En las películas del cine mexicano de los años sesenta y setenta, el mediático representante del pancracio, de la lucha libre mexicana, Santo el Enmascarado de Plata, conducía a toda velocidad en aquellas escenas, diminutos autos deportivos de dos plazas sobre el anillo periférico sur de la Ciudad de México, con destino a una caballeresca proeza que por misión salvaría a la humanidad de infames seres que reclamaban para sí el dominio de nuestro planeta y todo lo que en él existe.
Eran idílicas escenas paisajísticas de un anillo prácticamente ausente de vehículos. Los habitantes de aquella ciudad que transitaron en sus vehículos por esa vialidad, disfrutaron literalmente de una suerte de mirador desde el cual aún era posible apreciar grandes extensiones de campo delimitadas por los cerros fondeados con telones todavía de los cielos azules del Valle de México; increíblemente eran como revelaciones de los icónicos paisajes de José María Velasco o de los cuadros pintados por los niños alumnos de las Escuelas de Pintura al Aire Libre, durante la primera mitad del siglo XX.
Otra experiencia estética que ofreció el itinerar por esa vía, fue el disfrutar en movimiento, a lo largo de ese tramo del anillo periférico, de la Ruta de la Amistad, como parte de la Olimpiada Cultural de los Juegos Olímpicos de México de 1968, integrada por 22 esculturas monumentales de arte contemporáneo de morfología geométrica, realizadas por artistas representantes de todos los continentes, que conformaron un corredor escultórico urbano de aproximadamente 20 km de longitud, el cual trazó posiblemente, uno de los de mayor dimensión en el orbe.
Como en la Ciudad de México, aquí en Aguascalientes, tenemos no uno, sino tres anillos de circunvalación. Los anillos periféricos proponen en teoría una evolución ordenada de las ciudades y su delimitación, como frontera del crecimiento urbano territorial en cuanto a su extensión con miras a una adecuada planeación y un óptimo desarrollo.
Durante los años ochenta del siglo pasado, se presentó un proceso migratorio hacia esta ciudad de personas provenientes de diversos estados del país y con ellos sus familias, detonado por el crecimiento industrial.
Se hace referencia también y en particular, a aquella oleada migratoria de la Ciudad de México, encabezada por personal del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, INEGI, que participaría del proyecto de descentralización al interior del país de la administración pública federal, lo cual contribuyó significativamente a la expansión de la ciudad que ya traía desde los años setentas un ritmo acelerado de crecimiento que propició desde dos años antes, la construcción del primer anillo de circunvalación de la ciudad.
Cita el investigador Víctor Hugo Guzmán, la fuente: “Historia urbana y notas sobre ciudades…”, que el segundo anillo de circunvalación, se construye en los años ochenta y el tercero en los 90. Para concebir el ritmo de crecimiento de la urbe, basta citar que la ciudad de Aguascalientes requirió de 393 años, de 1575 a 1968 para pasar el primer anillo y solamente de veinticinco años, para salvar el segundo y el tercero, escenario que informa de la velocidad y la magnitud del crecimiento de la ciudad.
Al adoptar la ciudad un modelo de desarrollo horizontal, se sostiene en un estudio de la Secretaría de Gobernación, SEGOB (2009), a propósito de un diagnóstico sobre aspectos sociales, económicos y culturales, en particular de la capital del estado, que, en ésta, se da una pérdida importante de reservas territoriales ecológicamente importantes para los ecosistemas locales en el marco de la especulación inmobiliaria.
Igualmente, se promueve una significativa expansión territorial de la mancha urbana que hace más costoso los servicios de mantenimiento que esta requiere. La medida conlleva la construcción de vivienda de baja calidad en un irrefrenable crecimiento de fraccionamientos populares, que propician el hacinamiento, la ausencia de parques y jardines, de lugares de esparcimiento y de convivencia, lo que facilita un detonador de las violencias intrafamiliar, así como social.
El desarrollo urbano de la ciudad ha sido determinado por el modelo económico, los cambios de uso del suelo y el crecimiento poblacional, que conjuntamente con la industria y la actividad agrícola contribuyen a la contaminación ambiental, a la escasez del agua y la degradación de la tierra, factores que ponen en riesgo a la ciudadanía y a la infraestructura urbana, que entre otras, se manifiesta al abrirse grietas y presentarse hundimientos por toda la ciudad a causa de la excesiva extracción de líquido y por la falta de recarga del acuífero.
Aunado a esto, existe la omnipresencia de un parque vehicular que se incrementa exponencialmente, que, de conformidad a cifras del INEGI, el estado de Aguascalientes reportó para el año 2020 un registro de 676 375 unidades de vehículos automotores en circulación, que divididos por entre 1 425 607 habitantes, nos toca a cada uno de nosotros .4 vehículos.
