- La derrota ante Morena en el 2018 debió ser el parteaguas para que el PRI se rediseñara, pero no lo ha logrado; señala exalcalde priista.
- En lo nacional se quedará sólo con tres gobiernos estatales, en lo local, dos alcaldías y una curul.
Tras la derrota del 2018 con la cual el Partido Revolucionario Institucional (PRI) perdió la presidencia de la República, a la que años después se le sumarían otras pérdidas en gobiernos estatales y municipales, el tricolor no ha sabido redefinirse ni renovarse, al contrario, el partido que alguna vez fue hegemónico se está “convulsionando”.
Así lo consideró el exalcalde priista de Jesús María, Gregorio Zamarripa Delgado, quien dijo que desde entonces, e incluso años atrás, cuando el tricolor perdió gubernaturas como la de Aguascalientes o alcaldías como la de Jesús María ante el Partido Acción Nacional (PAN), el partido debió de haberse repensado para regenerarse y reformularse desde dentro y así volver a ser competitivos.
“¿Qué pasa en el PRI? No nos hemos renovado”, resolvió el abogado de profesión. Ante todas las derrotas que ha tenido este partido histórico, Zamarripa Delgado consideró que este ya empezó a convulsionarse, pues no se han logrado asimilar las pérdidas acumuladas.
Para el 2023, el PRI ya solamente será gobierno en Coahuila, Estado de México y Durango -a travès de la coalición con el PAN y el PRD-, las primeras dos entidades mencionadas tendrán elecciones y, con la coalición, seguramente tendrá que ceder un estado a los otros partidos con los que se tiene alianza, PAN y PRD. Y aún en ese contexto tienen que ganar para en el 2023, si las cosas le van bien al partido, podría quedarse solamente con Durango y otra entidad.
Con ese escenario en puerta, Zamarripa Delgado reiteró que “la derrota con López Obrador en el 18 le iba a servir al PRI y al PAN para oxigenarnos, una, para bien, y la segunda, para mejorar la política que estamos realizando internamente”, lo cual no han logrado.
Paralelamente a los constantes resultados negativos para el tricolor, este partido histórico también tiene problemas internos que, de consumarse, podrían llegar precisamente a la renovación, como es lo que está sucediendo con su presidente nacional, Alejandro Moreno, al que ante los resultados que ha dado y con los audios que se han filtrado donde se infieren presuntos actos de corrupción de su autoría, militantes de diversas partes del país están solicitando su renuncia.
“Lo que le está pasando al PRI es una especie de transmutación donde no hemos entendido qué tenemos que hacer”, opinó el exalcalde de Jesús María.
Actualmente en Aguascalientes el PRI sólo gobierna en Pabellón de Arteaga y San Francisco de los Romo; no tiene diputados federales y en el Congreso del estado solamente ocupa una curul, como el PT y el PVEM, las fuerzas políticas más pequeñas en la entidad. Como ya se ha consignado en las páginas de LJA.MX, la recién victoria que obtuvo la coalición Va por Aguascalientes -PAN, PRI y PRD-, pudo haberse dado sin necesidad de que el tricolor y el Sol Azteca se unieran al blanquiazul, pues este por sí mismo juntó los votos necesarios para triunfar sobre Morena.
“Tenemos que mejorar como profesionales, como actores políticos, como partidarios y ponernos a trabajar, voltear a darle la cara y la mano y la cara a la ciudadanía. No lo estamos haciendo, mejor nos agarramos culpando al delegado, al presidente, al regidor, al diputado, etcétera”, agregó el abogado y concluyó que todo esto también se remonta a que desde el 2000, con la llegada del panista Vicente Fox a Los Pinos, el PRI no sabe actuar como oposición; todavía no aprende.