La presidenta del Centro de Capacitación para el Desarrollo Comunitario (CECADEC), Verona Valencia, quien ha trabajado junto con su equipo con mujeres que se dedican al sexo comercial en la zona de tolerancia del municipio de Pabellón de Arteaga “comúnmente conocida como “El Charco”- señaló que en la actualidad aún existe gran estigmatización y discriminación sobre las personas que se dedican a esta actividad, incluso de parte de las autoridades que se encargan de vigilar su seguridad.
Indicó que la estigmatización se presenta desde el uso del término “prostitución”, que conlleva conceptos muy discriminatorios y de poca valía de las personas que la desarrollan, “es un término que ya no estamos utilizando porque finalmente son personas que realizan un trabajo como cualquier otra”.
Verona Valencia explicó que las mujeres que se dedican a la prostitución son víctimas de cuatro tipos de discriminación: “por ser mujeres, por ser trabajadoras, pues se considera que las mujeres no deben trabajar; otra más, por ser trabajadoras sexuales y por ser pobres”. A estos, señaló, se une un tipo más de discriminación si la mujer es indígena.
Refirió que por lo general quienes contratan los servicios sexuales de una mujer son hombres con nula percepción de la equidad de género, “son machistas y egocentristas, autoritarios y consideran que pueden hacer con estas chicas lo que se les da la gana porque están pagando”; expresó que se estigmatiza a estas mujeres como “no ciudadanas, que no tienen ningún valor ni derechos”.
Esta misma percepción es asumida por las sexo servidoras, desarrollando lo que la activista social denominó “auto estima introyectada”, llegando a considerarse como ciudadanas de quinta categoría que no merecen nada. “En pocas palabras, ellas mismas se consideran putas, empeorando la problemática interna y externa que viven” apuntó.
Respecto a los problemas externos, expresó que las mujeres que trabajan dentro de zonas de tolerancia se enfrentan a tener que realizarse exámenes de salud para la detección de enfermedades de transmisión sexual, VIH/SIDA. Explicó que esta actividad se convierte en un problema al ser una actividad obligatoria, “no hay un componente educativo que les inculque la importancia de estar saludable, de sentirse bien, al ser forzadas al auto cuidado; odian los exámenes además de ser caros”. Agregó que existen instituciones de salud que proporcionan de manera gratuita los estudios; sin embargo cuentan con horarios poco adecuados para las trabajadoras del sexo comercial, “son temprano por la mañana, poco después de terminar su actividad de la cual terminan alcoholizadas, no se pueden hacer los exámenes y no les dan su permiso para trabajar”.
Comentó que tradicionalmente se piensa que las trabajadoras del sexo están allí porque quieren y que ganan muy bien. En este sentido señaló que son pocas las que por vocación eligen ese camino: “la mayoría son por falta de oportunidades. Se piensa que ganan lo que quieren no es cierto es el mito más grande, apenas lo suficiente para vivir; las jóvenes, guapas y más avispadas ganan más, las que ya no están tan guapas, con más años, ganan menos y muchas veces se sujetan a violencia constante” anotó.
Dentro del círculo de violencia que encierra al sexo comercial la autoridad también tiene qué ver, refirió Verona Valencia. “Existe la violencia estructural ejercida por las autoridades municipales que se encargan de la revisión médica, la seguridad y reglamentos”, haciendo más complejo el problema pues las personas que desempeñan estas funciones tampoco están preparadas para tratar dignamente a las sexo servidoras, tienen los mismos estigmas y estereotipos”, no están preparados para considerar que el trabajo sexual puede ser como cualquier otro, que las chavas tienen derecho, ellos también tienen la concepción de que son putas”.
La presidenta de CECADEC adelantó que su organización civil estará trabajando con mujeres fuera de zonas de tolerancia, donde existe mayor índice de violencia y poca prevención, con la intención de mejorar sus condiciones de trabajo mediante el acercamiento de información sobre cuidados de salud, equidad de género, empoderamiento, autoestima, sexualidad.