El presidente Andrés Manuel López Obrador inauguró el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, a lo largo del día, en todos los canales de comunicación, desde medios de comunicación tradicionales hasta las redes sociales se ocuparon del tema, y cómo no, si es uno de los pocos logros de la Cuarta Transformación; una de las pocas promesas en que López Obrador empeñó su palabra y logró cumplir, sin que importara cómo o a costa de qué, pero cumplió.
López Obrador no perdió la oportunidad de asestar un golpe a sus adversarios imaginarios, rencoroso como es, se burló y mencionó a dos de sus críticos: “Me río porque nuestros adversarios hace algún tiempo, un año, mi amigo Jorge Berry, por ejemplo, cuando dijimos hace un año que el 21 de marzo del 22 iba a estar terminado el aeropuerto aseguró que no iba a ser posible y que guardaran el tuit, el mensaje. A ver si lo ponen. Un abrazo para Jorge y así para muchos otros que les gana su pasión. Entonces, sí vamos a ir avanzando, cumpliendo. Otro comentarista de radio y de redes, que yo lo estoy promoviendo porque puede ser hasta candidato del bloque conservador para el 2024, Chumel, que también tiene sentido del humor, porque no hay que enojarse, hay que reírse porque eso es bueno para la salud, también dijo y de manera despectiva le llamó al aeropuerto creo que central avionera”.
Ese es el tamaño real de la conversación que propone López Obrador, centrar la atención en lo banal para magnificar lo que su administración hace o dice que hace, porque reduce las críticas a su gobierno a los comentarios que hace un puñado en Twitter. En esta ocasión, el presidente aprovechó el embate recordando a Benito Juárez, quien según López Obrador dijo “que a los retrogradas hay que hablarles fuerte y seguido para que escuchen, porque se cierran completamente”; eso, el titular del Ejecutivo lo considera “estar informando”, con ese pretexto elige cuidadosamente a quién y qué le responde para evitar rendir cuentas sobre cuestionamientos más importantes.
La estrategia es muy obvia y los medios se la compran reproduciendo los embates del presidente, por la polarización de la discusión pública, la atención se concentra en lo que López Obrador dice, y él elige los temas más banales, para repetirlos una y otra vez, ofende porque sabe que es más llamativo para el morbo que se dé seguimiento a la descalificación que hace de sus críticos, antes que dar respuesta a los cuestionamientos serios y fundamentados sobre el ejercicio del poder.
La estrategia es un mecanismo que ha afinado cada vez más, se va contra la persona, se le descalifica y la crítica se relega para no ser respondida, porque el presidente cree que el derecho de réplica consiste en disminuir a quien emite una crítica o hace un señalamiento antes que resolver la duda, trátese de lo que se trate, un señalamiento de corrupción o la petición de aclarar la formas, desde una solicitud de rendición de cuentas hasta la obligación de aclarar si lo dicho por López Obrador es una acción de gobierno o simplemente no se aguantó las ganas de abrir su pecho y asestar el golpe.
El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles es un logro del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, sí, cumplió con lo que prometió, centrar la atención en las críticas de quienes dijeron que no iba a cumplir, es inútil, banaliza la propia obra gubernamental y reduce las acciones de esta administración al cumplimiento de un capricho.
La administración que encabeza el Jefe Máximo de la Transformación no quiere recibir más que loas, no le interesa recibir retroalimentación alguna de la ciudadanía, López Obrador vive del aplauso y exige que todo se le festeje.
Coda. Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad ha publicado una serie de cuestionamientos sobre la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, ¿para ellos no hay respuesta?
@aldan