Ante este escenario, en la ciudad capital, las acciones gubernamentales han resultado exiguas, “…en el diseño y ejecución de políticas públicas en materia de movilidad sustentable…” Coordinación de Movilidad, CMOV, (2021), siendo la urbe de Aguascalientes el municipio más poblado de la entidad con 948 990 habitantes, INEGI (2020).
En el intento de encontrar resultados en la materia, se construyen más puentes y túneles, con el discurso de que el flujo continuo vehicular reduce los gases contaminantes y posibilita la convivencia familiar.
Esta medida, incentiva el uso del transporte individual y, por tanto, la compra de más unidades, en lugar de fomentar realmente el transporte colectivo público de calidad (el cual es ineficiente y lento), y la construcción de más y mejores ciclovías, así como el trabajar en la promoción efectiva, no solo de escritorio, de una cultura ambiental, mediante la puesta en marcha de soluciones sistémicas, entre otros, a los congestionamientos de tránsito.
En suma, las vialidades a que se hace referencia, propician el aumento de la frecuencia de viajes en vehículos automotores a gasolina y con ello, queda expuesta la aparente seguridad de que estar parado sin avanzar esperando la señal verde del semáforo, produce mayor contaminación.
Podría esta medida paliativa de los puentes y túneles en los anillos periféricos, ir al a par de la decisión tomada por el Gobierno Federal en cuanto a la rehabilitación o la construcción de una nueva refinería, que contradecirían posiblemente las dimensiones social, económica y ambiental ponderadas por el desarrollo sostenible, pero que otorgan soberanía energética a la administrada por el Estado.
No obstante, se debe considerar que el quid se encuentra en cómo se lleva a cabo la transición energética para el uso y generación de energías limpias y los tiempos, así como de la inversión y la reconversión tecnológica que esto requiere.
Las nuevas vialidades construidas durante la presente administración gubernamental estatal, creadas para optimizar el flujo de vehículos en la ciudad, podrían a futuro ser insuficientes o estar marcadas por un problema de cálculo, ante el exponencial crecimiento de la ciudad y del parque vehicular, que por fortuna ahora muestran suficiencia, pues aun afortunadamente, no pasamos horas en los congestionamientos de tránsito como ocurre en las grandes ciudades del mundo.
La ciudad ha crecido, como se ha puntualizado, a grandes pasos al igual que la industrialización. Se extiende una enorme plancha asfáltica que no deja espacios para áreas verdes y de recreo, que, junto a los cambios de uso de suelo agrícola, la quema y sobre pastoreo, lo erosionan modificando las características de humedad y la absorción de agua, contribuyendo al efecto invernadero y el desequilibrio del ciclo hidrológico, que acarrea el cambio de clima en la región que se traduce en la disminución considerable de lluvias y aumentos en la temperatura que han llegado incluso a 40ºC.
El cambio climático está presente en todo el país afectando con fuerza también a los estados del centro-norte. En ese tenor durante el año 2011 el estado fue declarado ante la sequía registrada como, Zona de Desastre Natural por la SEGOB, y en lo que va de este, el panorama al parecer va en la misma dirección pues estados vecinos se encuentran afectados por un marcado estrés hídrico y prácticamente en aquella categorización ante la ausencia de lluvias.
El sistema capitalista neoliberal actual, entra en conflicto con las formas de apropiación de la naturaleza, afectando sus funciones básicas, por lo que requiere del modelo de desarrollo sostenible creado por los países más ricos del mundo, que en realidad es el capitalismo sustentable, con el que se pretende franquear la barrera de la depredación y el despilfarro a niveles inquietantes de aquello que consideran recursos, ya que la acumulación de riqueza que persigue no es compatible con el delicado soporte que a corto y largo plazo que brinda para la vida el planeta Tierra.
Lo que importa es el mercado y el crecimiento económico ilimitado, sin importar el daño infringido a la biósfera, el deterioro traducido en la evidente pérdida de la biodiversidad, la destrucción de los hábitats, la desertificación, la contaminación ambiental en todas sus formas o el cambio climático; que suma a esta lista la inequidad en la distribución de la riqueza y la desigualdad económica y social entre países de los dos hemisferios menos favorecidos.
Así, los expertos en movilidad y algunos ambientalistas de ocasión, proponen con convicción mediante el uso de lenguaje ambiental, alternativas que contribuyen a apuntalar este sistema económico, trasladando los costes de la responsabilidad a la sociedad y de manera individual a sus integrantes, sin reparar que es el sistema imperante el que detona esos problemas, ya que el progreso no se mide con la cantidad de vialidades construidas en una ciudad, sino que intervienen más factores, indicadores y dimensiones que hay que considerar.
