En cuatro años de este gobierno, los recortes de hasta un 60% y la inflación pegaron “durísimo” a la institución, al grado de que llegó a cuestionarse su viabilidad. Pudo más la solidaridad de sus miembros, y el SCM ha redoblado esfuerzos para continuar con el legado, refiere su actual presidente, el arquitecto Felipe Leal. Aquí repasa los avatares por sobrevivir y despliega las actividades realizadas dentro de la línea conferida a la Secretaría de Educación Pública -de la cual depende- por su fundador, José Vasconcelos.
Son ocho décadas del Seminario de Cultura Mexicana (SCM) que, a pesar de altibajos recientes, ajenos -como la pandemia- o batallas por un mayor presupuesto, ha sostenido “la misión, espíritu y mística vasconcelista bajo el cual fue fundado”.
Lo dice su actual presidente, el arquitecto Felipe Leal.
Encargada de difundir la cultura, ciencia y humanidades del y para el país, como parte de su 80 aniversario, ha diseñado un programa que incluyó el lanzamiento de un “cachito” de la Lotería Nacional, un concierto conmemorativo por parte de la Orquesta Sinfónica de Minería, un coloquio nacional con el tema central de ‘desigualdad’ en sus distintas vertientes, en el cual se reunieron miembros y representantes de las 57 corresponsalías de la institución en todo el país.
También la entrega de la “Medalla Vasconcelos” a la académica e historiadora Josefina Zoraida Vázquez, y el prestigioso Jaime Sabines/Gatien Lapointe 2022 (en colaboración con el Festival Internacional de Poesía Trois-Riviéres) entregado a la poeta quebequense Stéphane Despatie; la muestra Adsum. Libros de artista, sobre el libro-objeto de Ximena Pérez Grobet, y para culminar este segundo semestre del año:
Dos exposiciones más, la actual en la sede del Seminario (Masarik 526, colonia Polanco) del artista Arnaldo Coen, Per-versiones, y otra en puerta para noviembre (aún sin nombre) de María José Lavín. Asimismo, la edición de una reciente publicación sobre la vejez en México, y el coloquio “Una mirada al futuro de las ciencias, artes y humanidades” que se lleva a cabo hasta diciembre.
Todo ello no obstante la reducción de su presupuesto en los últimos años. Dependiente de la Secretaría de Educación Pública (SEP), en 2018 el Seminario pasó de 26 millones de pesos a 17.8 millones en 2019. Para 2020 descendió a 10.8 millones. Desde entonces sus recursos anuales se han mantenido en esa cantidad. Es decir, una reducción del 60% en los cuatro años de la actual administración.
En video-entrevista, el arquitecto Felipe Leal, exdirector de la Facultad de Arquitectura de la UNAM (1997-2005), secretario de Desarrollo Urbano y Vivienda (2009-2012), miembro de El Colegio Nacional desde 2021, expresa a Proceso:
“Este año cumplimos 80 años con la misión, espíritu y mística vasconcelista bajo el cual fue fundado, como semillero de misiones culturales al interior de la república, de establecer contactos en los lugares con menor oferta cultural, pero sobre todo con la idea de reforzar la concepción de cultura para la educación, y entender muchas de las incógnitas que el conocimiento puede ofrecer.
“Eso lo hemos reforzado y ha sido una gran satisfacción, tener una gran cantidad de actividades imaginativas que no se hacían. Antes de la pandemia las misiones eran regulares, ir a dar un concierto, una conferencia al lugar físico, pero con las limitaciones de la pandemia y reducción de recursos muy significativa de 60% respecto a lo que teníamos, todo eso implicó una optimización, mayor presencia en línea y además de conferencias individuales hacer foros colectivos… hemos tenido que ser muy creativos”.
Así, debieron ampliar vínculos con instituciones públicas, universidades, tecnológicos que, paradójicamente, les han abierto puertas y otras posibilidades. Dice:
“Tenemos la adversidad económica muy fuerte, y eso ha implicado hacer mucho con poco, aunque esto no ha demeritado las actividades. No hay una sola semana que no tengamos algo relevante, una exposición, el foro, de manera reciente tuvimos un taller de ópera en Culiacán y Mazatlán, además del proyecto editorial, pues seguimos editando nuestros libros”.
