CIUDAD DE MÉXICO.– Contrario a lo que afirmó Andrés Manuel López Obrador en su conferencia matutina de este jueves, el megaproyecto del Tren Maya no cuenta con “todos los permisos de impacto ambiental”, pues los tramos 5, 6 y 7 no cuentan con Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), y sus trazos definitivos ni siquiera están definidos.
En el sitio oficial del Tren Maya, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) solo subió dos documentos: la MIA en modalidad regional de los tramos 1 a 3, y la MIA en modalidad regional del tramo 4. Los tramos 1 a 4 son, precisamente, los menos complicados del Tren Maya, pues pasan en gran parte sobre vías de tren preexistentes.
Aparte, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) señaló, en febrero de este año, que las MIA elaboradas en 2020 tuvieron “inconsistencias”, pues no indican cómo se conseguirán fondos para medidas de mitigación, y no definen bien lo que entienden por región afectada.
El año anterior, la ASF ya había señalado que, en 2019, el Fonatur lanzó las contrataciones multimillonarios sin contar con “estudios de impacto ambiental referentes a la flora, fauna, medio socioeconómico y al paisaje, relacionados con la fase 1 del proyecto Tren Maya”, ni estudios de “factibilidad ambiental”.
El Tramo 5 Norte, el 6 y el 7 están a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), mientras que el Tramo 5 Sur fue adjudicado a Grupo México, del magnate Germán Larrea Mota Velasco. Debido a una deficiente planeación, el Tramo 5 ha sufrido ya varios cambios de ruta, y sigue en espera de tener un trazo definitivo.
Apenas el lunes pasado, López Obrador anunció un nuevo cambio en el Tramo 5, pues indicó que partes de la ruta estarán en viaductos elevados, para no dañar los cenotes y cuevas subterráneas que abundan en la región.