El 24 de marzo tuvo lugar la entrega del Premio Rubén Aguilar Monteverde que desde 2012 otorga la revista Ganar + Ganar, referente nacional en el campo de la filantropía empresarial.
En 2022, el comité de premiación lo concedió a la Fundación Esposos Rodríguez, organización que, el próximo abril, cumple 76 años de existencia y tiene su sede en Hermosillo, Sonora.
Antes han recibido el premio: Alejandro Ramírez Magaña (2012); Manuel Medina Mora (2013); Carlos Slim Domit (2014); Alfredo Harp Helú (2015) y Guillermo Soberón Acevedo (2016).
Y también: David Kershenobich Stalnikowitz (2017); Mercedes Aragonés y Ruipérez (2018); Pilar Servitje Montull (2019); Enrique González Torres (2020) y la Fundación Gonzalo Río Arronte (2021).
El que escribe en la entrega del premio leyó la semblanza de la Fundación Esposos Rodríguez que aquí comparto:
1946-2022
76 años de existencia de la Fundación Esposos Rodríguez.
76 años de éxito en cambiar la vida de más de 80 mil personas a través de becas económicas en apoyo a las y los estudiantes sonorenses en distintos niveles educativos.
El 15 de abril de 1946 el general Abelardo L. Rodriguez, presidente de México (1932-1934) y gobernador de Sonora (1943-1948), reúne a un grupo de personas para constituir la Fundación Esposos Rodríguez.
Nace con un capital semilla donado por el general y su esposa Aída Sullivan. Un millón de pesos de aquellos años.
Surge con un objetivo estratégico preciso: apoyar económicamente a “jóvenes sonorenses aprovechados y con necesidad económica”, para el logro de sus metas educativas.
Desde un inicio, el general y su esposa encargan a un grupo de patrones fundadores la custodia, desarrollo y administración de la fundación.
Esa decisión, inteligente y visionaria, ha sido clave en el éxito de la fundación. Es parte fundamental de su originalidad y también de su efectividad a lo largo de estos 76 años.
Nace como una institución de la sociedad civil a cargo de ciudadanos comprometidos con su comunidad. No centrada en su fundador.
La fundación es una organización autosustentable a partir de un sólido patrimonio inmobiliario en las áreas comercial, industrial y vivienda. Es un ejemplo a nivel nacional e internacional.
Para situarse en las condiciones cambiantes de la realidad, la fundación ha evolucionado. Siempre, bajo el espíritu de sus fundadores y el propósito inicial.
Ahora su visión es: “Ser una institución reconocida en México por el impacto social que generan sus acciones educacionales y filantrópica basado en su solidez institucional y patrimonial”.
Y su misión, el corazón de su actividad: “Contribuir a la formación de personas para que se conviertan en factores de desarrollo de nuestra sociedad y estimular la participación social en el desarrollo de la filantropía”.
Visión y misión en el marco de seis grandes valores que guían el conjunto del accionar: Honestidad, solidaridad, compromiso, eficiencia, transparencia e innovación.
Para dar una idea precisa de lo que hace la institución y cuál es la dimensión de su trabajo señalar que, en 2021, se entregaron 2,206 becas. En 1946 fueron 24.
Que se distribuyen así: Primaria 174; Secundaria 464; Preparatoria 758; Universidades públicas 810. En 39 universidades del estado.
Están también la Beca de Excelencia, que se otorga entre la Empresa Pitic, la Familia Ortega y la Fundación Esposos Rodríguez.
Se dan tres becas al año, para el estudio de maestrías en las áreas científicas y tecnológicas en universidades reconocidas de Europa, Estados Unidos y Canadá. El monto es de 40 mil dólares por cada una.
A lo largo de los diez años de existencia de la beca se ha apoyado a estudiantes, para que asistan a 20 universidades de 10 distintos países.
La historia de la Fundación Esposos Rodríguez, que lo es también del desarrollo de la historia de Sonora, se registra en un gran libro: Fundación Esposos Rodríguez. Memoria 75 Aniversario. 1946-2021.
Obra de Federico Soria Salazar, que fue presidente del Consejo de la Fundación (2009-2012). Es un texto fundamental que registra el desarrollo de la institución desde los más diversos ángulos.
Para terminar, quiero agradecer a la Fundación Esposos Rodríguez que en junio de 2011 nombró a mi padre Rubén Aguilar Monteverde, como su Patrono Honorario.
Mi padre quería mucho a la fundación. La última junta de trabajo a la que asistió fuera de la Ciudad de México fue en Hermosillo en la fundación. Tres meses después murió.
@RubenAguilar