■ Hay deudas tan antiguas como el logro de las jornadas laborales de ocho horas
■ A falta de medios de comunicación comprometidos se han gestado proyectos alternos de radio y televisión
Según una teoría comenzada a finales del siglo pasado la historia a estas alturas del partido se acabó, no hay más caminos, el sistema social y económico es para siempre y lo único que queda es quedarse a la vera del funcionamiento del mercado. Sin embargo hay un grupo de jóvenes comunistas en total desacuerdo con este planteamiento, ellos creen que es justo ahora cuando se deben reclamar las deudas pendientes de la desigualdad que siguen todavía siendo vigentes con reclamos tan sencillos como la jornada laboral de ocho horas que en muchos casos todavía no es posible, dijo en entrevista Rafael Castañeda Pineda, secretario general de la Juventud Comunista de México.
A diferencia de quienes creen que todo está dicho y lo único que resta es adecuarse a este sistema que con el paso de los días se vuelve más desigual, ellos creen en la existencia de las clases sociales, la lucha entre ellas, el hecho de que existe un grupo mayoritario sin nada y unos pocos que lo tienen todo. Ante esta situación su propuesta es que los jóvenes deben esforzarse por cambiar de manera fundamental esta situación para reestructurar un nuevo sistema después de este que nació como muy revolucionario porque acabó con el sistema feudal, pero quedó ya agotado.
Desafortunadamente los grandes problemas del país no han sido resueltos. El grupo representado por Castañeda Pineda son jóvenes anticapitalistas, adherentes a la Sexta declaración de la Selva Lacandona, son parte de la Otra campaña junto con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, son parte de un proyecto donde hay varios grupos con objetivos muy específicos y diversos pero todos coinciden en que es necesario terminar con los propietarios de los sistemas de producción, que el patrimonio sea para todos y el pueblo decida como organizarse. Si todo México participara en decir que sigue, sería muy rico este proyecto de cambio.
En este momento, los jóvenes comunistas están apoyando diferentes causas, son solidarios con las luchas de otros grupos como el de los electricistas, los estudiantes, los mineros, y la forma de organización que se ha implementado en las comunidades indígenas independientes en Chiapas. En estas acciones ellos han llegado de alguna forma a la conclusión de que ya no se trata sólo de estar en resistencia sino también de ir a la ofensiva pero de manera organizada.
Sin embargo en México hace falta organización del pueblo, ante una situación que es bien sabida por todos, hay inconformidades por todas partes del país, hay rabia, está muy enojado el pueblo, molesto y acorralado. La idea ahora es gestar diferentes formas de levantamiento para combatir el mal que aqueja al pueblo.
Fueron en México los gobiernos priístas quienes efectivamente mantuvieron una guerra de baja intensidad, sin embargo con la llegada de los nuevos gobierno llegó el descaro, los de antes tenían un “balance” los de ahora ya no. Envían al ejército con el pretexto de combatir el narcotráfico, sin embargo hay civiles que se han quedado en el camino sin tener nada que ver, parecen estar montando un aparato listo para una represión masiva.
A propósito del festejo del Centenario y Bicentenario en realidad no existe nada para festejar, es sólo un pretexto para sacar del presupuesto público. Lo importante es volver a recordar las razones por las que la lucha social estuvo vigente, la verdadera necesidad es luchar por las causas sociales aún pendientes.
De manera alterna a la comunicación generada por las grandes empresas televisoras y radiofónicas que están más interesadas en hacer entretenimiento para distraer a la población de las cuestiones fundamentales, poco a poco las organizaciones y los pueblos han estructurado sistema de comunicación alternos, de voz en voz, radios comunitarias, periódicos independientes, boletines, fanzines y ahora incluso el uso de internet.