De verdad no se cuál de las noticias de esta semana me llama más la atención, el lunes se inaugura el Felipe Ángeles con toda expectativa que esto genera, de la buena y de la mala; el martes metieron al bote al “Bronco”; el jefe de jefes escribe una carta al Parlamento Europeo que dios nos guarde la hora como país, espero que el resto del mundo comprenda que esa misiva y su autor no representa el sentir de la nación entera; ese mismo personaje pide con vehemencia que le regresen el penacho de Moctezuma, seguramente lo quiere portar con gallardía en la próxima ceremonia del grito, y con justa razón Austria demanda que si a Fernando Maximiliano José María de Habsburgo-Lorena se lo llevaron vivo, vivo lo quieren de regreso. Cuánto material hubiera podido recabar Aldous Huxley para escribir sus novelas de ficción si viviera y hubiera visitado México en estos tiempos. Autor de “Brave New World” o “Un Mundo Feliz” esboza situaciones que para 1932 eran visionarias y claro, hipotéticas, pero ahora casi nos alcanza su ficción.
La sociedad que imaginó Huxley para esa novela moldeaba y condicionaba al individuo desde antes de nacer, lo cual tampoco está alejado de nuestra realidad, o a poco no estimado lector pareciera que la elite política de esta hermosa patria quisiera imponernos desde antes de nacer su ideología y conste que no hablo del intento de cuarta transformación, los regímenes anteriores del terror también se comportaban igual, hagamos mexicanos en masa para que piensen igual, se comporten igual y los podamos manipular a placer.
Desde una perspectiva completamente social “Un mundo feliz” identifica cinco categorías, cinco clases, cinco niveles que permiten funcionar correctamente a la dictadura perfecta.
El primero de ellos, el Alpha, es decir la elite, en nuestro México este grupo de humanos de probeta tendrían que engrosar nuestra esfera política, la clase empresarial y claro es un hecho al crimen organizado, esa elite que tiene el control sobre todas las cosas y que tiene sus colaboradores en los medios electrónicos que no sólo difunden información, masifican ideologías y moldean comportamientos para los usuarios que se encuentran en las otras esferas, no solo en estos tiempos de penachos y broncos encarcelados, es como una tendencia en nuestra sociedad que no es sana, pero que no hemos sido capaces de modificar.
Huxley identifica al segundo grupo como los Beta, los ejecutantes, que, si bien gozan de privilegios, no tienen las mismas comodidades que el grupo dominante, aquí nos encontramos a los ya mencionados medios electrónicos, dentro de estos, sus ejecutantes sufren de una visión tergiversada ubicándose abajo de los Alpha, sintiendo el poder de la información, pero careciendo de criterios y autoridad para modificar lo que a ellos les hace llegar el primer grupo.
Después aparece en la escena del mundo feliz azteca los embriones que formarán parte del grupo gamma, acá en México identificados como la clase media en peligro de extinción, la odiada por el actual emperador, ignorada por sus antecesores, olvidada los Alpha de todos los tiempos, pero sin duda la que mantiene el dinero en circulación. A este grupo se le hace creer que no serán empleados subalternos sino candidatos a formar parte (algún día) del selecto grupo de los Alpha. Se les brinda educación de mala calidad, se les obliga a exponerse a los medios que los Beta creen controlar, se les incita al consumismo, se les hace pensar que su voz y su voto cuenta pero no es así, viven abrumados por noticias como el penacho que no regresa y cosas peores.
Huxley divide a su sociedad de probeta partiendo de esquemas sociales contemporáneos que nos acercan efectivamente a una dictadura perfecta. Estoy llegando a creer que Don Aldous visitó la tierra del águila y la serpiente para inspirarse en su novela más conocida, porque desde tata Cárdenas a la fecha las cosas por acá no han cambiado del todo.
Siguiendo con la taxonomía social-genética del buen Aldous, con los embriones que ubica al final de la cadena evolutiva y nombra a los deltas y epsilones como los destinados a cargar sobre sus espaldas al mundo feliz, son los que hacen el trabajo pesado, los que no tienen una oportunidad de mejorar su vida, los oprimidos, los olvidados, los que acá en México los ubicamos en los trabajos más pesados, explotados por el patrón, los más vulnerables, a los que los Alpha solo los voltean a ver cuando quieren convencerlos de que los fraudes políticos no existen y que ahora si, los de arriba harán algo por los de abajo, además de vender la idea, a través de los Beta que algún día, tal vez no muy lejano uno de los Delta o épsilon podrán llegar a ser Alphas y hacer justicia por su grupo, bueno de hecho eso ya pasó en nuestra sociedad con un personaje de la historia de apellido Juárez y nunca más se ha repetido, aunque ahora el emperador diga que él es casi como el presidente oriundo de Guelatao Oaxaca.
Mister Huxley dice que la dictadura perfecta es vendida como la democracia moderna, la cual hace que el mundo feliz exista, que sea consumista, que tenga seguidores y permite a los Alpha la permanencia eterna en el poder, el cual se hereda de generación en generación. ¿le suena familiar? Identifica los colores de la democracia en México, seguramente se sabe el nombre y apellido de nuestros presidentes después de la caída del Porfiriato, ¿recuerda los colores de la bandera política de estos personajes?, claro, no se confunda son los colores de nuestra patria, ¿no le dijeron que votara por México, o que nuestra tez es morena?
Insisto, pareciera que Aldous Huxley visito estas tierras para escribir su novela, la manera de retratar a sus esclavos convencidos, sin capacidad para reflexionar, donde el sistema de consumo y entretenimiento es tan perfecto que los hace felices, las aulas llenas de gammas esperando a que se les resuelva la vida, los delta soñando con ganarse la lotería, no tanto por dejar el esfuerzo físico del trabajo sino para garantizar la pasividad del hogar lleno de comodidades al que aspira llegar, donde la ley del menor esfuerzo reine sobre todo lo demás y entonces encender el televisor y disfrutar del mensaje que los Beta tienen preparado para ellos.
Un mundo feliz, hecho realidad en México, por lo menos en esta etapa de la historia de la nación y que no se ve cuándo vaya a terminar, y si, ya regresen el penacho por favor.
@ericazocar