“Hay profesiones que son más dañinas que el diseño industrial, pero muy pocas. Y posiblemente solo hay una profesión que sea más insincera. El diseño publicitario, dedicado a convencer a la gente para que compre cosas que no necesita con dinero que no tiene para impresionar a personas a quienes no les importa, es quizá la especialidad más falsa que existe hoy en día (…) al especies totalmente nuevas de basura indestructible que llena desordenadamente el paisaje, al seleccionar materiales y procedimientos de fabricación que contaminan el aire que respiramos y procedimientos de fabricación que contaminan el aire que respiramos, los diseñadores han pasado a convertirse en una especie peligrosa. Y a los jóvenes se les enseña cuidadosamente la competencia requerida en estas actividades.”
Las anteriores sentencias escritas por Víctor Papanek forman parte del prefacio de uno de sus libros más icónicos, transformado casi en lectura de culto; Diseñando para el Mundo Real: Ecología Humana y Cambio Social publicado en 1970. Papanek es uno de los grandes referentes del diseño contracultural del siglo pasado, fue uno de los pocos que cuestionaron en el momento más alto el statu quo del estilo de vida norteamericano y su establishment, se atrevió desde la academia a controvertir las perspectivas de un diseño enfocado solo al consumo irracional y carente de visión humana, ecológica y social. El malestar del texto fue tal que recibió duros ataques, sus ideas vanguardistas y precursoras fueron denostadas a tal grado que quedó expulsado de la Industrial Designer Society of America. Papanek es un autor fundamental para entender los cuestionamientos que siguen hasta nuestros días rondando el mundo del diseño, sus aulas y sus mercados, y es sin duda un pilar fundamental de la disciplina, sin su pensamiento contestatario y crítico no se concebiría muchos de los términos y tendencias actuales como; diseño social, diseño centrado en las personas, ecodiseño o diseño ético.
Papanek fue diseñador, profesor, escritor y antropólogo nacido en Austria en 1923, gran parte de su obra surge al ejercer una docencia del diseño, en aportar teoría a una disciplina relativamente joven académicamente e incipiente en su estructura teórica, sus ideas pueden considerarse precursoras de una filosofía del diseño, en ellas disecciona la relación del ser humano con su mundo material, de la funcionalidad de los objetos, su estética y la interacción que tenemos con estos, objetos que diseñamos para transformar el mundo creando cultura para la representación material de las sociedades. Sin embargo las ideas que le valieron notoriedad y enemistades fueron aquellas que debatían la manera de diseñar, producir, vender y desechar en la vorágine consumista del Capitalismo. Esta mirada desde nuestros días podría parecer ya discernida pero Papanek genera estas críticas en los años sesenta con un contexto marcado por las revoluciones sociales, los movimientos estudiantiles, culturales y la Guerra Fría, con el alto consumo de recursos de Estados Unidos que impulsaba el derroche masivo y exacerbado concebido cuidadosamente por las corporaciones y su gobierno como sinónimo de libertad y democracia en contraposición del control calculado de recursos, consumo precario y colectivización autoritaria de la Unión Soviética, miradas antagonistas del mundo donde el diseño se expresa en su máxima; el diseño como herramienta política.
Cuando conceptos como ecología, sustentabilidad, cambio climático o responsabilidad social aún no aparecían o eran irrelevantes para gobiernos, empresas, diseñadores y consumidores, él logra –no sin esfuerzos- ponerlos en discusión sobre la manera que producimos y consumimos, influye en una nueva generación de diseñadores que aunque minoritaria se cuestionan la posibilidad de otros escenarios, de otro diseño posible. Papanek ejerce desde la docencia una mirada radical y subversiva, genera amplios debates entre jóvenes estudiantes de aquella época y hace girar la mirada hacia el entonces llamado Tercer Mundo, expone que lejos de la hegemonía del mundo occidental y sus grandes capitales del diseño se encuentran pueblos y civilizaciones con una basta riqueza cultural, material, técnica, en cooperación con el medio ambiente y los recursos, es así como recorre África, Asia y Sudamérica, integra conocimiento y va diseminando su forma de entender el diseño como una actividad social, de responsabilidad ética bajo principios de sostenibilidad, aporte cultural e integración social, convirtiéndose así en uno de los pioneros del diseño alternativo que sembró la semilla para nuevas metodologías con el pensamiento del diseño para la generación de productos, servicios, procesos y modelos de negocios que se implementan en la actualidad. Lo que fue revolucionario en su tiempo ahora forma parte de los debates continuos en la práctica del diseño.
Papanek fallece en 1998, fue un vanguardista como pocos, una voz disidente, un outsider que inspiró a generaciones de diseñadores, que vino a develar una conciencia crítica en una disciplina como el diseño, colocándola en el centro del debate social y en su compromiso con el presente y con el futuro, sus ideas se ven reflejadas en temas contemporáneos como las identidades de género fluidas, las realidades económicas de la migración, la crisis climática o el diseño centrado en los seres humanos y su entorno, sus ideas hasta nuestros días lo sitúan como uno de los pensadores más avanzados de su época, nos deja un legado, una posición ideológica sensible para pensar críticamente en lo que diseñamos, producimos y consumimos. Su voz seguirá resonando para los diseñadores comprometidos que buscan el desafío irrefrenable del diseño como actividad transformadora de la realidad.