El labio paladar hendido (LPH) es una de las malformaciones congénitas más frecuentes de cabeza y cuello en los mexicanos, a nivel nacional se presenta un promedio 3, 285 casos nuevos al año, en Aguascalientes se presentan 45, informó Leonorilda Álvarez Noriega, coordinadora estatal del Centro Multidisciplinario para Labio- Paladar Hendido, (LPH).
Explicó que el LPH son las fisuras labio y paladar, que se manifiestan entre la cuarta y octava semana de gestación, se interrumpe la formación de los tejidos labiales, provocando una comunicación entre la cavidad oral y la cavidad auditiva. Por consecuencia el niño tendrá alteraciones, en la alimentación, respiración, audición, en el lenguaje y la autoestima.
Indicó que el tratamiento de este padecimiento debe ser multidisciplinario de cirujanos plásticos, y maxilofaciales, además del apoyo de sicólogos y terapeutas del lenguaje. Precisó que el trabajo de diversas especialidades es crucial para que el infante pueda desarrollarse adecuadamente en todos los ámbitos y pueda colocarse en igualdad de oportunidades con otros niños que no tienen el padecimiento.
Asimismo destacó que para obtener un mejor resultado, es vital la atención temprana, “deben traernos a los niños a los dos días de nacidos”. La especialista resumió un tratamiento oportuno de la siguiente manera: después del nacimiento se asesora a los padres sobre la técnica de alimentación y se coloca un paladar sintético que permite el desarrollo necesario de las partes que posteriormente se operarán.
A los tres meses se realiza la primera cirugía del cierre labial, posteriormente se trabaja la conformación palatina por medio de aparatos. En el octavo mes de nacido se comienza la estimulación temprana, terapia del lenguaje, acompañada de asesoramiento sicológico. Cuando el niño tiene dos años de edad se cierra el paladar y a los siete, se injerta hueso donde no se formó, terminando así el tratamiento.
Álvarez Noriega, indicó que ese sería el ideal, sin embargo dijo, no todos los pacientes son atendidos oportunamente y las secuelas hacen más lento el proceso, prolongando en algunos casos los procedimientos hasta los 20 años de edad.
Apuntó que el tema de alimentación puede ser un factor determinante en el retraso de las cirugías, pues un niño con desnutrición no puede ser intervenido y se tiene que esperar hasta que el bebé tenga el peso necesario para realizarle el primer procedimiento.
Explicó que debido a la comunicación existente entre la boca, la nariz y los oídos, a raíz de la fisura, los líquidos administrados se acumulan en los oídos y el bebé puede desarrollar hipoacusia o sordera, o provocar que el niño broncoaspire, de allí la importancia de la capacitación.
Señaló que en la mayoría de los casos se recomienda a la madre dé pecho al niño, con una técnica especial; de no ser posible, existe otra forma de alimentación por medio de una mamila, adicionada de algunos accesorios de bajo costo.
La atención temprana LPH tiene la finalidad de hacer que el niño que ingrese a la educación preescolar, tenga una buena autoestima y una autoimagen aceptable para él, facilitándole la relación e integración con otros niños, posibilitando su relación con grupos sociales y pueda convertirse en un adulto activo y productivo.
Lamentó que en algunos casos esta atención oportuna no se dé por el desconocimiento del padecimiento y las condiciones socioeconómicas de los padres.
Reseñó que el centro que dirige comenzó en 2003 como un proyecto piloto con recursos de los gobiernos estatal y federal, pero sólo se limitaba al tratamiento quirúrgico, “allí nos dimos cuenta que los niños necesitaban más atención que permitiera una rehabilitación completa en todos los aspectos del desarrollo” apuntó. Pero fue hasta el 2005 cuando se conformó como un centro multidisciplinario, logrando ofrecer 3 mil terapias y 100 cirugías, con el apoyo de médicos altruistas y especialistas de talla internacional atendiendo los casos de mayor grado de dificultad.
Leonorilda Álvarez indicó que a la fecha el centro ofrece atención a un número mayor de pacientes de los municipios del estado y de zonas cercanas de Jalisco, San Luis Potosí y Guanajuato.
También señaló que uno de los grandes logros del centro de LPH, son la atención de calidad a familias con pocos recursos; explicó que la atención de manera particular es muy costosa, por las cirugías, sin contar con el apoyo de otros especialistas. Las personas afiliadas al seguro popular tienen el beneficio de las intervenciones sin ningún costo, sólo se cobra una cuota por las terapias la que en algunos casos sólo es simbólica, de acuerdo con un estudio socioeconómico.