De 68 afectados, la mitad se rehúsa a dejar sus casas a punto de derrumbarse
Tiran aquellas a las que ya se les había fincado y los indemnizan con sólo siete mil pesos
Hasta por 60 mil pesos, el Instituto de Vivienda del Estado de Aguascalientes (IVEA) ofrece reubicar en otro desarrollo habitacional a más de 60 habitantes del fraccionamiento Valle de los Cactus, el mismo que en el 2006 obtuviera el Premio Nacional de Vivienda y cuyas casas resultaron afectadas por la falla que atraviesa la parte oriente de éste, pero la mitad no querido moverse de sus viviendas, la mayoría de las cuales están igualmente dañadas y corren gran riesgo.
“Ahorita empezamos con el primer paquete de veintitantas casas”, refirió un trabajador en el lugar. “Pero vaya al Instituto, ahí le dicen”. Frente al lugar se encuentra el vehículo IV-063 del IVEA.
Detrás de ese “paquete”, se encuentra la vivienda de Doña Lupe* y dos personas más, una de las más de 20 personas que se rehúsa a reubicarse fuera de Valle de los Cactus, “allá arriba, por la escuela”, y que adelanta que si algo le sucede a ella o a su familia “sobre de ellos vamos a reclamar”.
A pesar de que, como a sus vecinas, le ofrecieron una casa en otro fraccionamiento por la que tendría que pagar de 20 mil a 60 mil pesos, “no nos vamos a mover” porque ellos están pagando un crédito por el lugar donde viven. Eso, a pesar de que “nos dijo el ingeniero que ahora que metan las máquinas, esto pudiera resultar afectado, pero yo le digo que esto no es de ahora, esto es de años”.
La vivienda está cuarteada, tiene vidrios rotos y material de construcción que casi desde que adquirió su vivienda no ha podido utilizar por las deficiencias que desde la entrega presentó la casa. “Empezó a fallar casi desde que las dieron, hace cuatro años (…); se me echaron a perder mis muebles, mis hijos ahorita no tienen cama; se me echó a perder mi refri, se me echó a perder mi horno y el IVEA no nos repuso nada”.
“Yo les peleaba una casa de aquí”, el recinto de junto, “y no me la quisieron dar”. El área de las viviendas derrumbadas está a escasos diez metros del frente de la vivienda de doña Lupe y ahora que terminen de tirarlas, dice una habitante de otro recinto no afectado, van a hacer un parque.
“Mucha gente de aquí no se quiere ir: ya le fincó, ya le hizo y vivienda, si tú le metiste 80, 70, lo que le hayas metido, ellos nada más te dan siete mil pesos; entonces todo tu material se pierde, ni te lo toman a cuenta de la casa; incluso dijeron: no, ya se le acabó la garantía. Nos dieron cinco años de garantía y supuestamente ya se acabó, así que si se gotea o si se te cae, ni modo”.
“Supuestamente les compramos nosotros a vivienda para toda la vida, no por cinco años y el problema es ése: que la están tumbando y la están tumbando así porque no quieren que haya así (difusión)”.
Otra vecina del fraccionamiento prototipo del gobierno estatal y motivo de presunción nacional, añade que desde que les entregaron las casas hace cuatro años cuando es tiempo de lluvias el agua se filtra por los costados e incluso por las paredes.
“En todas las casas, a los lados, lo de las orillas, se mete el agua. Todo lo que se llueve se traspasa (…) Y ya no nos hacen caso. Solamente los que vivimos en las casas sabemos; es más: unas casas hasta tienen hule arriba y no es suficiente. Sí se gotea y desde un principio se gotearon”.
Por la compra de estas casas, “de enganche estamos dando diez en el banco y estamos dando mensualidades de 787 pesos”. La deuda es a diez años. * Se cambia su nombre para proteger su identidad