El pasado viernes 4 de febrero dio inicio la primera temporada del año 2022 de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, que al mismo tiempo marca una nueva era en la historia de nuestra máxima entidad musical al presentar a su nuevo director titular, el maestro Emmanuel Siffert que tomó posesión de su nombramiento de manera oficial el pasado lunes 31 de enero del año en curso. El nombramiento del maestro Siffert en este momento es muy importante, entre otras cosas por el hecho de que la OSA cumple justamente este mes de febrero 30 años de que debutó en un memorable concierto en el Teatro Aguascalientes, aunque es necesario recordar que la historia de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes tiene ya casi cien años de existencia, y sostengo sin temor al error, que nuestra orquesta es la primera en activo creada en México. Cierto es que desde 1886 hay en México esta maravillosa institución llamada orquesta, pero aquellas creadas en el ocaso del siglo XIX son orquestas que ya no existen, ya no están en activo. La nuestra existe aunque con algunas interrupciones en los casi cien años de historia, la de Xalapa, fundada en 1929, sí ha tenido una vida ininterrumpida desde entonces, lo que la haces ser la de mayor tradición, aunque no la más antigua, ese honor lo tiene la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes.
Pero ya me ocuparé en otra ocasión de la historia de nuestra Sinfónica, los 30 años de esta nueva versión de la OSA hace obligado ocuparnos de esto en la columna El Banquete de los Pordioseros que puedes encontrar en este mismo rotativo todos los viernes. Las presentes líneas pretenden ocuparse del primer concierto de temporada y del primer concierto del maestro Siffert como titular de nuestra máxima entidad musical.
Siguiendo y respetando los protocolos de sanidad recomendados por nuestras autoridades de salud, la Sinfónica de Aguascalientes programa obras musicales de breve duración y en donde no se requiera la orquesta completa buscando también la sana distancia en el escenario para protección y seguridad de los maestros que integran nuestra Sinfónica. De esta manera el maestro Siffert diseñó un programa sumamente atractivo y apegado a los reglamentos.
Para este primer concierto disfrutamos de dos obras de diferentes latitudes y de diferentes momentos en la historia de la música. Iniciamos con un concierto para violín, y de acuerdo a lo que me comentó el maestro Siffert en una entrevista realizada por la frecuencia radiofónica de 92.fm Tu estación de Radio y Televisión de Aguascalientes, más que un concierto en el estricto sentido de la palabra, sería como una sinfonía concertante porque la orquesta no se limita solo a acompañar al solista, tiene también un papel protagónico en el desarrollo de la obra. Se trata del Concierto Gregoriano para violín y orquesta compuesto por Ottorino Respighi, el nombre obedece al canto cristiano surgido en la Edad Media, Canto Gregoriano en honor a San Gregorio Magno que fue quien recopilo y jerarquizó todos estos himnos que constituyen la joya de la corona del canto sacro de la Iglesia Católica Romana. El apego del concierto de Respighi al canto llano, propio del Gregoriano es lo que le hace llevar ese nombre, Concierto Gregoriano. La parte solista le fue encomendada al maestro William Harvey, un violinista estadunidense de técnica irreprochable, pero sobre todo convenció su manera de hacer y entender la música, es decir, eso que no está escrito en la partitura y que es, finalmente, lo que hace grande a un intérprete. Es un violinista que ya es conocido del maestro Siffert y fue él quien lo trajo a Aguascalientes a proponer esta maravillosa obra, que por cierto, está originalmente escrita para una dotación instrumental más grande pero que puede ser abordada con menos músicos sin violentar en absoluto la partitura y cumplir sin problemas con la exigencia de tener un contingente reducido de músicos en el escenario. El maestro Harvey nos ofreció como encore, y para agradecer los aplausos, tanto del público como de la orquesta, una obra para violín solo afgana, en donde, según nos explicaba, la música está prohibida por el régimen Talibán, extraordinaria ejecución del maestro, además de acercarnos a un discurso musical muy lejano a nosotros, lejano en lo cultural y pero también en el aspecto geográfico.
En la segunda parte del concierto disfrutamos de una de las sinfonía del llamado ciclo de las Sinfonías Londres de Franz Jospeh Haydn, a quien se atribuye la paternidad de este lenguaje musical llamado Sinfonía, se trata de la Sinfonía No.96 de las 104 que el maestro compuso, se le conoce popularmente con el nombre de la Sinfonía del Milagro, una obra de repertorio que por el tiempo en que fue creada, el clasicismo vienés, no exige más de una treintena de ejecutantes, perfecta para las condiciones que deben imperar en una sala de conciertos en estos tiempos de pandemia.
Con este concierto inicia un nuevo ciclo en los 30 años de historia de esta nueva y consolidada versión de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes. Nuestra amada Sinfónica está en buenas manos, con un director cuya sapiencia musical no se puede ni se debe cuestionar. La OSA es una orquesta muy noble, en más de una ocasión la he visto sacar de apuros y salvar el prestigio de algunos directores, pero no deja de asombrarme cómo una orquesta puede cambiar tanto y alcanzar ese extraordinario nivel cuando es dirigida por una batuta exigente, sensible y con la autoridad que se obtiene solamente del dominio absoluto de la obra que tiene en su atril. Con un director como el maestro Siffert podemos medir con puntual precisión las verdaderas posibilidades de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, una de las mejores orquestas de México.