Alejandro Gutiérrez
Decidió crear a Fortunato, un asesino a sueldo que trabaja para las élites corruptas, a raíz del bombardeo diario de noticias sobre casos de corrupción en España. El actor y escritor Carlos Bardem dice a Apro que el asesino de su libro El asesino inconformista (Plaza y Janés) es, en realidad, “un reciclador de basura”.
Y aunque hasta ahora no tiene un plan concreto, dice que le encantaría que Fortunato llegara a una serie o una película. “No me importaría”, lanza.
-Le gustaría hacer el papel de Fortunato?.
-Por qué no, quién conoce más a Fortunato que yo. Pero si lo tiene que hace otro señor, que se haga –dice sonriente con la idea.
La novela del actor obtuvo el viernes 15 el Premio Dashiell Hammett de la Semana Negra de Gijón, que el jurado otorgó ex aequo junto a la novela Ámbar (Revolver), de Nicolás Ferraro, en esta edición trigésima quinta.
Bardem habló con Apro tras recibir el galardón y recién llegado de México, donde pasó dos meses filmando en Baja California Sur una serie para Netflix (El Elegido, nombre que por contrato el actor se niega siquiera a pronunciar, menos dar detalles). “Fueron dos meses maravillosos en Baja California. México es mi segunda casa”, dice sin ambages.
El asesino inconformista nace de la “indignación” ante la corrupción que todos los días se conoce en los noticieros e informativos, pero sobre todo ante “la impunidad”. Su personaje principal, el asesino, recibe el encargo de matar a una política corrupta.
“Esta novela es un grito de indignación ante algo que pasa en todas las sociedad, que no es ya nada más la corrupción. La corrupción es inherente al ser humano, donde alguien se puede enriquecer porque sí, y siempre habrá quien caiga (en esa práctica). Pero lo que es más propio de nuestras sociedades es la impunidad del corrupto, esta sensación de que se libran” de responder ante la justicia.
A partir de esto, explica, “me permití inventar un ejecutor de estas muertes sospechosamente oportunas, muertes naturales entre comillas, que son las menos naturales de todas las muertes, o gente que se suicida muy bien. Entonces yo he decidido cómo debe ser el tipo que ejecutará eso, este asesino inconformista, con ciertos principios, no es un asesino que tu puedas alquilar para que mate a tu socio, a tu mujer o a tu vecino”.
Este “reciclador de basura” de la novela, es “un antihéroe carismático y complejo atrapado en una sociedad dominada por la inmoralidad y la corrupción”, como lo presenta la editorial.
Sostiene que también es una historia con tintes de sátira y de crueldad en torno a la impunidad de los corruptos.
Cuando se le cuestiona si le gustaría o tiene pensado que la historia llegue a las pantallas –serie o película—, dice, “me encantaría”.
“Creo que tengo cierta mano. Creo tengo cierta mano sensorial, soy muy visual para escribir. Así como Mongo Blanco (su anterior libro que ganó el premio Espartaco en la Semana Negra en 2020) es una gigantesca novela histórica, El Asesino Inconformista es una novela más acotada, que tendría una buena traslación a una serie, me encantaría”, dice.
Sobre si él haría el papel de Fortunato, dice, sin dudar, “por qué no, quién conoce más a Fortunato que yo. Pero si lo tiene que hace otro señor, que se haga”.
Al anunciarse el premio Dashiell Hammett, Bardem elogió al escritor nicaragüense Sergio Ramírez, ahí presente, como finalista en el certamen con su libro Tongolele no sabía bailar, por “convertir en alta literatura la trágica deriva de un país hermano”.
El actor y escritor también explicó que le cuesta ser “autor de género, a mí me gusta más ´mestizarlo´”, porque su libro es una novela negra “donde no se investiga a nadie y donde no hay ningún policía. Es una novela generacional, una novela de amor. Es un privilegio de quienes fantaseamos rellenar espacios vacíos, ver tantas muertes asociadas a tramas de corrupción en nuestro país”.
Resaltó que Fortunato, es un asesino que trabaja a petición de las élites corruptas, pero que tiene sus valores. “Fortunato es un reciclador de basura”, explica sobre el sicario, el personaje principal de su novela.
Explicó que fue como “aprovechar lo que vemos en nuestros noticiarios para fabular algo al respecto, porque como es el tipo que ejecuta esos encargos de unos corruptos contra otros corruptos, su labor es de limpieza en esos ámbitos”.
El jurado del premio Dashiell Hammett que premió a Nicolás Ferrero y a Carlos Bardem, también destacó “la alta calidad de las novelas finalistas y dedicar una mención especial a Sergio Ramírez”. Los otros finalistas fueron Rosa Ribas y Ester García Llovet.