- Juez federal mandata devolver la ‘categoría protección’ a la superficie completa
- Autoridades deberán adoptar medidas para remediar el estado de desprotección de La Pona
Organizaciones de la sociedad civil lograron que la mezquitera La Pona -último pulmón de la ciudad de Aguascalientes- sea reconocida por sus servicios ambientales e importancia ecológica como bien a proteger, así lo dictó el Juez Quinto de Distrito que resolvió el amparo a favor de la ciudadanía, en el entendido de que la sentencia deberá surtir efectos para todas las personas, pues se acudió en defensa del interés legítimo.
La Suprema Corte de la Justicia de la Nación declaró como inconstitucional el acto de la administración municipal en mención y demandó con ello, que en su Programa de Desarrollo Urbano de la Ciudad de Aguascalientes 2040, devuelva la categoría protección a las 31.4 hectáreas que comprenden la superficie completa de la mezquitera. Además, determinó que el hecho de no haber realizado el trámite de Manifestación de Impacto Ambiental en la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, “dejó en un grave estado de desprotección al ecosistema del bosque urbano, en consecuencia, las autoridades responsables deberán adoptar de manera inmediata las medidas encaminadas a remediar ese estado de desprotección en el ámbito de sus respectivas atribuciones”.
En rueda de prensa, integrantes del colectivo Salvemos la Pona anunciaron la resolución dictada por un juez federal, luego de que hace nueve meses presentaron un amparo contra la modificación que permitía la fragmentación de este mezquital. Mediante la gestión, la colaboración y el trabajo en equipo de la sociedad civil organizada fue posible aportar las pruebas necesarias para que se diera un fallo a favor, poniendo en evidencia la vital importancia de La Pona.
La Pona es la mezquitera más grande dentro de la ciudad con una extensión total de 31.4 hectáreas, de las cuales 17.4 hectáreas son Área Natural Protegida, sin embargo las 16.5 hectáreas restantes fueron ilegalmente desprotegidas, de forma que estaban a disposición para ser convertidas en áreas habitacionales y comerciales. En otras palabras, el Ayuntamiento determinó que estas dos terceras partes de la Pona no tenían valor ambiental.
Subrayan que hace 6 años este colectivo inició sus trabajos para defender a la mezquitera, con motivo del premio Dolores Jiménez y Muro que otorga la Comisión Derechos Humanos del Estado de Aguascalientes, desde entonces se han dedicado a difundir la importancia de que sea protegida en su totalidad, por los invaluables beneficios ambientales, históricos y culturales que representa.
Observaron que la lucha por proteger la mezquitera inició hace 20 años por parte de diversas organizaciones de la sociedad civil; ahora por fin ven un posicionamiento oficial, firme y certero sobre el carácter de protección que debe tener la mezquitera de manera íntegra y da una lección de que los derechos no se negocian.
Con el amparo por el derecho humano a un medio ambiente sano para el desarrollo y el bienestar y derivado de este, el principio de precaución, se determinó que en cumplimiento, las autoridades, en forma ejemplificativa, más no limitativa, deben “restringir el acceso a personas que puedan realizar actividades riesgosas para el medio ambiente; prohibir y evitar que se deje basura y escombro, así como retirar los existentes para que se procure la reparación en corto plazo de los daños medioambientales existentes; evitar el vertido de aguas residuales que puedan perjudicar el entorno; y establecer la vigilancia policiaca necesaria para lograr tales fines”.