INAH descubre una casa mexica en la subestación Buen Tono del Metro - LJA Aguascalientes
22/12/2024

 

Judith Amador

 

En el predio donde se ubica la subestación Buen Tono del Sistema de Transporte Colectivo Metro, un equipo de 15 arqueólogos, encabezados por la investigadora Alicia Bracamontes Cruz, encontró los restos de una vivienda mexica asociada a una zona chinampera de la antigua Tenochtitlan.

 

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informó, a través de un comunicado, que el hallazgo es resultado de los trabajos de salvamento arqueológico realizados en las calles de Delicias y Buen Tono, en el Centro Histórico.

 

En noviembre de 2019, el gobierno de la Ciudad de México inició obras de “modernización” en la Subestación de Energía Eléctrica de Alta Tensión Buen Tono, con el propósito de optimizar los tiempos de traslado en las líneas del Metro 1, 2 y 3.

 


Según el INAH, dichas obras dieron pie a los trabajos de salvamento que han abarcado dos y media hectáreas. Han podido reconocer así la transformación de esa zona a lo largo del tiempo. En la capital tenochca, en el Posclásico Tardío, entre el 1200 y 1521, fue zona residencial y chinampera.

 

La arqueóloga Bracamontes detalla en el comunicado que el predio se hallaba en los límites de los barrios Yopico y Teocaltitlan, dentro de la llamada parcialidad de Moyotlan, una de las cuatro que integraban Tenochtitlan.

 

Los testimonios materiales comprenden los restos de la vivienda, distribuidos en 400 metros cuadrados, y la zona chinampera consiste en canales delimitados para su comunicación con el resto del islote. Se encontraron como vestigios vigas de madera.

 

Dentro del área habitacional, bajo pisos de adobe de entre 11 y 15 centímetros de grosor, se rescató un par de vasijas funerarias, clasificadas dentro de los tipos Rojo Texcoco y Canal Café Monocromo. Contienen restos óseos de niños y hay además un par de entierros asociados con una ofrenda de incensarios, malacates y herramientas para hilar.

 

Asimismo se halló una escultura en piedra del Posclásico Tardío, de 60 centímetros de alto, orientada al este. Representa un hombre con maxtlatl (taparrabo), y está en posición de lanzar algo. Describe el boletín que la falta de pulimento permite establecer que no fue terminada:

Se especula que la ocultaron intencionalmente en la época del contacto español, a partir de 1521 d.C., para lo cual rompieron tres apisonados de barro”.

Bracamontes indica asimismo que hubo un asentamiento colonial entre los siglos XVI y XVII, cuando hubo cuatro habitaciones y un patio. Ya en el XIX el terreno fue ocupado por los baños públicos “Las Delicias” que dieron nombre a la calle, según las crónicas de José María Marroquí. Y lo confirma el hallazgo de canales de agua que corren de norte a sur y de este a oeste.

 

La zona fue ocupada por diversos talleres de producción desde la época colonial hasta 1960, la arqueóloga dice que hubo talleres de talabartería, cerámica y ya hacia el siglo XX una jabonería.

 

Anunció que los trabajos de exploración están por concluir y se continuará con los estudios de gabinete.

 

 

 


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