Uno de los estudios que en este año presentará el Instituto Aguascalentense de las Mujeres (IAM)es el de violencia de género en pareja, vivencia de las mujeres en Aguascalientes, que fue resultado de una labor que un grupo de 36 encuestadoras hicieron a la par de que obtenían datos estadísticos sobre la violencia, como parte de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica Interna en los Hogares (ENDIREH) 2006.
La muestra total del estudio numérico fueron cuatro mil viviendas, pero de ahí se tomó a 299 mujeres y sus testimonios que fueron utilizados para incluir como resultados de la investigación, la misma estuvo coordinada por María Enriqueta Vega Ponce, académica del área de sicología de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, en este ejercicio que por primera ocasión se realizó en el estado a la par de la obtención de los datos cuantitativos sobre la violencia, pero que no expresaban el verdadero sentir y la forma en que ellas la han vivido.
Fue por eso que el IAM en conjunto con un grupo de colaboradoras de la UAA decidieron anexar un formato donde las encuestadoras además de obtener los datos duros, los números, también hicieron una serie de anotaciones donde hacían constar expresiones más íntimas de cómo se entiende la violencia y se vive.
«Las mujeres hacen expresiones o dan información extra que por ser un cuestionario cuantitativo, la misma se perdía, porque la mujer no sólo dice “sí me pega”, sino que señala más de cómo lo está viviendo».
Las encuestadoras, todas ellas profesionales egresadas de carreras como Trabajo Social, Sicología o Educación recibieron una capacitación previa para realizar este ejercicio, donde de cada cinco encuestadas, ellas elegían un caso porque les parecía más significativo o que había aportado más información y entonces en una hoja apuntaban la historia de la forma más apegada a cómo las afectadas se la habían narrado. «Fue muy interesane porque ahí venían sentimientos, significados, las formas en que las mujeres son violentadas».
Entre la información más destacada a través de este acercamiento cualitativo fue por ejemplo dar cuenta de qué tanto las mujeres reconocen los tipos de violencia, para que a su vez identifiquen si la viven; otro fue en los términos que definen la violencia económica, en la mayoría de los casos lo expresan como que no les dan dinero o no les permiten trabajar, entre las encuestas salió el término de «nos roban», ellas lo perciben así, agregan un dato nuevo.
Otra información importante es cuando las mujeres hablan de que sus parejas por falta de voluntad se niegan a trabajar y tampoco aportan para los gastos de la casa, esa es también otra modalidad de violencia económica, porque no es por falta de oportunidades o salud.
En cuanto a la violencia sicológica, aún sin que la identifiquen como tal, hablan de distanciamiento con el compañero e incluso el hecho de que la pareja tenga otra mujer a pesar de que no estén casados también representa un acto de violencia por la falta al compromiso.
A través del acercamiento se descubrieron las formas en que todavía las mujeres reaccionan ante la violencia, algunas no la identifican, otras saben que la viven pero encuentran la forma de justificarla, hay quienes incluso se culpan a sí mismas por lo que les está pasando.
Otro de los datos que recordó María Enriqueta Vega Ponce fue que las mujeres que sí piden el divorcio apuntaron en segundo lugar, la violencia económica y las que sólo se van de su casa, pero no se divorcian, registraron en segundo lugar, la violencia física.