La evaluación
Tras los recortes, hace un balance:
“Con el presupuesto que teníamos en 2018 y 26 millones de pesos hacíamos unas cuatrocientas actividades al año. Se nos redujo significativamente a un 60% actual, y en un momento de aniversario nos pegó fuerte. Operamos con 10.8 millones al año y desde un principio en esta administración expusimos nuestras necesidades. La SEP tiene la obligación de darnos recursos para operar y una sede, por decreto presidencial (de Manuel Ávila Camacho, que data de 1942), y por ley orgánica publicada. Con la sede se cumple cabalmente, pero con el presupuesto ha habido restricciones muy graves.
“Hemos hablado con cada secretario en turno, responsables de la administración, hemos logrado apoyos extraordinarios en algunos momentos del año, estamos en contacto directo con la SEP para decirles que en 2023 no podríamos mantenernos con este presupuesto. La inflación nos ha pegado durísimo, y hasta cuestionamos la viabilidad, pero la capacidad de resiliencia ha sido grande, los miembros han sido solidarios, se han redoblado esfuerzos. No es un aumento lo que pedimos -porque somos conscientes de la realidad nacional-, sino lo junto que nos permita seguir a flote”,
-De no recibirlo ¿sería posible continuar el siguiente año?
-Sin aumento nos veríamos severamente afectados, reducir actividades, y habría una contradicción, porque en paralelo ha crecido la demanda en el interior del país, hemos incorporado ciudades (corresponsalías) que no estaban, como Tepic (Nayarit), Mazatlán (Sinaloa), Puerto de Veracruz y próximamente en la capital de Zacatecas. Y curiosamente los estados donde más nos piden actividades son los que más inseguridad han tenido, como Guanajuato y Sinaloa.
A la par, hay obligaciones que han alcanzado a cubrir como el Encuentro de Poetas del Mundo Latino, que es bianual, y que este año simplemente no recibió el presupuesto para hacerlo. Además, conferencias que se quedaron pendientes en ciudades como Tepic, Campeche, La Paz, Uruapan, y que tendrán que tener cabida el próximo año, pues las actividades se cierran el 14 de diciembre.
La institución se fundó en 1942 con 19 miembros, entre ellos los pintores Ángel Zárraga y Frida Kahlo, el poeta Enrique González Martínez, el músico Manuel M. Ponce, el escritor Mariano Azuela, la concertista-pianista Esperanza Cruz de Vasconcelos, el escultor Luis Ortiz Monasterio y la mezzosoprano Fanny Anitúa.
“Desde entonces, el Seminario sigue conformado por grandes personalidades que fomentan la circulación de trabajos con contenido artístico, científico y humanista, a partir de una perspectiva multidisciplinaria que promueve actividades de divulgación de las ciencias exactas, ciencias sociales y las humanidades”
Se lee en el apartado histórico de la web www.seminariodeculturamexicana.com de su exposición en el Palacio de Bellas Artes como su primera actividad, y se acompañan fotos históricas de sus fundadores.
Hoy el SCM tiene 27 miembros, 24 de ellos titulares (tras el fallecimiento del ingeniero Daniel Reséndiz Núñez) y tres eméritos: el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, la economista Clara Jusidman y el restaurador Salvador Aceves.
Entre los titulares están el médico Arnoldo Kraus, la socióloga Jacqueline Peschard, los escritores Fernando Fernández, Hugo Hiriart y Silvia Molina, los historiadores Javier Garciadiego y Ángeles González Gamio, el cellista Carlos Prieto, y el pintor de la “generación de la ruptura” Arnaldo Coen.
Momentos complejos
Explica Leal que la labor del Seminario cobra mayor valor fuerza en donde la cultura da aliento ante momentos difíciles, “llámense epidemias, guerra, intolerancia, autoritarismos, violencia, racismo”:
“El Seminario no para, seguimos en dinámica, en puerta vamos a participar en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, hemos tenido conferencias con temas de actualidad relativos a la pandemia y discusiones que han sucedido a la fecha, temáticas que están en la opinión pública, actuales y necesarias.
