CIUDAD DE MÉXICO.– La primera semana de agosto no fue positiva para el peso, el cual cerró con una depreciación de 0.24% o 4.8 centavos frente al fortalecimiento del dólar por una mayor aversión al riesgo por parte de los inversionistas en el mercado cambiario.
De acuerdo con el análisis del Banco Base, el peso mexicano se ubicó en la posición 17 entre las divisas que perdieron terreno. De forma que las monedas que más perdieron su valor fueron el peso chileno con 1.82%, la corona noruega con 1.29%, el yen japonés con 1.27%, el peso argentino con 1.25%, el peso colombiano con 1.21% y el dólar canadiense con 1.05 por ciento.
Entre los factores que impactaron en la depreciación de la moneda mexicana y otras divisas de economías emergentes, se encuentran los siguientes:
La expectativa de que la Reserva Federal seguirá subiendo la tasa de interés debido a que la inflación se encuentra muy lejos del objetivo del 2%. Desde la sesión del martes, varios oficiales de la Fed se mostraron a favor de continuar los incrementos a la tasa, reduciendo la especulación en el mercado de que podrían comenzar a recortarla en 2023 ante una posible recesión, abundó el análisis.
La especulación sobre el futuro de la política monetaria también se debió a la publicación de indicadores económicos positivos en Estados Unidos.
Por ejemplo, el indicador ISM de servicios se ubicó en 56.7 puntos en julio, por encima de las expectativas del mercado. Por su parte, los nuevos pedidos de fábrica de junio crecieron 2.0% mensual, por arriba de las expectativas.
Finalmente, en la sesión del viernes, se publicó la nómina no agrícola de julio, que mostró la creación de 528 mil posiciones laborales, más del doble de las 250 mil posiciones esperadas por el mercado. Cabe mencionar que la creación de empleo en julio se ubicó por arriba del promedio en la primera mitad del año de 461 mil nuevos empleos por mes.
Por otra parte, al comienzo de la semana, particularmente en la sesión del martes, se elevó la aversión al riesgo a nivel global por un incremento de las tensiones políticas entre Estados Unidos y China.
Las tensiones se debieron a la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes a Taiwán, isla que China considera parte de su territorio. El nerviosismo de los mercados fue principalmente resultado de las advertencias de China previo a la visita de Nancy Pelosi, que incluyeron la posibilidad de acciones militares.