Durante el primer semestre de este año, el tema electoral volverá a estar en la palestra tanto por las elecciones que se celebrarán en seis entidades, entre las que se encuentra Aguascalientes, como por el ejercicio de revocación de mandato que se realizará, aunque no bajo las exactas condiciones que mandata la ley, sin dejar de lado que una de las prioridades presidenciales para este recién comenzado periodo ordinario de sesiones legislativo federal, será la presentación de la reforma en la materia electoral.
Podemos estar de acuerdo o no con las proposiciones que se realizarán para las eventuales modificaciones de la legislación electoral; lo que es un hecho es que la dinámica propia de la materia obliga a que constantemente se esté perfeccionando el sistema. Cosa curiosa, muchas de las reformas, polémicas en su momento, que ahora nos obligan, tuvieron su origen en la oposición, hoy gobierno.
Esta potencial reforma, que será discutida con miras a que aplique en la próxima elección federal que se empezará a organizar ya a partir del año que entra, deberá ser progresiva, en el sentido de que no debemos retroceder en las conquistas obtenidas. En estos momentos no podríamos concebir una elección sin credenciales para votar, por ejemplo. O sin lista nominal, sin ciudadanos contando los votos o sin casillas con urnas transparentes. Todas estas, en su momento, fueron modificaciones para bien.
Y no solo progresiva en ese sentido, sino que esta reforma resulta tan necesaria como el adelanto que socialmente hemos vivido. Quizá el mejor ejemplo de ello sean los avances en materia informática que se están viendo reflejados en lo electoral, mismos que nos han ayudado en la noble, pero difícil tarea, de brindar certeza en la renovación periódica y pacífica de los órganos de gobierno y representación.
La relación entre la ciencia informática y la materia electoral no es tan nueva como parece. Es cierto que para esta elección en nuestra entidad habremos de tener una prueba piloto que representará la primera experiencia de voto electrónico, misma que compartiremos con el estado de Tamaulipas; sin embargo, la utilización de sistemas informáticos al servicio de las elecciones, en todo caso, se ha ido implementando paulatinamente para ir permitiendo la familiaridad en su uso. Nada menos, en el Instituto Estatal Electoral, tenemos un programa de votación para elecciones escolares y estudiantiles, utilizando un prototipo de urnas electrónicas, que data de hace más de dos décadas.
Ha sido tan natural y discreto el uso de herramientas tecnológicas que, poco a poco y sin querer, se han convertido en esenciales para los trabajos electorales: la obtención del respaldo de la ciudadanía para las candidaturas independientes se hace a través de una aplicación de teléfonos inteligentes, todos los representantes de partidos políticos que se encuentran en las casillas son debidamente registrados a través de un sistema al que solo tienen acceso las instituciones políticas, el día de la elección las y los capacitadores asistentes electorales registran las actividades desde la instalación hasta la clausura de las casillas a través del SIJE (Sistema de Información sobre el desarrollo de la Jornada Electoral), los cómputos distritales utilizan un sistema, el registro de candidaturas y su fiscalización se encuentran absolutamente automatizados, el voto electrónico para las y los residentes en el extranjero, el PREP, son solamente algunos de los ejemplos que nos ponen a pensar que la tecnología y lo electoral están unidos de manera que será muy difícil deshacer.
La experiencia de voto electrónico, si bien será la primera en Aguascalientes, ya tiene un largo antecedente en los estados de Coahuila, Jalisco, Hidalgo y la Ciudad de México. Desde 2003 se hicieron algunos ejercicios no vinculantes, y desde 2005 ya se han electo gubernaturas, diputaciones y ayuntamientos en el ámbito local. Para la elección concurrente del año pasado ya se realizó una elección en algunos distritos para diputaciones federales. Por mencionar un ejemplo, en Jalisco, proveedor de las 50 urnas que utilizaremos en nuestro estado en el mes de junio próximo, ya tiene en su haber la elección con urnas electrónicas en dos distritos locales y en 43 de los 125 municipios, sin utilizar boletas de papel.
Y es que la ley, y la interpretación que han hecho los tribunales constitucionales en ese sentido, definen que la emisión del voto debe considerar determinadas características, sin que de manera específica establezca que la forma sea en una boleta, lo que abre la posibilidad de que sea por otro medio alternativo como pueden ser las urnas electrónicas.
Como cualquier herramienta, nos deben de servir para facilitar nuestras actividades. Las urnas poseen un sistema para la expresión secreta y directa del voto. No se altera ninguno de los principios de votación, ni cualquier otro procedimiento dentro de la casilla que brinda la certeza de que solamente se puede votar una vez por persona electora y ese voto vale igual que los demás. Lo único que se sustituye es el mecanismo de emisión del voto. La garantía de la utilidad y el buen uso la brinda el sistema electoral mismo, del que formamos parte instituciones, partidos y ciudadanía, al asumir las reglas que se determinan con anterioridad a la jornada en que suceden, insisto, sin cambiar esencialmente el procedimiento.
De prosperar este ejercicio, para lo cual se vuelve necesaria la implementación de pruebas piloto como la que tendremos en la entidad, y su regulación entre las nuevas disposiciones resultantes de la revisión de la legislación que se avecina, se reducirá sensiblemente el papel requerido para la impresión de las boletas volviendo más barato el costo de la elección y, se espera, más ágil el procedimiento dentro del centro de votación. Además, facilitará sensiblemente las tareas del funcionariado de casilla, no solamente en tiempo, sino en la precisión que requieren los resultados, posibilitando que estos sean, a la vez, exactos y rápidos.
El uso de tecnología es benéfico, evidentemente. Nos ha venido a transformar la vida en modos que hasta hace unos pocos años hubiera sido impensable. Como ciudadanía debemos de estar muy atentos a este inédito ejercicio, ya como votantes, ya como potenciales funcionarios y funcionarias de casilla, para demostrar que, en materia electoral, la certeza la brindamos a partir del ejercicio de nuestros valores democráticos.
/LanderosIEE | @LanderosIEE