“El actual coloquio “Una mirada al futuro de las ciencias, artes y humanidades” reúne de alguna manera todo ese aprendizaje que hemos tenido a partir de situaciones como la pandemia, en los que sí han habido avances en cuanto a higiene. Pero ¿qué pasa en el futuro?, ¿qué soportes tiene el arte ahora?, ¿hacia dónde va la creación artística, la investigación científica?, ¿qué avances hay que puedan coadyuvar a temas tan graves como el cambio climático? La inequidad a nivel social, los temas de género, las libertades sexuales, todas esas luchas tan válidas”.
El coloquio se realiza tanto en la sede física del Seminario y en línea a través de la cuenta de Youtube @SeminariodeCulturaMexicana, y especialistas y expertos en diversas disciplinas conversan dos sesiones por mes sobre sus expectativas. Por ejemplo, al diálogo “Hacia el futuro político y social de México”, del pasado jueves 20, le restan cuatro más:
El 3 de noviembre, “Administración y derecho”, con Sergio García Ramírez, Omar Guerrero, Fernando Serrano Migallón y Jacqueline Peschard como moderadora. El 17 de noviembre, “Del microscopio al telescopio”, con Norah Barba, Herminia Pasantes, Silvia Torres y Fernando Fernández como moderador.
El 1 de diciembre “Ciencia e ideas para todos”, con Ana Barahona, Javier Garciadiego, Arnoldo Kraus y Sergio Vela como moderador; y “Pensamiento, testimonio y arte” con Mauricio Beuchot, Ángeles González Gamio, Jaime Morera, Aurelio de los Reyes, y Silvia Molina. En todos los casos a las 17 horas.
Cerrando el año
En la vertiente editorial, el Seminario tiene cuatro colecciones: Semillero, Semillitas, Galería 526 y Cuadernos del Semillero; dentro de esta última se acaba de editar el volumen gratuito La vejez en México en el siglo XXI. Desafíos individuales y sociales.
Se aborda el aumento en la esperanza de vida, las jubilaciones prematuras desde el punto de vista económico, creativo, científico, la madurez del cerebro y sus aspectos cognitivos y/o degenerativos, y jurídicos a partir de las políticas públicas que se hacen en retiros y pensiones.
Fue coordinado por la neuro-científica y Premio Nacional de Ciencias y Artes Herminia Pasantes en el apartado ciencia, Silvia Molina desde el punto de vista de creación literaria, y Rolando Cordera en el económico; lo completan textos colaborativos, como el de la vejez en el mundo prehispánico del arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma.
El volumen de 369 páginas está dividido en tres secciones: Vejez y sociedad: Los cambios en el siglo XXI; Cambios físicos en la vejez: geriatría, psicología y neurobiología; y Arte, Historia y Filosofía; en el prólogo escribe Felipe Leal:
“En otro aspecto, es fundamental la elaboración e implementación de políticas públicas que aseguren al anciano un ingreso sostenible que le proporcione un nivel de vida aceptable. Es claro que esto representa un reto económico de la mayor envergadura, considerando que el aumento en la esperanza de vida se ha acompañado en las últimas décadas, de una muy notable reducción en la tasa de natalidad, lo que implica que un número progresivamente menor de individuos con una vida productiva, tendrá que sostener a un número también progresivamente creciente de aquéllos que han terminado esta etapa de vida”.
Otra de las actividades en la sede del Seminario es la exposición de Arnaldo Coen, artista de la generación de la Ruptura, que bajo el título de Per-versiones (y abierta hasta el 20 de noviembre) exhibe 24 piezas de gran formato en tonos blancos, negros y oro, y 55 pequeñas y coloridas, en algunos casos inéditas.
El 23 de noviembre el Seminario también inaugurará la exposición de escultura de María José Lavín, y con ello se cerrarán las actividades artísticas en la sede de la institución este año. Para el siguiente se tiene en mira una muestra de Carlos Aguirre.
-Pese a los sinsabores de las batallas económicas, ¿cómo define la labor conmemorativa de este año?
-Creo que la mayor satisfacción es que hemos ganado nuevos públicos, desde los foros y las pláticas hasta las exposiciones. Cada artista y personaje ha traído diferentes públicos interesados, hemos tenido presencia nacional y continuidad en el medio cultural. La esencia del Seminario son sus corresponsalías, y el compromiso con la gente que voluntariamente trabaja a favor de la cultura y la educación. Estamos tranquilos por nuestro deber y al tanto de los pendientes de 2023.
