- Hace falta renovación de los estatutos. Las dirigencias estatales sólo son un adorno.
- No tiene reglas claras y las decisiones se toman desde las cúpulas, y no con la voluntad popular que presume el partido.
Morena, hoy el partido político con mayor extensión territorial en México y que ahora es casa de expriistas y expanistas, sigue siendo una plataforma centralista que no permite la independencia presupuestal de los Comités Ejecutivos Estatales y en donde las decisiones “cupulares” se siguen dando al por mayor.
Así lo consideró la morenista fundadora Judith Baca, quien, frente a los resultados de los procesos electorales internos en los que abundaron diversas irregularidades, desde opacidad hasta violencia, mencionó que urge la renovación de los estatutos para poder dejar atrás los esquemas de los viejos partidos políticos.
“Hace falta una renovación completa de nuestro estatuto. Lo comentábamos, es muy centralista, mientras no tenga reglas claras en un proceso electivo, mientras las decisiones se sigan tomando cupularmente, las dirigencias estatales sirven meramente de ornato, porque carecen de muchas facultades. Son meras delegaciones u oficinas de representación, pero sin el carácter ejecutivo que deberían tener”, abundó.
Ejemplo de la falta de independencia y del centralismo en el que hoy en día opera Morena es el manejo de las prerrogativas que esta plataforma genera en Aguascalientes como partido político, pues se envían directamente a una cuenta concentrada en la Ciudad de México, desde donde son redistribuidas.
“No se puede hacer ni la distribución de un presupuesto estatal, mucho menos se pueden tomar decisiones como la elección de los candidatos”, agregó Judith Baca.
Ejemplo de la falta de un esquema más democrático y que verdaderamente garantice procesos de elección interna alejados de la opacidad es la designación de Eulogio Monreal Dávila como presidente de Morena, designación tomada desde la cúpula que no apostó por un proceso de selección interna. Por otra parte, el último proceso interno que Morena sí vivió y organizó, llevado a cabo el día 31 de julio, fue tildado de opaco y señalado por diversas irregularidades, desde violencia hasta acarreo. Ya fue impugnado, un grupo disidente busca su nulidad.