En ninguno de los monitoreos que la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (PROPESPA) realizó el pasado jueves, se detectó la presencia de gases explosivos, informó ayer el coordinador de Protección Civil Estatal, Francisco González Ibarra, añadiendo que los titulares de varias dependencias involucradas determinaron que los olores percibidos en la ciudad se debieron a una “acumulación de materia orgánica en el drenaje”, aunque no necesariamente son heces fecales.
González Ibarra anunció que entre esos funcionarios se encontraban los de PROESPA el Instituto del Agua (INAGUA), del Medio Ambiente (IMAE), y la Secretaría de Obras Públicas (SOP,) y que las dos reuniones que sostuvieron ese día tuvo “el objetivo de poder cruzar la información que teníamos y saber la causa que originó este problema”.
Ante lo que se había especulado en medio de la contingencia, explicó que “no podemos hablar exactamente de un tapón; más que nada, de una emanación que hubo sobre el sistema del drenaje donde, de manera afortunada por un lado, tuvo la forma de salir a través de algunas alcantarillas”, siendo ésta la razón por la que se percibió el hedor.
Informó que los primeros reportes al C-4 se originaron al sur de la ciudad, “en la colonia Las Flores, una parte importante de Bolulevares”; de ahí, apuntó, la fuga tomó dirección norte, llegando antes al centro histórico “que fue donde se percibió mayormente el olor”.
En esta situación, indicó, influyeron las condiciones climáticas que se presentaron ese día, así como la escasez de precipitación que se tuvo en este año, e informó que los monitoreos con los explosímetros de la Proespa han continuado hasta hoy, concentrándose especialmente en las zonas donde más reportes se originaron, “para descartar la presencia de algún material que fuera dañino para la salud y que fuera también explosivo”.
Al ser cuestionado sobre si lo sucedido se dio de forma involuntaria, respondió afirmativamente, y señaló que también se debió en parte al mal uso que la ciudadanía hace del sistema de drenaje, “ya que muchas veces se arrojan diferentes tipos de materiales” que se descomponen y forman el gas metano
En ese sentido, el funcionario no descartó la posibilidad de que la fuga del jueves pudiera repetirse, pero reiteró que el monitoreo continuará, “para en caso de que detectemos algún lugar preciso donde se tenga que llevar a cabo por parte de vehículos de desasolve” hacer monitoreo o limpieza del sistema de drenaje.
González Ibarra dio a conocer que el saldo de niños que presentaron malestar fue de 34, que fueron atendidos por los servicios de emergencias y trasladados al hospital Hidalgo; dijo que las clases continuaron de manera normal y que de momento aún no se cuenta con información que permita fincar responsabilidad a alguna dependencia o empresa particular.