APRO/Gloria Leticia Díaz
Cerca de medio centenar de familiares de personas migrantes desaparecidas en México recorren el país en busca de sus hijas e hijos en distintos estados de la república como parte de la Caravana de Madres y Padres que se realiza desde hace 16 años en este mes.
Auspiciadas por la organización civil Movimiento Migrante Mesoamericano, las familias, la mayoría de ellas mujeres, llegaron al país por Tapachula en busca de sus hijos desaparecidos y para visibilizar la problemática agudizada en los últimos años por el endurecimiento de la política migratoria de México.
“Hay una pandemia para la que no hay vacuna en México, y es la desaparición de los migrantes”, acusó Anita Celaya, mujer procedente de El Salvador, quien desde hace 20 años busca a su hijo y forma parte de la organización Comité de Familiares de Migrantes Fallecidos y Desaparecidos de El Salvador (Cofamide).
Celaya, una de las 47 madres de personas desaparecidas, procedentes de El Salvador, Guatemala y Honduras, recibidas este lunes en el Senado, insistió en conferencia de prensa que en México la “pandemia” de las desapariciones “no se ha terminado en este país, queremos que cese, ya basta de desapariciones de hijas e hijos que sólo transitaban en este país en busca de una vida digna”.
La integrante de Cofamide señaló que la presencia de la Caravana en México, gracias a los apoyos de organizaciones civiles, tiene la labor de “anunciar y denunciar” que “cada migrante que han desaparecido secuestrado, que cada mujer que se han llevado víctima de trata, que cada niño migrante que le han quitado sus órganos, tienen quien los busca”.
Celaya resaltó que en México se vive una crisis humanitaria que afecta a “cientos de miles de migrantes”, víctimas de violaciones a derechos humanos, “no podemos decir por el crimen organizado sino por el crimen autorizado, en el que hay autoridades coludidas”.
Recordó que los migrantes que han desaparecido en México “no han venido por ganas de morir en este país, sino por la falta de condiciones de vida digna en otros países”, y destacó que a los migrantes se les quitan sus documentos como el pasaporte, y quedan a la deriva sin identidad.
“Las madres migrantes estamos visibilizando que a esos migrantes se les que han vistos como mercancías, pero son nuestros hijos e hijas, esposa y madres; el Día de la Madre quisiéramos celebrar pero nos cuesta, tenemos un nudo en la garganta, un dolor siempre que nos impulsa a caminar y a buscar dónde se quedó mi niña, mi niño, por qué está desaparecido, por qué no se nada de él, qué le pasó; estamos visibilizando que el migrante no es mercancía, son personas, seres humanos, no podemos concebir cómo exterminan a los migrantes. ¡Alto a tanto horror, a tanta maldad!”, puntualizó Anita Celaya.
Talía Vázquez Alatorre, presidenta del Movimiento Migrante Mesoamericano (MMM), organización que ha auspiciado las 16 caravanas, tramitando visas humanitarias y transportando a las familias desde su arribo a Tapachula, en esta ocasión desde el 1 de mayo, urgió a los senadores a “flexibilizar la política migratoria y que se facilite el tránsito en el país hacia Estados Unidos”.
Destacó que desde que se endureció la política migratoria en México, los migrantes se han visto obligados a transitar por rutas peligrosas donde son secuestrados por el crimen organizado y las redes de trata”.
Al destacar que las madres han recorrido Tapachula, Tuxtla Gutiérrez, Tabasco, Coatzacoalcos, Veracruz y el Zócalo de la Ciudad de México, Vázquez Alatorre señaló que en reuniones con autoridades, las madres han narrado “historias de horror, es una vergüenza que eso suceda en el territorio mexicano”.
La presidenta del MMM insistió en que los migrantes centroamericanos “deberían poder caminar como personas, en autobuses, caminando incluso como lo hacen, no como mercancías, no como animales”.
Al término de la rueda de prensa, los familiares de migrantes desaparecidos se dirigieron a la parte externa del edificio del Senado para presenciar la inauguración de la exposición fotográfica instalada en las rejas del inmueble “Construcción de la memoria colectiva de la Caravana de Madres del movimiento migrante centroamericano”, inaugurada por la presidenta de la mesa directiva, Olga Sánchez Cordero.
Compuesta por 21 fotografías, la muestra de distintos periodistas es un reflejo de la travesía de las madres en busca de sus hijos e hijas que atravesaron México en tránsito hacia Estados Unidos en busca de mejores condiciones de vida.