El pasado viernes 25 de febrero se celebró en el Teatro Aguascalientes, que todavía sigue siendo la casa de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, el cuarto concierto de la primera temporada 2022 de nuestra máxima entidad musical. Esta temporada es muy importante ya que representa la primera del maestro Emmanuel Siffert como director titular, y al mismo tiempo es con la que la OSA cumple sus primero 30 años de existencia de esta nueva versión ya consolidada, porque insisto, y nunca me cansaré de insistir, desde la primera década del siglo XX ya existía una organización musical llamada Orquesta Sinfónica de Aguascalientes que daba conciertos en el Teatro Morelos y era dirigida por el maestro Arnulfo Miramontes, por lo que nos queda claro que la OSA está por cumplir 100 años ya de manera inmediata, si bien no de existencia ininterrumpida, sí al menos de que fue fundada, aunque como ya lo hemos comentado, ha tenido una vida intermitente desde entonces, justamente hasta 1992 en que fue reorganizada ya de una manera consolidada y que actualmente representa uno de los rasgos de mayor identidad de nuestro Estado y, evidentemente, significa uno de nuestros más grandes orgullos, y que además, con todo merecimiento, fue nombrada por el actual gobernador, el contador Martín Orozco Sandoval, como embajadora cultural del estado, y desde esta tribuna, desde esta humilde trinchera hago votos para que finalmente sea considerada, igualmente con todo merecimiento, como patrimonio cultural del estado, si alguien lo merece es justamente la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes.
Pues bien, el cuarto concierto estuvo integrado de la siguiente manera, inicio con el concierto para oboe de Domenico Cimarosa, algunos musicólogos dicen que es el concierto para oboe de Cimarosa que Cimarosa nunca escribió, y lo que sucede es que el músico australiano, Arthur Benjamin, hizo una obra concertante para el oboe teniendo como base algunas sonatas para clave compuestas por Cimarosa, específicamente la 23, 27, 29 y 31, Arthur Brown les dio un tratamiento orquestal con la participación de un oboe como gran protagonista. En este caso se encomendó la responsabilidad del instrumento solista al maestro Iouri Vodolazski quien por supuesto, tuvo una participación destacada con una técnica irreprochable, pero más allá del dominio técnico es la sensibilidad, eso que no se estudia en el conservatorio, eso es justamente lo que marca diferencia y, en esta ejecución vimos un generoso derroche de sensibilidad, gran versión del concierto de Cimarosa la que nos obsequió el maestro Vodolazski.
El concierto continuó con Ubi Caritas del compositor Maurice Duruflé, un gran compositor y organista francés contemporáneo, murió en 1986. LA obra de Ubi Caritas fue presentada en un arreglo para metales realizado por el principal de la sección de trombones de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, el maestro Wayne Groves, lo cual no es nuevo, de hecho la semana pasada, y en algunas otras ocasiones, ya hemos tenido la oportunidad de conocer algunos arreglos para la sección de metales.
La primera parte del concierto terminó con Le Voyage de Printemps, una obra para orquesta de cámara escrita por el compositor suizo Aloys Fornerod, también del siglo XX, murió hace 57 años.
Finalmente el concierto terminó con una excelsa interpretación, de verdad excelsa, no lo digo como una mero formulismo y créeme que evito el uso los adjetivos calificativos que pueda comprometer mi punto de vista si o estoy convencido de lo que digo, también evito el uso indiscriminado de los superlativos porque cuando nos enfrentamos a algo que de verdad lo merezca, ya habremos gastado inútilmente nuestro vocabulario, de la obra Gli Ucceli, P.154, Los pájaros del compositor italiano Ottorino Respighi.
Pues no, no es el caso, en esta ocasión el maestro Siffert si hizo un trabajo exquisito, inmaculado, de verdad, a la altura de las exigencias de la partitura. Es un poema sinfónico en donde el compositor traduce en música el característico trinar de diferentes especies de pájaros logrando un efecto orquestal maravilloso que al mismo tiempo exige del director una sapiencia musical plena y absoluta y que no permite la menor distracción a riesgo de convertir aquello en una masa amorfa de sonido. Pero el resultado final fue extraordinario, el público y la orquesta aplaudieron con entusiasmo obligando al maestro Siffert a regresar al escenario en tres ocasiones, la última de ellas para hacer la repetición de un fragmento del poema sinfónico. El maestro Emmanuel Sifert lleva muy poco tiempo como director titular de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, y en estos cuatro conciertos, todo dirigidos por él, nos ha dejado en claro lo que es posible hacer cuando una orquesta tan solvente y disciplinada como la Sinfónica de Aguascalientes, es dirigida por la batuta indicada, simplemente surge la magia.
La próxima semana tenemos un programa muy especial, un homenaje muy merecido a un gran compositor de Aguascalientes, el maestro Ladislao Juárez Ponce, creador del concepto del Ferial y compositor de ese tema emblemático que para quien esto escribe, es un tema musical que nos define mucho mejor y nos da más identidad que la célebre Pelea de gallos del chileno Juan S. Garrido, estoy hablando del bello Canto del Pregonero, tema central del Ferial de Aguascalientes y con un incuestionable sabor aguascalentense.
Las obras del maestro Juárez que habrán de interpretarse este viernes 4 de marzo son: Así fundaron Triana, Rebozos, Alfareros, Me contaron las jóvenes aldeanas, Vista Alegre y Ferrocarrileros. Este concierto será, como ya lo comenté líneas arriba, mañana viernes 4 de marzo a las 20:30 horas en el Teatro Aguascalientes, además se está trabajando en un disco con la grabación de la música del maestro Juárez a cargo de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes. Por ahí nos veremos si Dios no dispone lo contrario.