APRO
Karla Narvalles se sumó a la lista de mujeres que denuncian acoso sexual por parte de un alto mando militar, en este caso de la Marina.
A través de su cuenta de Instagram, la joven narró el periplo que debió pasar, primero, para entrar a la Marina, lo que incluyó deshacerse de un tatuaje, con bisturí; luego sufrir el acoso de un alto mando –al que no identifica por nombre—y finalmente ser trasladada sin su consentimiento a la Guardia Nacional.
También, en una entrevista de casi una hora con la Soldado Alexa Bueno, en su canal de YouTube, Karla detalló que ingresó a la Semar como infante de Marina y luego la enviaron a adiestramiento a Sinaloa. El infierno empezó cuando la mandaron a Zacatecas.
“Empezó a cambiar todo cuando a mí me mandan a Zacatecas en noviembre del año pasado y comencé a tener contacto con un teniente que iba como al mando de mi sección”. Dicho teniente, relató, trató de hacer amistad con ella, pero sus acercamientos empezaron a ser “más fuertes”.
El mando militar tenía la “mañita” de decirle “chilanga” y los comentarios fueron subiendo de tono: “es que la chilanga está bien buena, es que a quién no le va a gustar la chilanga, es que chilanga párale, quédate en posición de lagartija porque me gusta cómo te ves así” le decía el teniente, contó Karla.
Dijo que recibía comentarios incómodos y misóginos y pese a que los comandantes escuchaban, “no decían ni hacían nada”. Por si fuera poco, aseguró que “toleró” más acosos de otros elementos.
“Terminé decepcionada, no he sido la única, he tenido compañeras que igual me contaban”, señaló y refirió que, tras darse de baja, no le han entregado la hoja de resguardo que demuestra que ya entregó todo su equipo y descartó regresar a alguna de estas corporaciones.
En la denuncia que hizo en Instagram, Karla confesó:
“Me costó mucho trabajo hacer esta publicación, pero al final del día ya no tengo nada que perder y es mi sentir”.
Luego comentó que quienes la conocen saben “todos los esfuerzos y sacrificios” que hizo por pertenecer a la Semar, incluido quitarse un tatuaje con bisturí que se realizó con su mamá “que tenía mucho significado para ambas”. Debió retirarlo, dijo, simplemente porque no la dejaron entrar con él “a pesar de que en todas mis pruebas y exámenes salí en perfecto estado, acepté sus reglas”.
Karla narra que le duró poco el gusto de haber ingresado a la Marina porque la comisionaron, sin preguntarle, a la Guardia Nacional y la mandaron lejos de su casa y sus padres.
“A pesar de eso yo nunca dejé de echarle ganas porque mi vocación siempre fue esa, y muchos de los que me conocen lo saben”, escribió la joven quien luego relató que tuvo los mejores años de servicio hasta que un mando empezó a acosarla sexualmente, todos los días de febrero y marzo pasado.
“Solicité mis vacaciones y comencé con terapia psicológica porque esta persona ejercía demasiada presión sobre mí abusando de su autoridad” siguió.
Karla comenta después que decidió ausentarse de sus labores al finalizar sus vacaciones “no sin antes realizar un informe/denuncia explicando a detalle toda mi situación”.
Y afirmó que, pese a que realizó las denuncias correspondientes, “nadie ha hecho nada”, por el contrario, aseguró que sólo ha recibido “recomendaciones” de que debe ir a prisión militar por ausentarse de sus labores y cumplir una condena de uno a tres meses, a pesar de que justificó su ausencia, como corresponde.
“Nadie ha hecho nada por apoyarme, a pesar de haber ido a todas las instancias correspondientes, tengo mi informe/denuncia con muchos sellos de ‘recibido’ pero ninguno de; ‘aquí te vamos a apoyar’. Incluso se han estado ‘echando la bolita’ entre SEMAR y GN”, acusó.
Tras dar a conocer su experiencia, Karla dijo a quienes desean ingresar a “estas instituciones”, en referencia a la Semar y la Guardia Nacional, que “no vale la pena”.
“Nadie verá el esfuerzo que has hecho por estar ahí, y siempre le darán la razón al acosador y al hostigador solo porque tiene grado. Se supone están para cuidar a la ciudadanía, pero tienen dentro de sus batallones y bases al enemigo. #semar #gn”, concluyó.