El Jardín de San Marcos es uno de los lugares más icónicos de todo el estado de Aguascalientes. Esta es una ubicación muy significativa, la cual cuenta parte importante de la historia de esta entidad.
Su historia comenzó en 1842, cuando el pueblo de San Marcos se incorporó como un barrio de la ciudad de Aguascalientes. En ese momento los pobladores solo tenían una pequeña plazoleta, por lo que se decidió crear una plaza pública para su disfrute y esparcimiento.
Fue así que se construyó este espacio, el cual tiene en su punto central una glorieta. En un inicio esta solo estaba rodeada de algunas bancas y rosedales.
Ese mismo año se construyó la balaustrada que la caracteriza, hecha de cantera rosa y con cuatro accesos, ubicados según los puntos cardinales. El estilo arquitectónico de este lugar es neoclásico, el cual puede apreciarse por todas las personas que lo visitan.
En 1887 se incorporaron cuatro fuentes, ubicadas en cada esquina del parque. De la misma manera, se instalaron numerosas bancas de hierro, en las cuales las transeúntes podían descansar y disfrutar de la vegetación del lugar.
El kiosko ubicado al centro, que es actualmente uno de los puntos más representativos del jardín, fue inaugurado en 1981. Este también es de hierro fundido y desde entonces ha sido el punto de reunión y recreación de muchas personas.
Debido a su antigüedad, el Jardín de San Marcos tuvo que ser restaurado. Se reabrió al público el 22 de octubre de 2009, en conmemoración del 434 aniversario de la ciudad de Aguascalientes. En ese momento se colocaron las estatuas que hoy se pueden encontrar en distintos puntos del jardín, las cuales representan distintos momentos de la vida cotidiana de las personas de esta ciudad.