El rapero PnB Rock fue asesinado a balazos el lunes en el restaurante Roscoe’s House of Chicken & Waffles de Los Ángeles, California, tras negarse a entregar sus joyas a un asaltante, informó la policía.
El músico, de 30 años y conocido por el tema “Selfish” en 2016, estaba comiendo en ese lugar junto con su novia, quien publicó en Instagram una fotografía con la ubicación de donde estaban, pero después la borró.
La policía de Los Ángeles informó que el tiroteo se registró a las 13:15 horas en el restaurante ubicado en Main Street y Manchester Avenue. A las 13:59 horas, el rapero fue declarado muerto, después de llegar al hospital.
De acuerdo con las autoridades, el rapero, cuyo nombre real era Rakim Allen, fue confrontado por un sujeto armado que le exigió que le entregara sus joyas.
Como se negó, el hombre le disparó en diversas ocasiones y salió corriendo por la puerta lateral, se subió a un automóvil y escapó.
“La víctima, junto con una testigo femenina, estaban en el comedor de un restaurante cuando se les acercó un sospechoso, quien sacó un arma de fuego y exigió las pertenencias de la víctima”, dijo la capitana de LAPD, Kelly Muñiz.
“Luego, el sospechoso le disparó a la víctima varias veces, se llevó sus pertenencias y posteriormente abandonó el lugar en un automóvil de escape”, agregó la oficial.
La policía está revisando los videos del restaurante y negocios de los alrededores para identificar al asesino y arrestarlo.
Asimismo, está analizando el audio captado en los videos para determinar las palabras que intercambiaron el rapero y su atacante.
El cantante, originario de Filadelfia, se dio a conocer en 2015 con su canción “Fleek”, y en 2016 con “Everyday We Lit”. Ese año estrenó su éxito “Selfish”, que le dio fama internacional, al grado de que realizó una colaboración con Ed Sheeran en 2019.
Apenas hace dos días, publicó su más reciente canción, titulada “Luv Me Again”.
Raperos, blanco de asaltos
El 2 de septiembre pasado, PnB Rock había declarado, en una entrevista con DJ Akademiks, que los raperos eran vistos como objetivos de asaltos y que se habían producido intentos descarados de robos en Los Ángeles.
Narró una historia del momento en el que él, su novia y su hijo estaban en Los Ángeles cuando un grupo de personas los siguió.
“Nunca me robaron. Nunca en mi vida. No voy a decir nunca porque no me gusta decir nunca. No soy supersticioso ni nada de eso, pero no me han robado”, señaló.
Dijo que había sido mucho más cuidadoso desde que mataron a su hermano y evitaba asistir a clubes nocturnos o striptease, o sitios donde estaría en riesgo.
“No me voy a poner en esas situaciones porque sé lo que sucede”, declaró entonces.