- Existe una vacuna para prevenir la hepatitis B que debe ser aplicada después
- Los mecanismos de transmisión de ambas de enfermedades son similares
La hepatitis B, C Y D son los principales factores desencadenadores de cirrosis y posteriormente cáncer de hígado, en el sector salud se cuenta sólo con la vacuna para el tipo B, aunque protege también para el D, ya que es una co-infección de la hepatitis B. El biológico se aplica prácticamente a todos los recién nacidos desde hace tres décadas.
El especialista en epidemiología Antonio Hernández Jiménez, coordinador delegacional de salud pública del IMSS, explica que existen cinco tipos de hepatitis identificados, clasificados de la letra A a la E, siendo la hepatitis tipo A la más común, sobre todo en niños y es la que causa menores daños a la salud. La hepatitis E es similar al tipo A, ya que se transmite vía fecal-oral, pero este virus se presenta en adultos.
“La hepatitis B es la que más daños a la salud causa, e inclusive hay más de mil millones de portadores del virus B, lo más triste es que no la conocen y mucho más triste porque ahora nadie debería de enfermar del virus B, porque existe una vacuna, es la única vacuna que aplica el sector salud prácticamente desde que el ciudadano mexicano nace”.
Los mecanismos de transmisión de la hepatitis B son los mismos que tiene el VIH/SIDA —prácticas sexuales sin protección, por contacto sanguíneo directo, compartir agujas contaminadas—, refiriendo que el virus de la hepatitis B, es mucho más infecto contagioso que el propio VIH/SIDA.
Este tipo de hepatitis fue descubierta en los años sesenta, pero fue hasta los ochentas cuando se descubrió el genoma y se elaboraron las primeras vacunas. Hernández Jiménez indicó que en 1985 fue cuando se comenzó a aplicar la vacuna recombinante en el IMSS, aseverando que actualmente es una de las vacunas más seguras en el mercado y en el sector salud.
“Es una vacuna que no está hecha de virus vivos, el virus se calcó genéticamente, copió la estructura exterior del virus y se fabricó artificialmente, es un estimulante al sistema inmunológico humano para que genere anticuerpos, para que cuando entre el virus B ya tengamos defensas especificas para cuando ataca el verdadero virus”.
Apuntó que aquellas personas que no hubieran recibido la vacuna cuando eran niños, son susceptibles a recibirla en la edad adulta a fin de evitar esta enfermedad que causa cirrosis hepática, posterior cáncer en el hígado llevando a la muerte.
Sobre población en riesgo para padecer hepatitis B, personal de salud, personas que llevan a cabo prácticas sexuales no seguras, policías, paramédicos, “aquel personal que en determinado momento está expuesto a tener contacto sangre”, las personas que se realizan tatuajes y perforaciones; en este sentido apuntó que no sólo las agujas deben estar estériles sino también y las pinturas.
También dijo que aquellas personas que hayan recibido una transfusión sanguínea antes de los años ochenta, deben estar atentas, pues son potenciales portadores de la enfermedad.
En relación a la hepatitis C, detalló que los medios de contagio son similares a la hepatitis B, a excepción de las prácticas sexuales. La hepatitis tipo C fue apenas descubierta en los noventa, por lo que aún no existe vacuna para prevenir esta enfermedad, que al igual que B, causa daño hepático y cáncer.