo el sexo débil porque tenemos un esperanza de vida cinco años debajo de las mujeres, esperemos mejorarla”, señaló Herrera Nuño.
En esta estadística incide en gran medida las prácticas de riesgo a las que todavía se someten los hombres como es salir de noche, beber en exceso y conducir, manejar a altas velocidades; esta propensión hacia actividades donde se pone en riesgo la vida provoca que el registro de mortandad sea más alto en el caso de los hombres y que estos sucesos lleguen a más temprana edad.
En el caso de las mujeres, ellas a través de sus actividades generalmente tienen más posibilidades de estar involucradas con ámbitos que se prestan para el cuidado de la salud, a través de la alimentación, hábitos de actividad física y la misma tendencia por cuidar a los miembros de su familia y al mismo tiempo a ellas.
Otro aspecto importante en la preservación de la vida de las personas es el avance en la medicina que cada vez se ha vuelto más sofisticada para curar ciertas enfermedades que antes eran mortales e incluso hay cada vez más sustancias que sirven para “alargar” la vida.