El fin de semana dedicamos un par de horas a la película Red, salió hace ya un ratito pero no nos habíamos dado la oportunidad de verla, a pesar de las recomendaciones.
Comenzó la película y no pude evitar encontrarle parecido a Mei, la chica protagonista, con varias de mis alumnas.
Mei es una niña inteligente, curiosa, soñadora, creativa y amorosa, tiene una personalidad vibrante que es pagada por su mamá quien es posesiva, manipuladora y controladora.
Mientras Mei está en la escuela y con sus amigas puede ser ella misma mientras que cuando está con sus padres es obediente y esconde su personalidad vibrante pues su madre controla todo lo que hacen ella y su papá.
Mei y sus padres viven en Toronto y son quienes cuidan el templo chino de ahí. Por las mañanas es una estudiante modelo, mejor amiga y compañera muy locuas mientras que por las tardes no puede salir con sus amigas porque su madre no quiere despegarse de ella y la mantiene trabajando en el templo con ella.
Es importante remarcar que toda la historia transcurre entre los noventas y el 2000, en la época donde los tamagotchis eran populares.
Mei y sus amigas quieren ir a un concierto de pop, del grupo 4Town, una mezcla entre los Backstreet Boys y las Spice Girls, pero ninguna de ellas tiene dinero para el concierto y saben que sus padres tampoco les darán dinero para ir por lo que necesitan un plan que les ayude a reunir el dinero aún si tienen que escapar de casa para estar en el concierto.
Una mañana Mei se despierta y cuando de ve en el espejo descubre que es un panda rojo, su madre sabía que ocurriría y le comenta que deben hacer un ritual para poder separar al espíritu del panda de ella a fin de que pueda vivir una vida normal por lo que tiene que aprender a vivir con su esencia panda hasta el día del ritual.
Mei descubre que si controla sus emociones y no se exalta entonces puede mantener el panda oculto pero, si se exalta entonces el panda saldrá y los demás pueden descubrirla.
Casualmente, sus amigas descubren su secreto y les fascina por lo que la visión de Mei sobre su yo panda rojo. Lo que su madre nunca imaginó, sobre todo porque la espiaba todo el tiempo, era que ella utilizara su versión panda para obtener el dinero que necesitaban para las entradas del concierto, pero lo que ocurre después tiene que descubrirlo poco a poco hasta llegar al fantástico desenlace.
Lo que le ocurre a Mei con su madre lo veo continuamente en mis alumnos y con los hijos de algunos conocidos y es que como hijos pierden independencia, individualidad y ocultan su verdadera personalidad porque sus padres son posesivos, controladores y manipuladores lo que produce no únicamente estrés en los chicos violentados sino también depresión, en algunos casos muy severa.
Muchos chicos, como Mei tienen promedios perfectos porque sus padres se los exigen o porque creen que si no tienen buenas calificaciones van a dejar de quererlo, como son pequeños para ellos es importante tener la aprobación de sus acciones con los padres pero, en lugar de que la ilusión de la pasión por x o y lo logre lo hacen por medio de las calificaciones pues sienten que solo así serán amados e importantes para sus padres.
La desaprobación de los padres les produce tristeza y también los lleva a renunciar a lo que aman todo por complacer a quien le exige un título o un buen promedio.
Hace poco me contó un padre de familia que su hijo se acercó a él y le dijo: “ papá ya me entregaron el título en la universidad que hago con él” a lo que el padre le indicó que se lo diera a su madre pues era ella quien lo quería y lo había exigido.
Durante el filme también observamos a la madre de Mei espiarla en la escuela y seguirla, lo mismo ocurre ahora con los dispositivos electrónicos, los geolocalizan todo el tiempo y les tienen prohibido apagar sus datos para poder seguirlos segundo a segundo. Si bien es cierto que la inseguridad ha aumentado en los últimos años también tenemos que reconocer que en la mayoría de las ocasiones es únicamente la necesidad de controlar todo de algunos padres lo que los lleva a violentar a sus hijos restándoles individualidad cuando no hay peligro y provocando frustración y tristeza al no poder ejercer su libertad. Tal vez esos padres olvidan que muchos de ellos cuando eran jóvenes eran libres y bien porque sus padres confiaban en ellos o les permitieron madurar aprendiendo de sus errores.
Cierto es que aunque de manera hiperbolizada la figura de la madre de Mei trata de denotar el cómo el control produce tristeza, vergüenza y desánimo a quien lo sufre, mientras que, la amistad ayuda a Mei a aceptar su esencia panda al obtener el refuerzo positivo de toda la experiencia.
Algo que también queda al descubierto es que en un matrimonio donde una de las personas es manipuladora y controladora la otra no tiene voz ni voto por lo que se limita a no decir no y acepta decir si a todo porque no es escuchado y decide no tener otra opción para llevar la fiesta en paz.
Gran tarea de Disney para mostrar estos aspectos que vive una familia que podemos ver felices a simple vista pero que necesitan una transformación para cada uno ser libres y aceptar su panda interior para así, controlar sus emociones y vivir en armonía y amor.
¿Aún no ha visto Turning Red? pues véala, es una película dulce sobre la inteligencia emocional.
Laus Deo
@paulanajber
