“Buenas tardes, tenemos una chica víctima de violencia familiar, el exmarido le aventó el coche y teme por su vida”, decía el mensaje que se colgó en un chat de mujeres del que formo parte; de esa manera vivió el día de la mujer una infortunada víctima. El mensaje continuaba: desde el viernes iba a presentar su denuncia y nos la regresaron del Centro de Justicia para la Mujer al argumentar que tenían mucho trabajo; hoy va y de nueva cuenta, la oficial de guardia ahí le dice que el servicio sólo es hasta las tres; nosotras insistimos en que el caso era urgente y sólo así la atendieron.
Un día después del 8 de marzo de 2022, puedo platicarle a Usted querida lectora y a Usted estimado lector, que nos faltan muchos, infinitos días en torno a las mujeres pues, la realidad de nuestra propia problemática nos rebasa y, en ocasiones parece desbordarse por el incremento que se antoja imparable de agresiones y delitos cometidos contra algunos segmentos de población femenil.
El mensaje que le presenté a Usted en inicio, lo subió la Asociación de Abogadas de Aguascalientes, que realizan una amplia labor altruista en beneficio de mujeres víctimas de violencia, al brindar pro bono, o sin costo su asesoría, representación y acompañamiento terapéutico a quienes lo necesitan y hasta cuanto les es posible ya que son muchos los casos.
En el despacho jurídico en que colabora esta cocino-polis también brindamos un porcentaje de casos pro-bono, pero ¡créamelo! no nos damos abasto con tantas solicitudes de apoyo social.
Un día después del 8 de marzo vale la pena hacer un alto para hacer un recuento de los daños, pero no de los daños físicos que pudieron dejar los pasos de tantas y tantas mujeres volcadas en las calles a reclamar lo que en derecho les corresponde, sino el que aún sufren muchas (más de las que Usted puede imaginar) mujeres en nuestro querido terruño y nuestro país… en nuestro mundo.
En estos días se dan a conocer cifras y cifras de los delitos y faltas que se comenten contra las mujeres, así que me limitaré a platicarle otro caso de esos que uno evoca cada vez que hay un reclamo por el desbordamiento de las emociones en las manifestaciones y marchas con que se conmemora el 8m, y conste apreciable lectora, querido lector, que esta cocina no estuvo presente en la marcha estatal para no ser cómplice del delito de daño en las cosas, en caso de que se cometiera, sin embargo el 8 m ¡duele! Y cala profundo.
Arianne (nombre ficticio) acudió a nosotros ligeramente alarmada pues el padre de su hija solicitó unos pocos días a la hija de ambos para pasar unas vacaciones, los días de asueto se terminaron y la niña aún no retornaba.
Un convenio realizado ante la Procuraduría de la Familia y el Menor del DIF estatal, le daba la custodia de la niña a la madre y eso la hacía sentirse segura jurídicamente. El tiempo pasaba y el padre de la niña a quien llamaremos Alonso, no entregaba a la niña que llamaremos Paty.
Los días se hicieron semanas y las semanas meses, la niña no era devuelta. Alonso dejó de contestar las llamadas y mensajes de Arianne y, por la menor se enteró que se le matriculó en una escuela allá, en donde estaba con su padre, la ciudad de Guadalajara, Jalisco.
A Arianne no le quisieron tramitar su denuncia interpuesta en el Centro de Justicia para la Mujer de Aguascalientes y se limitaron a turnarlo a la Fiscalía de Justicia del Estado de Jalisco, algo tan absurdo como que a alguien lo asesinen en Aguascalientes, pero el asunto judicial se resuelva en la entidad donde vive el asesino.
Ante la denuncia de tipo penal, Alonso reaccionó con una demanda contra la madre en la que no sólo pelea la custodia completa de la niña, sino que Arianne le pase pensión alimenticia (alimentos). En el juzgado civil radicado en Guadalajara le solicitaron a Arianne que se desista de luchar por recuperar a su hija y mejor deje las cosas como están, ya que seguramente la niña está bien con su padre. Van cuatro ocasiones en que el padre ha sido omiso de presentar a la niña para que conviva con su madre; por cierto, las convivencias fueron ordenadas asistidas y sólo por dos horas dos veces a la semana, como si Arianne fuese una delincuente peligrosa lo cual está ella muy lejos de serlo; así, en medio de la fría indiferencia, en incluso la estulticia de las autoridades penales y civiles, han transcurrido dos años.
No terminaría aquí de comentarle tantos y tantos casos en que las mujeres enfrentan un sistema que no las ve, que no puede atenderlas por exceso de trabajo o porque no le da la gana, de un sistema en el que la voz de una mujer suena muy débil, apenas audible; sólo sé que aún resuena, un día después, el eco de las mujeres que ayer unimos nuestras voces y logramos, aunque fuera por unos instantes ser escuchadas.
Recuerde Usted que en esta su cocina se lee, estudia y conversa de todo, particularmente de política.