Columba Vertiz
Alejandro Muñoz Moreno, conocido como Blue Demon (Demonio Azul), no sólo dejó huella en el cuadrilátero, sino también en el séptimo arte con 27 películas que forman parte del llamado género del cine de luchadores, el cual predominó en los años sesenta y setenta del siglo pasado en México.
Su hijo, Alejandro Muñoz Lomelí, estudió marketing y no siguió los pasos del pancracio; pero recuerda a su padre a 100 años de su nacimiento, el 24 de abril, con una exposición bajo la curaduría de Aldo Sánchez Ramírez, que incluye fotografías, documentos, objetos y las pinturas creadas por el artista Israel Rodríguez Balbuena:
“Perpetuamente Blue Demon manifestó –platica Muñoz Lomelí en las instalaciones de Proceso–, con la sencillez que siempre tuvo, que era luchador y no actor.”
Menciona entre sus compañeros de la pantalla grande a estrellas como Carlos Ancira, Elsa Cárdenas, Martha Elena Cervantes, Éric del Castillo, Jaime Fernández, Alma Delia Fuentes, Nubia Martí, Ana Martin, Aldo Monti, Maura Monti, Ana Luisa Peluffo, David Reynoso y Regina Torné.
“Fueron actores de primera línea, lo orientaban y él se dejaba llevar, él sabía que su personaje era el atractivo de taquilla y que el apoyo del elenco era para robustecer el filme.”
Su primer largometraje con el papel protagónico fue Blue Demon, el demonio azul (1964), dirigido por Chano Urueta (Chihuahua, 1895-DF, 1979), con Jaime Fernández, César Gay, Ivonne Govea, Nathanael León, Altia Michel, Mario Orea, Fernando Osés, Carlos Suárez y Rosa María Vázquez. Fue una película de terror donde Blue Demon se enfrentaba a un científico que se convierte en licántropo y asesina a la gente. Fungió como director de fotografía Alex Phillips hijo para una producción de Fílmica Vergara.
Sigue Muñoz Lomelí:
“El productor Vergara fue a la Arena México y en el vestidor le entregó a mi padre una tarjeta. Le dijo que era para filmar un largometraje y si quería que se comunicara con él. Mi papá le llamó a los pocos días. Le dijo a mi madre, Goyita (Gregoria Lomelí): ‘Mira, hija, me están invitando para una película y voy a hablar’.
“Ella intervino mucho en la cuestión administrativa de mi papá, porque él no contaba con el tiempo para andar cobrando ni nada de esas cosas, ni de ver fechas de presentación: lo hacía mi mamá. Era la que llevada toda la administración. Cuando ella se empezó a cansar con la edad, le dijo a mi padre: ‘Mira, ahora que mi hijo sea el que lleve la carrera, el que haga las citas para las presentaciones, que cobre, en fin’. Y yo empecé a ser su representante.”
Dice respecto a la película Blue Demon, el demonio azul:
“El señor Vergara le dio el guion escrito por Rafael García Travesi y Fernando Osés a mi papá, para que lo leyera. Le señaló: ‘Es de ficción y espero que le guste porque lo va a catapultar muy fuerte… el cine es un medio que también proyecta mucho’. Se pusieron de acuerdo en todos los términos. Mi padre expresó que le dieran tiempo de aprenderse los parlamentos, y le informaron quiénes formarían el elenco: eran actores con experiencia para proteger a Blue Demon en cualquier cosa que se atorara. Las locaciones fueron en una hacienda olvidada en Azcapotzalco.
“La película dejó mucho dinero, fue muy popular. Entonces el mismo señor le ofreció la segunda cinta. Luego otros productores empezaron a interesarse también en él y lo contrataron. Siempre con sencillez, mi papá expresaba: ‘Voy y me divierto un rato…’.”
Rounds de sombra
Llovieron los siguientes contratos fílmicos:
Blue Demon vs el poder satánico (1965), de Urueta; La sombra del murciélago y Arañas infernales (1966), de Federico Curiel, más Blue Demon vs cerebros infernales y Blue Demon contra las diabólicas (1966), de Urueta; Blue Demon, destructor de espías, de Emilio Gómez Muriel; Blue Demon en pasaporte a la muerte (1967), de Alfredo B. Crevenna; Blue Demon y las invasoras (1968), Santo y Blue Demon contra los monstruos y El mundo de los muertos, de Gilberto Martínez Solares, con Santo contra Blue Demon en la Atlántida (1969), de Julián Soler; Los campeones justicieros (1970) y Las momias de Guanajuato (1970), de Federico Curiel.
La invasión de los muertos (1971), Noche de muerte y La mafia amarilla, de René Cardona, así como Vuelven los campeones justicieros, de Federico Curiel, Santo y Blue Demon contra Drácula y el hombre lobo, de Miguel M. Delgado y Las bestias del terror (1972), de Alfredo B. Crevenna; Triunfo de los campeones justicieros, de Rafael Lanuza; Santo y Blue Demon contra el Dr. Frankenstein (1973), de Miguel M. Delgado; El hijo de alma grande (1974), de Tito Novaro; La mansión de las siete momias (1975), de Rafael Lanuza; Misterio en las Bermudas (1977), de Gilberto Martínez Solares y, finalmente: La llave mortal (1989), de Francisco Guerrero, y el documental Blue Demon el campeón bajo la producción de Muñoz Lomelí, de 1989.
Por supuesto, en todas esas historias Blue Demon siempre veló por la justicia, lo mismo que El Santo y otros luchadores populares. El crítico e investigador de cine Rafael Aviña escribió en el libro Historia ilustrada del cine de luchadores:
“A falta de héroes, la cinematografía mexicana encontró en el cine de luchadores la mejor opción para rescatar el antiquísimo enfrentamiento entre el bien y el mal.”
Muñoz Lomelí complementa:
“El personaje de mi padre defiende a la sociedad. Su personalidad fue así hasta el final.”
–¿A Blue Demon le gustaba actuar?
–Sí, se divertía, como él decía; pero igual se ponía nervioso, porque cuando es algo que no dominas siempre te preocupa realizar todo bien.
–¿Qué opina de esas películas que hizo su papá con El Santo, el enmascarado de plata?
–Para los productores fue un imán de taquilla porque eran los máximos ídolos. La proyección que tuvieron los dos fue muy grande y años después de su muerte los largometrajes se siguen exhibiendo. Por ejemplo, en Europa son películas catalogadas de culto. Yo me admiro de eso. El hecho de que ande por allá Blue Demon hace que se me quieran salir las lágrimas. Bueno, me pasó, en Barcelona, España, vi un mural de Blue Demon, y dije: ¡Ah!, caray.
Sony creó una serie de televisión biográfica titulada Blue Demon, y al respecto expone:
“Fueron tres temporadas que se proyectaron entre 2016 y 2017 y se puede ver todavía en la plataforma Blim. Estuve meses con Sony trabajando. El destacado actor Tenoch Huerta recreó a mi padre.”
Los demás actores que intervinieron: Ana Brenda Contreras (Gregoria Vera), Joaquín Cosío (Ignacio Vera), Ianis Guerrero (Carlos Cruz), Silverio Palacios (Tío Crescencio) y más.