Recibe Maricarmen Velasco Ballesteros el LIV Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes
¿Cuándo volverán los días del baño del río, de contemplar con placidez a nuestros niños jugando, cuándo volveremos a ser mujeres sembrando calor en los cuerpos de nuestros hombres, cómo continuar este viaje de nuestros días, cómo seguir cuando la esperanza es un costal agujereado por donde se fuga la vida?
Este viernes 6 de mayo se realizó en el Teatro Morelos la Ceremonia de Premiación del LIV Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes, que corresponde este 2022 a la poeta Maricarmen Velasco Ballesteros por su obra “La muerte golpea en lunes”.
De acuerdo con el acta del jurado, firmada por la poeta Kyra Marina Galván Haro, y los poetas Juan Manuel Roca Vidales y José Renato Tinajero Mallozzi, la obra fue elegida entre los más de 400 trabajos revisados, ya que “sin abandonar un tono casi siempre conversacional, en un lenguaje familiar, la autora entrevera historias de violencias y rencores, sin caer en sociologismos ni historicismos. Descubre y revela historias patibularias, de viudeces y fosas, que se viven a diario en nuestros países. La sabia sencillez y el registro melancólico que se desprende de su lectura son valores que merecen un eco universal”.
La poeta Maricarmen Velasco Ballesteros estudió Antropología social en la Escuela Nacional de Antropología e Historia. Esta formación la ayudó a analizar, en parte, la violencia extrema que padece todo México en la actualidad, una que está atravesada por la guerra contra el narcotráfico, y que a más de dos sexenios aún sigue siendo cómplice de que la violencia no cese, el crimen organizado, los feminicidios, la desaparición forzada, la violencia institucional, la inseguridad cotidiana, la normalización de esta forma de vida entre las y los mexicanos. Para esto, Maricarmen Velasco realizó una investigación, entrevistas, una documentación respecto a la guerra, al narcotráfico, sobre feminicidios.
Sobre estos temas, Velasco Ballesteros desarrolló el objetivo de este libro y de su escritura: “De ahí surge la necesidad de este libro, de que nos sensibilicemos como sociedad en torno a lo que está pasando, se está normalizando la violencia de una manera escalofriante, y eso es un cáncer social, esta violencia está mermando nuestro espíritu como comunidad, como pueblo, como humanidad y no nos damos cuenta de eso”.
Del proceso creativo, la poeta comentó que ha partido de la realidad misma, “de lo que escuchamos, de lo que vemos en las noticias, de lo que leemos en los periódicos y de lo que interiormente me toca a mí. En algún momento surgió una voz y yo seguí escribiendo con una preocupación sobre este tema, cuando detecté esa voz, que era la voz que yo estaba esperando hace mucho tiempo, entonces me puse a seguir este tono”.
También mencionó que por desgracia todos estos temas son uno solo, pues se cruzan en diferentes aristas, si hablamos de desaparición forzada o de feminicidios “es el mismo tema, solo que hay una especialización respecto a las mujeres. El primer texto que yo leí en esta ceremonia decía algo así como: me alzó en brazos la partera y balbuceando ‘es una niña’, es uno de los primeros poemas del libro, ahí hay un toque que te dice por donde va esto, y al hermano, que son gemelos, lo reciben con inmensa alegría”.
Con temor y desprecio me alzó en brazos la partera, y balbuceando ‘es una niña’, me puso en el regazo de nuestra madre. Llegaste tú, hermano, la alegría te sostuvo en tantos brazos, tu vida fue sellada con el don de la gracia que extrañamos. Así sucedió nuestro nacimiento, mirada rota en las costas de Guerrero.
En la ceremonia de entrega de reconocimiento del premio más importante de poesía en México, el Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes, Maricarmen Velasco Ballesteros cedió el protagonismo a los familiares de víctimas de feminicidio y desaparición forzada de Aguascalientes que la acompañaron al interior del Teatro Morelos en una manifestación por la verdad y la justicia.
En la lectura de su obra destacó que “la voz de los poetas, así como las diferentes expresiones de los artistas y pensadores en general, es la voz del alma de las sociedades, de las naciones y eso se construye con y pertenece a todas y todos”.
Dora Galván Estrada, madre de Andrea Nohemí, víctima de la violencia en Aguascalientes, refirió que varias familias fueron convocadas por la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas de Aguascalientes a petición de la poeta para un encuentro: “tuvimos un acercamiento muy fraterno de parte de la poeta Carmen, hubo lágrimas, abrazos, mucha empatía, realmente fue una especie de consuelo y apapacho entre los que hemos perdido un hijo, un familiar, un hermano, un esposo. Por eso mi grito de gracias, la poeta tuvo una deferencia con nosotros en la mañana, nosotros que estamos sobreviviendo, caminando”.
