El Instituto Municipal de Vivienda (IMUVI) tiene ya liberada la autorización de las autoridades correspondientes para construir la primera etapa del fraccionamiento que inicialmente tenía el nombre de Bicentenario y ahora se llama Centenario de la Revolución. Sin embargo, debido a las pretensiones del ayuntamiento de hacer del fraccionamiento un proyecto sustentable, ellos están abiertos a negociar con los diferentes grupos ambientalistas y autoridades, la mejor forma de construir vivienda afectando lo menos posible. Lo anterior lo comentó en entrevista Jan Espinoza, titular de esta dependencia municipal.
Todavía no determinan una fecha para el inicio de la construcción de la primera etapa porque el proceso que se dará en este momento es la licitación y tal vez para mediados del año se iniciaría con la obra en esta área y para evitar que haya algún vestigio, sobre todo arqueológico porque vegetación no existe en esta área y habrá una persona del INAH supervisando el desarrollo de la obra; mientras tanto quedará pendiente el resto del fraccionamiento cuya autorización está todavía en estudio.
Uno de los tantos argumentos que los ambientalistas han manifestado para no estar de acuerdo con la construcción del fraccionamiento es que hay todavía casas habitación en otros nuevos espacios, e incluso en la zona centro de la ciudad, sin embargo esta es una idea para la que no cuentan con un sustento numérico, ni las autoridades ni los ciudadanos, por lo cual es difícil con base en esto determinar el verdadero porcentaje de ocupación de vivienda. Este dato debería tenerlo el Instituto Municipal de Planeación (IMPLAN) o el estado pero quizá haya detalles que impidan tenerlo con precisión.
Espinoza precisó que ellos no le van a provocar daño alguno a la cuenca del Arroyo de Cobos, porque el límite del fraccionamiento se encuentra a 500 metros del afluente, desde su perspectiva esto es una garantía de que este cauce va a quedar “protegido” aún con la existencia de las 9 mil viviendas, ubicadas en un terreno de 131 hectáreas, donde el terreno más pequeño será de 90 metros cuadrados y el más grande de 180 metros cuadrados, con alrededor de 37 mil habitantes.
El espacio donde el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) encontró vestigios arqueológicos, efectivamente está dentro de la zona proyectada para la construcción del fraccionamiento, como lo había comentado ya la arqueóloga Ana Pelz, requieren hacer un estudio con mayor detalle para determinar si existen otros hallazgos. Para el IMUVI es muy importante tener a la mayor brevedad esos estudios concluidos para hacer al proyecto las modificaciones pertinentes y por eso incluso ofrecieron el apoyo de su personal para auxiliar en las tareas de inspección.
La arqueóloga en su momento fue muy clara al definir que en la zona donde hasta ahora se encontraron estos vestigios no va a poder construirse, por parte del municipio esperan la determinación final para saber de cuánto es el área y cuáles serían las consideraciones para proteger este espacio y así delimitar la propuesta y hacer los ajustes correspondientes.
Uno de los planteamientos para sustentar a éste como un fraccionamiento sustentable es el aprovechamiento y reutilización del agua, construcción con materiales ecológicos, planeación de movimiento incluyendo el transporte sustentable, ahorro de energía, separación de residuos. En la planeación de este fraccionamiento han sido incluidas diversas organizaciones civiles enfocadas a la construcción sustentable, el Instituto de Educación de Aguascalientes (IEA) para determinar las necesidades de educación, CANACINTRA para involucrar a los productores locales.
Para ellos la elección de esta área no fue una ocurrencia, planearon con base en el crecimiento de la población, en un terreno que pertenece al ayuntamiento, además de que en esta área del municipio también ha ido en aumento la cantidad de áreas de uso habitacional. “Hay quienes han dicho es que es el proyecto del IMUVI o es que es el proyecto del alcalde, no, es un proyecto que va mucho más allá, no se trata de hacer casas, evidentemente el fin es darle vivienda a la gente pero es como hacemos para que tengan la mejor calidad de vida”.
Aún cuando las casas parecen muy pequeñas, la realidad es que las personas en lo general no tienen la capacidad para pagar una casa de 10 millones de pesos, la realidad es que deben ser casas entre 200 y 300 mil pesos, entonces hay que ver lo que se puede hacer con eso.