- La vulnerabilidad en los menores también abarca lo laboral
- En la temporada ferial pareciera más común prácticas que los afectan
Los niños no están exentos de las problemáticas sociales y se han detectado que desde los ocho años comienzan a drogarse principalmente con solventes como es el cemento, sin embargo, a decir del alcalde capitalino, Adrián Ventura Dávila, también existen puntos a favor como en la cobertura del cien por ciento en cuanto a las necesidades demandadas en el nivel básico.
Entrevistado en el marco de la gira de repartición de juguetes para el festejo del día del niño, el presidente municipal puntualizó en la vulnerabilidad de los infantes, señalando que principalmente en el caso de explotación laboral, “aparte de que es un riesgo, creo que es un abuso de que a los niños se le suponga a hacer estas actividades que le corresponden a un adulto”, reflexionando que es complicado ubicar los hechos sin una denuncia porque en ocasiones están involucrados desde los padres hasta otros familiares.
Al puntualizar sobre dichas cuestiones, recomendó que los niños estuvieran integrados al sistema educativo como la mejor solución, garantizando que “la educación es gratuita, ahorita el cien por ciento de los niños tienen educación primaria, más bien hay que encausarlos por ese lado”.
Igualmente, precisó que la Feria de San Marcos es una verbena en la que hay mayor riesgo de que los niños laboren, ya sea como cuidadores de automóviles, limpia parabrisas, entre otros.
Por su parte, la presidenta del DIF municipal, Rocío Ávila López, comentó que durante esta celebración en el stand del municipio la coordinación de jóvenes estará al pendiente de que no haya abuso por parte de los menores de edad respecto a las bebidas alcohólicas, “es muy importante que estemos presentes para este tipo de problemas, los niños necesitan la atención y también los padres”.
La intención es que haya brigadas de tres personas sobre estos datos de forma diaria, por lo pronto únicamente en la temporada ferial, en caso de lograrse un éxito no descartó que estas actividades se prolonguen en otros espacios.
Actualmente, los jóvenes menores de edad que son detectados en el cometido de un delito o ingiriendo alcohol son enviados a la justicia municipal y desde ahí se les llama a sus padres para que se hagan responsables.
Ávila López concluyó en que hace falta también la atención de los padres de familia que están priorizando otro tipo de actividades a la educación y cuidado de los hijos, “este no es un problema de un día, sino que puede traer consecuencias posteriores”.
Este proyecto tiene como causa principal la presencia de menores infractores en un amplio rango, pues hace unos días el secretario de Seguridad Pública, Benjamín Andrade Esparza, señalaba que de los detenidos el 40 por ciento no han cumplido los 18 años de edad.