“¡Bájate de ahí Estrella!”, pedía un padre a su hija en la explanada del Museo Descubre donde la sociedad astronómica de Aguascalientes en coordinación con otras organizaciones de la sociedad civil, colaboraron para poder obtener el record guinness en el que quedara registrado el mayor número de personas observando un solo objeto a través de un telescopio.
Fueron 68 las personas que llegaron con el telescopio en el hombro, la gran mayoría con niños y entre la familia, tomaban su lugar según iban arribando y como hubieran mencionado su registro previo a través de internet.
La cita fue a las 18:00 horas, los organizadores esperaban a
alrededor de 85 personas que habían completado la solicitud a través de
la red de redes, sin embargo, en esta ocasión, el clima no fue un
aliado, desde temprano comenzaba a verse una serie de nubes negras
cruzar por el horizonte, lo que no era un buen augurio para el tributo
de Galileo Galilei.
Aun así, todos entusiasmados portaban playeras azules y blancas, en
las que presumían haber colaborado en un acto de unidad, de estas
actividades por las que el país está urgido y sugiere cotidianamente,
“todo sea por la astronomía”, convocaban en el sonido local.
Mientras esperaban las 20:00 horas para que quedara el registro
formalizado ante las autoridades correspondientes, unos iban llenando
el primer patio del recinto de ciencia más reconocido en la entidad,
todos se encontraban atentos donde quedaba su marca que el gis blanco
pintado, un solo espacio para alrededor de tres o hasta cinco personas
en un solo telescopio, que esperaba a que el cielo dejara una apertura
para poder admirar la luna de octubre.
Era una música de esa que transporta, que hace viajar tanto en
largometrajes como en la noche que caía. Todos apuntando hacia la luna,
había telescopios de todos colores, blancos, azules, dorados y el
predominante negro, las personas paradas y sentadas, esperanzadas en
que por lo menos la lluvia cayera después del registro.
Sin embargo, el tiempo fue un factor importante, para quienes
llegaron temprano aún con un poco de luz alcanzaron a distinguir al
satélite natural, otros más aventurados, intentaron colocarse minutos
antes de las 20:00 horas y tuvieron que correr a sus vehículos antes de
mojarse, sacaron bolsas de plástico improvisadas y hasta con su propias
chamarras taparon sus lentes.
Las primeras gotas de lluvia cayeron, pero a pesar de esto, los
organizadores avisaban a los presentes que el conteo estaba hecho y que
en la sede regional estaban enterados de las condiciones climáticas,
pues para la asociación este fue un gran logro que pudo convocar a
aficionados y expertos desilusionados al fin de una larga espera y un
aguacero.
Las voces de aliento no cesaron, incluso un niño paseaba entre los
patios y decía a todo aquel que coincidía con su mirada: “no se rindan,
no se rindan”, arrancando una nueva sensación entre cada participante
de este reto México 2009, en el que pudo concretarse el objetivo de
realizar una causa común en la que “el espíritu se elevó al cielo” y
dejó pendiente una cita con la luna.