La ambigüedad del propósito en la canción No lo van a impedir de Amaury Pérez hace enorme la letra, porque al no fijar qué es lo que no se va a imposibilitar multiplica las posibilidades de su uso, la pieza musical finaliza apostando a que, a pesar de todo, “creceremos”, ¿quiénes?, quienes quieran; ¿en razón de qué?, de lo que uno elija; el objetivo a alcanzar no lo podrá obstaculizar nadie.
El rango es amplísimo, no lo podrán impedir los animales (golondrinas, perros y hormigas), la flora, los sitios (ventanales rotos, esquinas, andenes, valles, cielos), ni autoridades y autoritarios (millonarios, burócratas, estudiantes de leyes, periodistas, generales o hechiceros), nadie, ni siquiera las soledades.
A pesar del falso amigo, el pequeño ladrón de mano fría, los moralistas, los sembradores de veneno, los inquisidores, aguafiestas, enemigos, apóstoles, alquimistas, comediantes y embusteros, en contra de todas sus intenciones, seremos más, se puede suponer. En este sentido tomo al vuelo la canción de Amaury Pérez y la uso para pensar en la consulta de Revocación de Mandato que se realizará el 10 de abril, en donde el Instituto Nacional Electoral ha dispuesto todo para que, quien así lo desee, llegue a las urnas para decidir si le perdió la confianza o no al presidente Andrés Manuel López Obrador.
A lo largo de estos meses, hemos visto cómo desde el gobierno se ha querido impedir este ejercicio de democracia participativa, la forma en que desde el poder se ha querido transformar esta consulta en un concurso de popularidad para ratificar la popularidad de López Obrador antes que deliberar acerca de la efectividad de las políticas públicas de la Cuarta Transformación; sin importar la campaña que desde la conferencia matutina se ha realizado para convertir este proceso en una trampa para cuestionar la existencia del INE, al final, el que se vaya a realizar, a pesar de todos los obstáculos, sólo puede ser considerado como un éxito de la institucionalidad.
Ya cerca de la realización de la consulta de Revocación de Mandato, la respuesta institucional del INE ha sido reivindicar que todo está listo para que la ciudadanía acuda a las urnas y exprese su opinión, concentrando su discurso en que la tarea del instituto está hecha: organizó una elección de mano con la ciudadanía, esa era su labor y ya lo consiguió. Estoy convencido que se logró el propósito, a pesar de todo, que el INE cumplió. Este domingo podremos salir a votar, lo quiera o no López Obrador.
Lo mejor de todo, es que el INE ha establecido, con convicción democrática, que funciona y funciona muy bien, porque ha dispuesto todo para que se realice la consulta, y ese era su deber. Si acudimos o no, ya no es problema del INE.
No tengo duda acerca del papel que el INE debe jugar en una elección, de la urgente necesidad de un árbitro imparcial para permitir la participación de la ciudadanía, a grado tal que, en libertad, acudir a las urnas y votar, sea igual de importante como la decisión de no ir, y así, incidir.
Coda. Como canta Amaury Pérez:
No lo van a impedir ni prohibidos,
Ni novios convencidos, ni hechiceros,
No lo van a impedir las soledades
A pesar del otoño creceremos,
Creceremos.
@aldan