También sobre el encuentro con Velasco Ballesteros, Javier Espinosa Granados, padre de Javier, víctima de desaparición forzada en el caso Maverick, comentó: “Estuvo con nosotros en la mañana, tuvimos una plática, donde hubo muestras de sensibilidad, ella mencionó que por sus poros percibía lo que nosotros padecemos como víctimas, ella lo dijo así y aquí lo repitió, ese libro es de nosotros, buena parte de la problemática, de lo que vivimos las personas que tenemos un desaparecido es cómo hemos superado, más bien, como hemos aprendido a vivir con esto”.
Javier Espinosa comentó sobre su caso, que “el 17 de marzo metí otro escrito a Gobierno del Estado solicitándole una audiencia al ciudadano gobernador, hasta este momento no hemos recibido respuesta, no hay sensibilidad ni empatía, venimos a estos espacios porque sabemos que sí hay personas que tienen empatía con nosotros, lo funcionarios no la tienen, se tiene que reconocer el problema de desaparición forzada”.
El gobernador Martín Orozco Sandoval no asistió a la entrega del premio, en el Teatro Morelos la poeta mencionó que su obra, “La muerte golpea en lunes se ha nutrido de las voces de los protagonistas, voces que se formaron en el interior, ahí, se desarrollaron y fortalecieron conforme la realidad me golpeaba provocándome impotencia, rabia, dolor y desesperanza. Este libro, […] ya no me pertenece, sino a todos aquellos que de alguna manera han participado y participan en la construcción de la persona que ahora soy, a todas y todos mi profundo agradecimiento, pro sobre todo, mi corazón, […] especialmente a las personas que han sufrido alguna pérdida provocada por violencia que escala cotidiana en nuestro país, este libro está escrito para ellos”.
Aquí, algunos fragmentos de la lectura de La muerte golpea en lunes que la poeta Maricarmen Velasco Ballesteros leyó al recibir el premio:
En los parajes solitarios, en lo alto del cerro, en sus cuevas, te buscamos. Detrás de los arbustos, en los recodos del río, te buscamos, nadie sabe de ti, nadie de tu paradero, hermano, ha pasado tanto el tiempo, tanto desde que te llevaron.
Recuerdo la casa del abuelo la fragancia de la huerta el trozo de cielo sobre los guayabos su rosada y dulce figura de niña las jirafas de barro que moldearon nuestras manos mientras abraza el sol de la canícula, deambulo, sola, somos los mismos solos del origen.
Desde que no estás papá ha perdido el equilibrio unos cuantos pasos y en el aire el mundo da vueltas, se trastorna. Gira el horizonte, las montañas, el yunque, el soplete, gira. Dando traspiés, papá regresa hacia el tocón del encino, absorto en su silencio, sobre el mismo zurco rasca la tierra.
Cada vez los que callan, los que se esconden detrás del verde olivo, del negro encapuchado, del azul que traiciona. Cada vez son más los que nos dan la espalda detrás de un escritorio.
Somos las que al tiritar de noche en pleno agosto no encontramos en el catre un fuego que apacigua el frío, somos como muertas arrastrando bultos con lo que nos queda de las uñas que han escarbado en el potrero, en los márgenes del río. Cada vez somos más las ciegas de llanto para ser las viudas nómadas, las hijas huérfanas de este país donde brotan como semillas los cadáveres.
Con la mirada en el café de la mañana, por fin, susurra a penas: eran chavos como yo, niños, llegar con la alegría saltando en sus ojos, pensaron que serían de los que pueden, de los que traen pulsera y puntiagudas botas, de los que traen del brazo a las mises de belleza, las suben en Jaguares hasta las nubes, les convidan whisky, y azuquitar que les meten en la nariz para que las fantasías les salga en las camas, en las trocas, y a ellos les ponga la hombría en los puños, y palabras sucias, como siempre. Un sorbo de café y la mirada ausente, sobre todo los puños, y calla. El silencio es como el peso de una yegua que desboca y te cae encima.
Te dobla el cansancio, te quedas dormido, te rompo tu madre. No quieres drogarte o atar a un miserable, conozco a tu hermana. Te niegas a destazar una pierna, a cercenar una cabeza, te doy un plomazo. Nunca sabes cuándo, de que te toca, te toca.
El viento golpea en lunes, ¿dónde estás? La paz queda en papel picado en las noche de insomnio. Montones de preguntas me persiguen, giran en el universo de mi cerebro exhausto ¿cuántas olvidadas, desaparecidos, desfiguradas, desintegrados, asesinadas, cuántos, cuándo podremos encontrarles?, ¿cuándo volverán los días del baño del río, de contemplar con placidez a nuestros niños jugando, cuándo volveremos a ser mujeres sembrando calor en los cuerpos de nuestros hombres, cómo continuar este viaje de nuestros días, cómo seguir cuando la esperanza es un costal agujereado por donde se fuga la vida?