Éstos, se apoyan en campañas de sensibilización para la formación de la conciencia ecológica entre la población, blanden por ejemplo entre otros, discursos para fomentar la salud y hábitos de la población con el objeto de elevar la calidad de nivel de vida y la consecuente disminución de gastos en ese sector, dejando de lado la importancia de insistir en concientizar a las empresas de que asuman una comprometida y real responsabilidad social.
Al mismo tiempo, estos profesionales aportan, además, soluciones a la toma de decisiones de los gobiernos, proponiendo medidas como el uso mayor de la bicicleta, la movilidad inteligente, el de vehículos particulares para rentarse o compartirse en viajes, entre muchas más alternativas.
No obstante, se ha dejado de lado una solución que realmente vertebre el sistema de transporte colectivo en la ciudad, como son la construcción y puesta en marcha del tren ligero urbano y suburbano, que atraviesen la ciudad desde varios puntos y la circunvalen para que interconecten con rutas eficientes de transporte colectivo y con los municipios conurbados y la capital del estado.
En ese sentido cabría, para viabilizar estas propuestas, la participación del Gobierno Federal en la financiación de este tipo de proyectos, como está ocurriendo en Guadalajara, Jalisco, con las líneas del tren ligero, en el que también participa con inversión el sector privado.
Informa la asociación civil El Poder del Consumidor, que la ciudad de León, Guanajuato, cuenta desde hace más de 19 años con el Sistema Integrado de Transporte-Optibús, muy parecido al metrobús de la CDMX, que “Atiende el 85% de los viajes generados en el municipio y articula 3 tipos de servicio (troncal, alimentador y auxiliar) con un pago único para estos servicios (…), es uno de los mejores ejemplos de sistema de transporte integrado en la región de América Latina”.
“Los logros del Optibús de León, Guanajuato (…), se pueden enumerar de la siguiente manera:
- Eliminación del modelo operativo hombre-camión. El servicio se ha profesionalizado mediante la adaptación de un esquema de gestión del transporte denominado “Sistema Integrado de Transporte”.
- Articulación de los sistemas de transporte público ofertados en el municipio de León. El sistema articula 3 tipos de servicio: troncal, alimentadoras y auxiliares, brindando una mayor cobertura desde la periferia y/o colonias alejadas de la ciudad.
- Consolidación en la integración tarifaria. Con un solo pago se puede hacer uso de los tres tipos de servicio (troncal, alimentador y auxiliar).
- Programación del servicio. El Optibús cuenta con un centro de control que permite con base en la demanda programar el servicio, brindando una mayor certidumbre en los tiempos de viajes de sus usuarios.
- Rutas exprés. Disminuye los tiempos de traslado de los usuarios.
- Adaptación de tecnologías más limpias. El sistema troncal se compone de unidades con tecnologías con certificación Euro V.
- Atiende el 85% de los viajes generados en el municipio de León”.
Por lo anteriormente expuesto, es fundamental bajarnos del veloz auto del Santo, el Enmascarado de Plata, para alejarse de la cultura de la inmediatez, del consumo y del individualismo, pues aún aquí y ahora, en la capital del estado, es posible disfrutar de las vistas efímeras de los paisajes en movimiento desde lo alto de los nuevos puentes vehiculares, que al tiempo nos alejarán de la paciencia, el sosiego, la contemplación y el disfrute de una ciudad que hasta unos pocos años era entrañablemente lenta.
Pero no hay que perder de vista que, en la solución a esas problemáticas, subyace en el fondo el paradigma del tiempo es dinero, lo que nos aleja de la calidad de vida urbana en el que debe vivir cada ser humano, descolonizarle en un acto de resistencia frente a la globalización y la homogeneización de las culturas y la búsqueda de un medioambiente saludable.
Como correlato final, se apunta que a modo en la CDMX, aquellas vialidades que fueron la solución en su momento, incluidos los ejes viales, es de todos conocido que la mancha urbana terminó literalmente engullendo a la Ruta de la Amistad, así como aquellos paisajes prístinos convirtiendo al periférico en uno de los estacionamientos más grandes del mundo, por lo que se espera que en casa no ocurra lo mismo, pues entonces si fuese así, sería necesaria la presencia caballeresca al más puro estilo del realismo mágico, del defensor nacido en Tulancingo, Hidalgo, para liberarnos de los infames seres que reclaman para sí el patrimonio natural y cultural existente en el planeta Tierra, el cual exige una relación simbiótica y resiliente, esencial para refundar un mundo socialmente justo, ambiental y realmente sustentable.
Julio de 2022